EL PRINCIPE |
Eduardo de la Torre Jaramillo
“los príncipes sabios…no sólo deben
preocuparse de los escándalos presentes, sino de los futuros, y tratar de
evitarlos por todos los medios, porque si se prevén con antelación se pueden remediar
fácilmente, pero si se espera a tenerlos encima, la medicina no llega a tiempo,
puesto que la enfermedad se ha vuelto incurable”: Nicolás
Maquiavelo
Este
año se cumplieron cinco siglos que el multicitado Nicolás Maquiavelo escribió
“El Príncipe”, libro que redactó en su condena al “ocio forzado”, y que se
publicó hasta 1531; un autor clásico que en el lenguaje común los políticos lo
han interpretado equívocamente, -porque no lo han leído-; donde la aplicación y
deformacióndel adjetivo “maquiavélico”, lo situaron como alguien que actúa en la vida privada
y pública cercano a la “maldad” o en su defecto a alguien que engaña, que es
hipócrita o actúa con astucia.
Un
libro que empieza con la siguiente dedicatoria en latín: “Nicolaus
Maclavellus/ad Magnificum Lavrentium Medicem”, cuyo significado en castellano
es “Nicolás Maquiavelo al Magnifico Lorenzo de Medici”; un texto ancestral que
va delineando como se debe mantenerse en el poder, y que de entrada se lo
dedicó a un hombre que estuvo en el poder; libro que por cierto donde se acuña
por primera vez el concepto de “Estado”; y por supuesto de allí arranca la
versión moderna del Estado; ya que en Francia y España en ese contexto se
encaminaban a esa nueva fase de organización política: un soberano, una administración
centralizada y la formación de un ejército bajo el mandato del monarca.
Una
de las partes más importantes a lo largo del libro es mostrar la “nueva
política” que él no pudo aplicar porque estaba expulsado del poder en 1512,
además de las formas de acceso al poder, por supuesto su mantenimiento al
mismo; donde las metáforas sobre el zorro y el león son básicas para la
conducción del gobernante; o el rol de la virtú,la
fortunay la occasioneen los políticos, conceptos que se alejan de la moral, porque
para Maquiavelo el “hombre virtuoso” es que va generando las condiciones para
gobernar, las provoca y trata de construir un nuevo orden político; en el caso
dela “oportunidad” es el momento de aprovechar la “fortuna”;la cual tampoco se
refiere a la parte económica, sino la coyuntura o las condiciones propicias del
entorno para acceder al poder político.
El
10 de diciembre de 1513 en un intenso intercambio epistolar con Francesco
Vettori; Nicolás Maquiavelo le dice que de un solo golpe terminó “El Príncipe”,
y efectivamente sólo le bastaron cinco meses para escribirlo, por cierto la
dedicatoria a Lorenzo d Medici es posterior, diciembre de 1515, porque el libro
originalmente estaba dedicado al tío, Guiliano de Medici, pero fallece.
Nicolás
Maquiavelo fue un asiduo lector de Polibio, de Aristóteles y por supuesto de
los literatos de su época Dante Alighieri, y Francesco Petrarca que eran
losrepresentantes del renacimiento italiano. Quien escribe sobre la real politik, ésta desarrollada puntualmente
en el Capítulo XV; en este apartadohabla sobre la relación del príncipe con sus
súbditos y amigos; de las cosas como son
y serán y no como debían ser; particularmente de la condición y pasión
humana y allí los hombres tienen las siguientes características: liberal,
tacaño, avaro, generoso, rapaz, cruel, clemente, desleal, fiel, pusilánime,
fiero, afeminado, valeroso, humano, soberbio, lascivo, casto, íntegro, astuto,
rígido, flexible, ponderado, frívolo, devoto, e incrédulo; y sobre todo porque
según Maquiavelo “la política para la generalidad es el reino de las
apariencias, ya que todos ven lo que pareces, pero pocos palpan lo que eres”.
Debo
recomendar a algunos autores de los cientos que han escrito sobre Maquiavelo,
el primero es Maurizio Viroli, el mejor biógrafo del florentino, su libro es
“la sonrisa de Maquiavelo”; otro ensayo, quizá el mejor es el de Sir Isaiah
Berlin que se encuentra en su libro “Contrala corriente. Ensayos sobre historia
de las ideas”, allí viene un apartado que se llama “La originalidad de Maquiavelo”,
allí hace un recuento de las más de veinte teorías que han hecho los autores
que han escrito sobre el florentino y cuya riqueza de ese escrito, es que va
discutiendo con los diversos autores.
Maquiavelo
separó a la vida privada de la pública, lo cual no significaba que no le
importará la ética, o que estuviera divorciado de ella, puesto que fue un
hombre religioso, dedicado a su familia y por ende defendía sus valores;
indudablemente el libro de “El Príncipe” es una obra renacentista en toda la
extensión de la palabra, a veces lo han confundido que es un libro científico de
la política, ello por su realismo político, pero no es así, puesto que lo
termina con una toma de posición sobre Italia y con un poema de su amigo
Petrarca; lo que si hay que decir es que hasta nuestros días Occidente, por
utilizar un viejo lenguaje está en deuda con Nicolás Maquiavelo.
Finalmente,
“El Príncipe” debe ser leído en su contexto italiano, y que en la actualidad
sirva para comprender una parte de lo que es la condición humana en el
ejercicio del poder…
Eduardo de la Torre Jaramillo
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