Los cambios a las leyes en materia energética fueron ordenadas para satisfacer las necesidades energéticas de los Estado Unidos. México no tendrá ninguna ganancia, prácticamente todos los beneficios se los llevarán las petroleras extranjeras que, además, no pagarán impuestos en México, señala el economista Alberto Montoya en entrevista con Carmen Aristegui para CNN.
Las recientes reformas en materia energética no beneficiarán a México sino a los Estados Unidos, quien se quedará con nuestro petróleo, con las ganancias por la vente de los hidrocarburos, con los intereses de los bancos que generen por las inversiones y pagarán impuestos en su país y no en México porque así lo permite elTratado de Libre Comercio con América del Norte. Así lo expuso el especialista Alberto Montoya en el programa de Carmen Aristegui en la cadena de televisión CNN.
Las reformas van a destruir la economía nacional y a la Comisión Federal de Electricidad y a Petróleos Mexicanos. Todas las disposiciones aprobadas son para beneficiar a las petroleras extranjeras y para desmantelar a las dos empresas del Estado. “El consejo de administración de Pemex puede decidir las venta de activos como ya lo ha hechos con las plantas petroquímicas”, señaló.
El gobierno de Enrique Peña, así como el PRI y el PAN han justificado las reformas alegando que Pemex y CFE están quebradas. Pemex no está quebrada, es una de las empresas más rentables del mundo, pero el gobierno le quita todas las ganancias para utilizarlo en el presupuesto público y para justificar su privatización. Además, al decidir el Congreso que se convierta en deuda pública el pasivo laboral de ambas empresas, esa deuda la pagaremos entre todos los mexicanos, pero no del petróleo sino de nuestros impuestos.
Según el director del Centro de Estudios Estratégicos, Con las modificaciones a las leyes secundarias, aumentarán los impuestos y los precios de las gasolinas, el gas y la luz porque disminuirán al máximo las ganancias y los impuestos derivados de la explotación de petróleo y gas porque las empresas petroleras podrán reportar niveles muy altos de costos, incluso inflarlos precios porque nadie las va a poder controlar.
Montoya Martín del Campo dio datos sobre las dimensiones de las pérdidas para el país que significan las reformas: Si hoy extraer un barril de petróleo crudo cuesta 22 dólares y se vende en el mercado en 100 dólares, la ganancia es de 78 dólares por barril. Si las petroleras extranjeras reportan costos de operación de 60 dólares, más los impuestos que pagarán en su país de origen, prácticamente se llevarán todo.
“La alternativa racional sería que México le diera valor agregado a los hidrocarburos y generara empleos aquí; así que en lugar de vender la materia prima debería procesarla y así obtendría millonarias ganancias. Si un barril de gasolina cuesta 150 dólares en promedio, un barril de petroquímica produce ganancias por 6 mil dólares. “Todo eso se le está entregando a las empresas privadas extranjeras.
La única posibilidad de revertir esta amenaza que se cierne sobre el país, es con la realización de la consulta popular sobre la reforma energética. “Por eso es muy importante que la gente firme a favor de la consulta, para obligar al gobierno a que se pregunte a los mexicanos si estamos de acuerdo o no con este despojo”. advirtió Alberto Montoya.
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