Asimetrías
Fausto Fernández Ponte
El denominador común es, a no dudarlo, el de la inseguridad pública y social
El sentir del caro leyente Gutiérrez Peñas bien pudiere ser el de millones de ciudadanos mexicanos que, como el aludido, viven en el Estado de Tamaulipas, cuyas ciudades, Reynosa sobre todo, sufre desgobierno.
Don Francisco escribe: “Si el Estado mexicano es (o está) fallido, pero muchos tamaulipecos sabemos que el Estado de Tamaulipas es un Estado fallido. Le ha fallado a sus nobles, leales, laboriosos y productivos habitantes (quienes) pensamos que los personeros (como usted los llama) de ese Estado son cómplices del Narcotráfico”.
Agrega: “Si la Federación de los 31 Estados Unidos Mexicanos (o sea el Estado mexicano, que es, por decirlo popularmente, el papá tutelar de los esos Estados y el Distrito Federal) ha fallado y sigue en una espiral y una vorágine de fallas, es de suponerse que sus componentes o integrantes también son fallidos”.
Añade: “Si echamos un vistazo alrededor veremos que la Federación de todos los 31 Estados Unidos Mexicanos son Estados fallidos. En Reynosa esa situación es espectacular y dramática; los habitantes de esa ciudad estamos a merced del Narcotráfico y no contamos con el apoyo de la autoridad civil y nos aterroriza la autoridad militar”.
Afirma: “Pero no es sólo Reynosa en donde estamos viviendo los efectos magnificados de un Estado notoriamente fallido, sino también Nuevo Laredo, Matamoros y cotros núcleos urbanos fronterizos, así como más al sur, Victoria y Tampico, derramándose hacia los Estados vecinos de Veracruz y más allá, hasta Tabasco y el sureste de México”.
Otro caro leyente, Diego Ríos, quien también se identifica como habitante de Reynosa -”ciudad torturada por el terror y la imbecilidad de los del Gobierno”- escribe: “Hoy entiendo el sentido de Estado fallido, tema en sus escritos, que me explican y me educan (acerca) del problema que ya es parte importante de nuestras vidas”.
Elucida: “También entiendo muchas otras cosas que quizá nos enseñaron en la escuela pero que de cualquier manera ignoramos: que los Estados Unidos Mexicanos son los 31 Estados de la República y que cada uno de esos 31 Estados son, a su vez, entidades que, excepto en Defensa y Relaciones Exteriores, son dijéramos países...
"Como lo veo ahora, por lo que usted escribe, esos 31 Estados son 31 países, unidos todos para formar la Federación o el Estado Federal. No se imagina lo que he aprendido de usted leyéndolo. Algo tan sencillo que se nos enseñó en la escuela pero que muchos mexicanos hemos olvidado pues nos pasó de noche...
“Por sus escritos (acerca) del estado fallido he llegado a la conclusión de que Tamaulipas es un Estado fallido, como lo son los Estados fronterizos del norte (Chihuahua sobre todo, Baja California y Sonora, hasta Nuevo León y Coahuila) y del sur (Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana roo, hasta llegar a Veracruz”.
Señala: “Viajo con mucha frecuencia de Reynosa a Veracruz por razones de mi trabajo y he visto en el entorno veracruzano, desde Poza Rica, el puerto y Xalapa, hasta Córdoba, Coatzacoalcos y Minatitlán mucha actividad del “Narco”; (éste) realiza su quehacer a la vista, a la luz de del día, con la complicidad de las autoridades locales”.
Precisa: “Yo soy originario de Veracruz y tengo mucha familia allí; durante todos éstos días de batallas entre los mismos del Narco y la presencia intimidante del Ejército cuyos elementos no saben distinguir quién es enemigo o quién no, y maltratan a todos por igual, mis familiares telefonean casi a diario para saber cómo estamos”.
III Prosigue: “Pero mi pregunta a usted (espero me conteste) y a otros que también lo leen es la siguiente: ¿Puede ser también un Estado fallido aquél que falla en proteger a sus ciudadanos en cualquiera de sus niveles de gobierno, no sólo el Federal y el estatal, sino también el municipal? Si es así, Tamaulipas y Veracruz son Estados fallidos”.
Subráyese que, a nuestro ver, las misivas de los leyentes Gutiérrez Peñas y Ríos nos ofrecen un diorama caleidoscópico de ciertas vertientes de nuestra realidad, sin duda dramática, y asaz conturbadora, preocupante y angustiosa. La percepción de que un Estado es fallido no siempre es subjetiva.
No. Lo opuesto. Se nutre esa percepción de las vivencias personales -traducidas en historias orales- y enriquecida por la relación puntual que los medios de difusión para las masas hacen de hechos y sucedidos como en Reynosa y Chihuahua y apreciaciones individuales acerca de otros lares.
El denominador común es, a no dudarlo, el de la inseguridad pública y social, que el Estado Federal -la Federación- y los 31 Estados que lo conforman no han estado ni estan en condiciones de proporcionar con arreglo a su razón de ser constitucional. En ese sentido, bien pudiérese decir que los Estados Unidos Mexicanos son Estados fallidos.
Más no sólo por esa razón. Son percibidos como fallidos por vastos segmentos -políticamente más conscientes- de la sociedad mexicana debido a que actúan contrariamente al interés nacional al ceder soberanía e incluso territorio a consorcios trasnacionales de Estados Unidos, España y Canadá principalmente. Éstos saquean al país.
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