César Augusto Vázquez Chagoya
Ya se convirtió en una cantaleta. En temas delictivos, en Veracruz no hay crimen organizado. Todos los homicidios y ejecuciones son casos aislados. Los delincuentes vienen de afuera y los matan en Veracruz porque es un estado tranquilo. Lo de Cirilo no fue una ejecución, sino una balacera. "Al que a hierro mata, a hierro muere". Pese a los asesinatos, la entidad está en calma y la violencia no afectará al turismo cuando nos visiten más de tres millones en diciembre.
El secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar, le dice "tarados" a los diputados, medios de comunicación y al pueblo de Veracruz, por no darse cuenta de que se veía venir el asesinato de Cirilo. El funcionario ante su comparecencia en el palacio legislativo, afirmó que hasta un "tarado" se daría cuenta. De seguro, como es muy inteligente, él si se dio cuenta.
El gobernador no se queda atrás. Cuando ejecutaron al periodista Roberto Marcos García en Mandinga, preguntó: "¿En qué medio trabajaba?", no porque lo desconociera, ni supiera de qué periódico era: se fijaba en como el reportero trabajaba en el medio policiaco, tenía muchas posibilidades de que lo mataran. Cuando se le cuestionó sobre lo dicho por Reynaldo, manifestó que no estaba de acuerdo, pero tampoco le llamó la atención. Un funcionario de la categoría de Reynaldo, lo que hable es la voz del gobierno como su representante legal. A quien hayan matado, él como funcionario debe garantizar la justicia a quien sea y no condenar anticipadamente al muerto o agraviado.
Si Reynaldo no fuera secretario de Gobierno, como abogado o ciudadano podía decir lo que quisiera, arriesgando una demanda legal de los familiares, pero no es su papel como funcionario. Lo grave es que no sólo son declaraciones lo que afectan a la seguridad en Veracruz: se recorta para el año que viene el presupuesto de Seguridad Pública. El Poder Ejecutivo, en principio, se opone darle al poder judicial los 1600 millones de pesos para medio dignificar a la justicia.
Los juzgados en Veracruz son un chiquero laboral. Ni en el pueblo más pobre de África y que nos disculpen, están los juzgados como los tenemos nosotros: todos amontonados trabajando. No tienen archivos y por lo tanto se pierden documentos valiosos en un juicio. Sueldos de hambre para jueces; quieren que vivan con 15 mil pesos mensuales, teniendo su familia en un lugar y ellos trabajando en otro. Ya para qué hablar de los secretarios, proyectistas, etc. ¿Cómo se puede exigir justicia, sino les damos justicia a los que laboran en el poder judicial?
La justicia es la imagen de un buen gobierno. Si el poder judicial es la suela del Gobierno de Veracruz, entonces estamos en el suelo y así nos valoramos. Hay que darle al poder judicial su autonomía. Es una contradicción que los poderes ejecutivos y legislativo tengan un representante ante el poder judicial, y este poder tenga que pedir "limosna" para que le den más dinero. Están bien las carreteras, la cultura, los puentes, etc., pero el pueblo ante todo hay que darle justicia.
Fernando Gutiérrez Barrios cuando fue gobernador de Veracruz, se dice que no hizo obra pública, pero en los dos años que estuvo en el poder, dio certidumbre jurídica, combatió como nadie a los grupos caciquiles en la impunidad, y los casos más sonados de crímenes los resolvió. Él, como nadie, respetó el estado de derecho. Don Fernando cuando venía a Veracruz la gente se paraba para aplaudirle, porque dio la sensación de esa justicia intangible, que no se ve, pero se siente.
Este gobierno también tiene dos años. Se comprende que el gobernador no puede hacer todo. ¿Alguien le ha dicho que las patrullas andan sin elementos, pero la nómina está llena y pagada mes con mes? ¿Quiénes cobran como policías fantasmas? El mandatario piensa que por los recursos que se le destinan a seguridad pública, existe seguridad en Veracruz, pero es pura ilusión.
