ACAPULCO. En medio de la violencia que azota a
este puerto, cientos de guerrerenses salieron a marchar junto a la
Caravana de Paz al Sur que encabeza el poeta Javier Sicilia, para
reclamar a las autoridades brinden seguridad a la ciudadanía y al
turismo.
Con un dispositivo de seguridad reforzado, el poeta y escritor llegó al
puerto de Acapulco para encabezar la marcha realizada por la Caravana de
Paz por la turística costera Miguel Alemán, a la que se unieron cientos
de habitantes, que en su mayoría vestían de blanco y portaban pancartas
con fotografías de sus familiares desaparecidos, asesinados o
encarcelados.
“No es posible que en esta era de la promoción y el respeto a los derechos humanos en México se esté instaurando una era de horror y de violencia. No aprendimos de las dictaduras de centro y sur de América. Y de esta violencia todos somos responsables. No sólo el Presidente, no sólo los criminales, también la sociedad por no reclamar y presionar a sus gobernantes”, aseguró Javier Sicilia, durante un mitin en la capital del estado. El escritor criticó al gobernador Ángel Aguirre por la violencia.
La marcha por la costera Miguel Alemán, en Acapulco, culminó en un mitin en el zócalo, donde la seguridad fue reforzada por la policía estatal, que en camionetas artilladas escoltaron en todo momento el paso de la caravana y en las inmediaciones hicieron revisiones a las personas.
Humberto Galeana, su esposa, hijos y nietos, vestidos de blanco, fueron parte de los cientos de asistentes a la marcha que avanzó al grito de “El pueblo, unido, jamás será vencido”. “Venimos porque queremos que las cosas cambien. Porque ya no podemos vivir así aquí en Acapulco”.
De acuerdo con empresarios e integrantes de la organización civil, Guerrero vive una de las peores crisis de inseguridad debido a la pelea por el control del territorio entre las bandas del crimen, desatada tras la muerte del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva en 2009.
El poeta insistió en que el gobierno del presidente Calderón y los legisladores deben de crear una Comisión de la Verdad para brindar la justicia que tanto necesitan las miles de víctimas, no sólo del norte, sino también las del sur del país.
Javier Sicilia marchó junto a Martha Obeso, viuda de Armando Chavarría Barrera, presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso estatal, quien fue asesinado en 2009.
La Caravana de Paz al Sur estuvo en Acapulco, Iguala y Chilpancingo. En este último municipio realizó también una marcha y un mitin, aunque esta menos concurrida, pues los mismos organizadores aseguran que la población vive amenazada.
“Me sorprende que no todos tengamos el mismo valor. A la seis de la mañana por mi casa hubo una tremenda balacera y es terrible que sólo nos conformamos con escondernos. Es triste que los mexicanos no tengamos el valor de unirnos y salir a protestar a las calles contra las autoridades a quienes les pagamos por protegernos”, aseguró Blanca Iris Peralta, quien es educadora de preescolar en Chilpancingo.
“Desde hace seis años Guerrero vive un clima de violencia que se ha agudizado. Luego de la etapa de la Guerra Sucia, que dejó unos 600 desaparecidos y miles de asesinatos, hoy vivimos otro fenómeno muy parecido, en donde se habla de una guerra contra el narcotráfico, pero que por lo que hemos investigado en el estado podría decirse que es contra la sociedad en general porque muchas de las víctimas resulta que son inocentes”, aseguró Javier Monroy, integrante de la asociación civil Taller Comunitario.
http://www.eluniversal.com.mx/estados/81992.html
“No es posible que en esta era de la promoción y el respeto a los derechos humanos en México se esté instaurando una era de horror y de violencia. No aprendimos de las dictaduras de centro y sur de América. Y de esta violencia todos somos responsables. No sólo el Presidente, no sólo los criminales, también la sociedad por no reclamar y presionar a sus gobernantes”, aseguró Javier Sicilia, durante un mitin en la capital del estado. El escritor criticó al gobernador Ángel Aguirre por la violencia.
La marcha por la costera Miguel Alemán, en Acapulco, culminó en un mitin en el zócalo, donde la seguridad fue reforzada por la policía estatal, que en camionetas artilladas escoltaron en todo momento el paso de la caravana y en las inmediaciones hicieron revisiones a las personas.
Humberto Galeana, su esposa, hijos y nietos, vestidos de blanco, fueron parte de los cientos de asistentes a la marcha que avanzó al grito de “El pueblo, unido, jamás será vencido”. “Venimos porque queremos que las cosas cambien. Porque ya no podemos vivir así aquí en Acapulco”.
De acuerdo con empresarios e integrantes de la organización civil, Guerrero vive una de las peores crisis de inseguridad debido a la pelea por el control del territorio entre las bandas del crimen, desatada tras la muerte del narcotraficante Arturo Beltrán Leyva en 2009.
El poeta insistió en que el gobierno del presidente Calderón y los legisladores deben de crear una Comisión de la Verdad para brindar la justicia que tanto necesitan las miles de víctimas, no sólo del norte, sino también las del sur del país.
Javier Sicilia marchó junto a Martha Obeso, viuda de Armando Chavarría Barrera, presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso estatal, quien fue asesinado en 2009.
La Caravana de Paz al Sur estuvo en Acapulco, Iguala y Chilpancingo. En este último municipio realizó también una marcha y un mitin, aunque esta menos concurrida, pues los mismos organizadores aseguran que la población vive amenazada.
“Me sorprende que no todos tengamos el mismo valor. A la seis de la mañana por mi casa hubo una tremenda balacera y es terrible que sólo nos conformamos con escondernos. Es triste que los mexicanos no tengamos el valor de unirnos y salir a protestar a las calles contra las autoridades a quienes les pagamos por protegernos”, aseguró Blanca Iris Peralta, quien es educadora de preescolar en Chilpancingo.
“Desde hace seis años Guerrero vive un clima de violencia que se ha agudizado. Luego de la etapa de la Guerra Sucia, que dejó unos 600 desaparecidos y miles de asesinatos, hoy vivimos otro fenómeno muy parecido, en donde se habla de una guerra contra el narcotráfico, pero que por lo que hemos investigado en el estado podría decirse que es contra la sociedad en general porque muchas de las víctimas resulta que son inocentes”, aseguró Javier Monroy, integrante de la asociación civil Taller Comunitario.
http://www.eluniversal.com.mx/estados/81992.html
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