ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA
Peña y Zabludovsky durante el homenaje al
exconductor. Foto:
Benjamin Flores
MÉXICO, D.F. (apro).- “Soldado del PRI”, se autodefinió un día Emilio Azcárraga Milmo, el magnate de segunda generación de la televisión mexicana que, en octubre de 1993, declaró a Proceso: |
“México es un país de clase modesta muy jodida, que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de esa triste realidad y de su futuro difícil. La clase media, la media baja, la media alta. Los ricos, como yo, no somos clientes, porque los ricos no compramos ni madre”.
En ese concepto de la televisión y de disciplina partidaria, la imagen icónica de la información para esas masas fue un hombre de aspecto conservador, lentes y corbata negra, enormes audífonos en orejeras y la voz impostada a fuerza de escucharse en el monitor, que salía a pantalla noche tras noche: Jacobo Zabludovsky.
Subordinado del “soldado del PRI”, que durante décadas condujo los noticiarios estelares de la televisión monopólica, para finalmente ser desechado ante los vientos de alternancia en el poder en 1998, hoy, con el PRI de regreso al poder, fue objeto de homenaje presidencial.
“Sinónimo de noticia”, lo llamó el presidente Enrique Peña Nieto para quien, Jacobo, es un icono y un referente del acontecer social en México, América Latina y, ya encarrerados, del mundo.
En la Escuela España, del centro de la ciudad, Peña destacó el papel de Zabludovsky:
“Él ha sido testigo y relator, pero también partícipe de los sucesos que han marcado la historia contemporánea. Ha enseñado que el derecho a disentir y la posibilidad de coincidir son dos atributos de una sociedad democrática”.
Y es que hoy, en el magno evento, el presidente Peña Nieto se puso conceptual y no sólo consideró que Zabludovsky “hizo escuela”, sino que expuso sus concepciones sobre democracia y libertad de expresión:
“De muchos he escuchado, no sabemos si la democracia sea el mejor sistema, pero sin duda es el menos imperfecto, el que posibilite que todos se expresen con libertad, que todas las voces sean escuchadas, que a final de cuentas se construyan los mayores consensos para impulsar lo que el país o una sociedad demandan”.
Entonces pasó a garantizar que su gobierno es respetuoso de la libre expresión “que a veces gusta y que a veces no”.
El motivo del homenaje a Zabludovsky, que durante tres décadas fue el responsable de noticias y conductor estelar de 24 Horas, el noticiario más importante de Televisa, fue que cumplió 70 años de trayectoria y, para celebrarlo, se organizó un acto al que también asistieron el secretario de Educación, Emilio Chuayffet, y el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera.
La selección del escenario no fue ociosa. Jacobo –actualmente conductor de un noticiario radiofónico en Radio Centro– dijo que esa primaria escogió su padre, por ser pública, laica, gratuita y estar cerca de su casa. Luego expresó:
“Quiero hacer un reconocimiento afectuoso y lleno de gratitud al magisterio nacional”.
En su mensaje, Peña Nieto abundó en lo que definió como “ambicioso” proyecto educativo de su gobierno, en las virtudes de la reforma del sector…
Lejos ya los noventa, cuando se popularizó la canción que el grupo Molotov le dedicó a Jacobo, hoy, en la Escuela España, se develó una placa con su nombre.
Para Jacobo, el homenaje tiene un significado especial:
“No creo que ningún mexicano, por lo menos de los que yo he leído o conocido, haya recibido el honor que ahora la generosidad del presidente de la República y el jefe de Gobierno, me dispensan. Un honor tan grande como el de mi agradecimiento por ello”.
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