En la Policía Ministerial las cosas están peor. No traen ni gasolina. ¿Cómo van a investigar? A dos años del Fidelismo, las cosas están peor que en el Alemanismo, porque las bandas del crimen del narcotráfico han estado más violentas y los grupos caciquiles políticamente también andan destrampados.Toda la Huasteca, desde Tuxpan hasta Pánuco por un lado, y hasta Villa Cuauhtemoc está sin control. Cada día aparecen más ejecutados y se atreven a cachetear al Coordinador de Seguridad Pública en el norte. En la sierra de Chicontepec, vuelven a sus andadas los caciques Roberto y Justo Cabrera Sagahon.
Este último caso es de risa. Un hijo de ellos era delegado de Seguridad Pública en esa región y secuestran al hijo del ganadero que secuestraron los Cabrera en 1987 (por lo que los metió Gutiérrez Barrios a la cárcel). El muchacho no aparece, ni su camioneta hace casi dos meses. Al Cabrera lo quitaron de Delegado para que nadie fuera a pensar mal. ¿De qué se trata? Son dizque priístas.
En Tuxpan y Poza Rica, se incrementó el robo a camiones de carga; coincidentemente se elevan los delitos de este tipo cuando trasladan agentes de la Policía Ministerial a esa zona provenientes de Córdoba, y hasta matan a un Policía Federal Preventivo por detener un camión con contrabando. (Coincidentemente en Córdoba, la Policía Ministerial detiene como nunca a bandas de asalta traileres, después de que se fueron algunos a Poza Rica. También por coincidencia, la principal pista de la muerte del periodista Roberto Marcos García está ligada a sus denuncias por el robo de camiones de carga).
En Papantla-Martínez de la Torre, el narcotráfico anda a sus anchas desde Nautla. Grupos de caciques matan al síndico de Coyutla, dos ex alcaldes, un piloto y pistas firmes en la muerte del director de La Opinión de Poza Rica, Raúl Gibb Guerrero, que ninguna autoridad se atreve aclarar. El mismo grupo de los Zorrilla inmiscuidos en golpizas a periodistas y en la desaparición del periodista Jesús Sandalio Lechuga. Aquí la autoridad quiere más para actuar. Como son priístas.
La región Atzalan-Altotonga, con más ejecuciones. Sólo ayer sábado 25 de noviembre, dos ejecutados y el secretario de Seguridad peleando con la alcaldesa de Atzalan del PAN porque tiene policías con antecedentes penales, pero la única verdad es que la población esta atemorizada por los criminales y el señor escondiéndose atacando a una mujer que ha demostrado faldas.
En el puerto de Veracruz y Boca del Río cada día aumentan los delitos del crimen organizado y la muerte del periodista Roberto Marcos García. En el triangulo Córdoba-Orizaba-Zongolica, se disparó el índice de delitos. La Cuenca del Papaloapan y Playa Vicente, de plano tranquilas porque el narco tiene ganada la batalla. En la región de los Tuxtlas aumentan los ataques en contra de los periodistas en especial en San Andrés Tuxtla (PRI), Catemaco (Convergencia) y Ángel R. Cabada (PRD).
Cirilo Vázquez Lagunes, en el último año, calmado por las obras que le dio el gobierno invadiendo jurisdicciones, trayendo policías municipales a su antojo. Todo en calma mientras no gritara el señor. La última noticia de esa zona fue su propia muerte (PAN). En Las Choapas, Renato Tronco (PAN), impune como alcalde a pesar de ser señalado por la muerte del regidor Alfredo Pérez Juárez. El narcotráfico, contrabando de ilegales y prostitucion de niños y mujeres, caminan de la mano con la justicia.
¿En dónde está la justicia en Veracruz? ¿Dónde están las grandes cantidades de dinero para la seguridad? Gusto que el gobernador manifestara que iba a apretar la mano en contra del crimen organizado, pero ¿cuánto tiempo la mantendrá cerrada, si lo mantienen engañado? En este día, la única buena noticia es que las hijas de Cirilo Vázquez Lagunes aceptaron que en la seguridad de Acayucan y San Juan Evangelista se hiciera cargo la policía del estado. Buenas hijas y ahora demostraron sentido común.
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