•Bajo perfil en el altiplano
•Pide cerrar filas con JD
Luis Velázquez
Veracruz, México., 30 de noviembre de 2012.--
El góber fogoso, Fidel Herrera Beltrán (FHB,) mantiene desde hace dos años un bajo perfil en la política. Pero al mismo tiempo, está en activo, pues en política, ya se sabe, no hay hombre muerto.
Y más, como en el caso del tío de Nopaltepec, cuando formó a una generación política llamada “Los niños de la fidelidad” a quienes heredó el trono imperial de Veracruz.
Así, y por ejemplo, con alguna frecuencia ha coincidido en algunos restaurantes de la ciudad de México con uno que otro político jarocho, y ni hablar, la plática frente a un cafecito, un whiskazo, ha sido inevitable.
Y con cada uno, el discurso fidelista es el siguiente:
1) FHB está seguro, cierto, convencido, que JD ganará la elección de alcaldes y diputados locales el año entrante.
2) A cada político jarocho con quien se topa en el Distrito Federal, le pide cerrar filas alrededor de JD.
3) Con el regreso del PRI a Los Pinos, a través de Enrique Peña Nieto, el tío asegura que habrá partido tricolor en la presidencia imperial hasta dentro de 140 años más, a diferencia de cuando Gustavo Carvajal Moreno, entronizado como líder nacional del partido rojo, afirmaba que el PRI existiría 30 años más.
4) A la mitad de la plática, FHB ha asegurado a los interlocutores que en el ejercicio de la gubernatura descuidó por completo su salud para servir con intensidad a los veracruzanos.
5) De igual manera, ha mirado con optimismo el año 2013 y se visualiza en alguna comisión partidista, digamos, como delegado del CEN del PRI en una entidad federativa, que, incluso, pudiera ser hasta Veracruz.
II
6) Según el tío, las 46 delegaciones federales en cada entidad del país significan algo así como 300 cargos públicos a ocupar a partir del primero de diciembre y, en el caso de Veracruz, todos serán decididos por JD, lo que significará crear más, mucho más lealtades alrededor del gobernador.
7) FHB suele entregar una tarjeta de presentación con la dirección de su despacho jurídico, donde, por ahora, y además, imparte asesoría a los industriales azucareros del país, con miras, entre otros objetivos, a dar el gran paso a la producción de etanol.
Además, también se ufana de estar convertido en un litigante de barandilla que visita los juzgados y los tribunales, donde los políticos y burócratas del ramo judicial lo saludan con respeto y admiración.
8) El góber fogoso de igual manera alardea de las clases impartidas en alguna universidad privada de la ciudad de México, pues el magisterio ha sido, de siempre, su otra vocación.
9) En algunos casos ha platicado sobre asuntos de Veracruz, entre otros, y por ejemplo, analiza cómo, de qué manera, algunos políticos jarochos viven atrapados por el localismo empobrecedor del que hablaba José López Portillo.
Por ejemplo, se ha referido al caso de Fabrizio Aguilar, quien cuando se desempeñaba como jefe de la Oficina de Gobierno de JD tenía nostalgia por ocupar un cargo público en la ciudad de México, pues en el altiplano la mirada política se multiplica.
Y cuando fue enviado por JD a la oficina de la representación del gobierno próspero en el DF, le entró la añoranza por Xalapa, y ni hablar, soñaba con regresar lo más pronto posible a la aldea, a la provincia, al rancho.
III
El góber fogoso está viviendo sus días y noches como político por lo pronto retirado del primer plano de la administración pública.
En las horas que usufructúa en la ciudad de México, el tío sigue tan frugal como antes, pues los políticos con quienes ha compartido el pan y la sal recuerdan que come poco, por ejemplo, un salmón envinado con una cervecita, que por lo regular deja a la mitad.
Cuatro diputaciones federales, una senaduría, la gubernatura, varios cargos en el partido tricolor, Fidel tiene un pie en el altiplano y otro en Veracruz.