Sin duda un fenómeno. Pero no es diferente a cualquiera que haya
gobernado Nuevo León antes. Hay que recordar que fue priísta durante más de 30
años. Que fue candidato porque su Partido, el PRI, le cerró la puerta en
la cara. Pero no es distinto a los demás. Mucho menos es independiente. Aún
más, es Jaime Rodríguez el político más dependiente de todos.
EL FLAMANTE GOBERNADOR ELECTO POR NUEVO LEÓN NO ES EL POLÍTICO INDEPENDIENTE QUE LA PRENSA AFIRMA QUE ES.
Dependiente de la alta burguesía neolonesa. Tras su campaña hubo dinero de los empresarios ricos de ese estado norteño de México. Se habla de muchos patrocinadores, principalmente de la familia Junco de la Vega, dueña del Grupo Reforma, poderoso consorcio mediático en México, proveniente de Nuevo León, y enemigo del actual gobernador priísta Rodrigo Medina, a su vez asociado de Televisa y de la familia González, dueños del grupo Milenio, socios de la televisora.
Es evidente que en todo esto nada tiene qué ver la gente. El Bronco es pues la cara de una batalla intermonopólica en Nuevo León, un nuevo reparto del dinero. Con el PRI era para unos; y sencillamente, con el nuevo gobernador Jaime Rodríguez, será para otros.
Además ya se le proyecta como candidato presidencial, aunque él mismo lo niegue. ¿Lo veremos como aspirante “independiente” a la Presidencia del país? Si se exacerba la violencia (donde por “violencia” lo mismo se cuenta al narcotráfico que a la disidencia política, según la mentalidad empresarial), que golpea las ganancias de los capitalistas, y si el PRI o el PAN no son capaces de poner a un aspirante a modo de la burguesía, entonces saldrán a inyectarle todo el dinero a un abanderado cómodo. ¿Qué mejor que hacerlo con quien ya demostró carisma?
Es posible, pues, que veamos a El Bronco como candidato de los empresarios a la Presidencia de México en el 2018. Dependerá del contexto de entonces y de si el nuevo gobernador cumple con su misión de repartir el botín a sus patrocinadores. Negocio, pues. Nada nuevo.
Paren con el mito de que Jaime Rodríguez es el candidato independiente que se dice que es. Mentira. Y es peligroso además, pues acumula una mentalidad profundamente reaccionaria, anti popular y fanática del libre mercado. De tal manera que en Nuevo León se enterarán por la mala que gane quien gane, le problema no es el gobernador en turno, sino las manos que tras bambalinas tejen el poder. El sistema pues. ¿O a poco creen que un candidato independiente que hubiera salido de las fábricas de Monterrey hubiera contado con las mismas chances de ganar?
EL FLAMANTE GOBERNADOR ELECTO POR NUEVO LEÓN NO ES EL POLÍTICO INDEPENDIENTE QUE LA PRENSA AFIRMA QUE ES.
Dependiente de la alta burguesía neolonesa. Tras su campaña hubo dinero de los empresarios ricos de ese estado norteño de México. Se habla de muchos patrocinadores, principalmente de la familia Junco de la Vega, dueña del Grupo Reforma, poderoso consorcio mediático en México, proveniente de Nuevo León, y enemigo del actual gobernador priísta Rodrigo Medina, a su vez asociado de Televisa y de la familia González, dueños del grupo Milenio, socios de la televisora.
Es evidente que en todo esto nada tiene qué ver la gente. El Bronco es pues la cara de una batalla intermonopólica en Nuevo León, un nuevo reparto del dinero. Con el PRI era para unos; y sencillamente, con el nuevo gobernador Jaime Rodríguez, será para otros.
Además ya se le proyecta como candidato presidencial, aunque él mismo lo niegue. ¿Lo veremos como aspirante “independiente” a la Presidencia del país? Si se exacerba la violencia (donde por “violencia” lo mismo se cuenta al narcotráfico que a la disidencia política, según la mentalidad empresarial), que golpea las ganancias de los capitalistas, y si el PRI o el PAN no son capaces de poner a un aspirante a modo de la burguesía, entonces saldrán a inyectarle todo el dinero a un abanderado cómodo. ¿Qué mejor que hacerlo con quien ya demostró carisma?
Es posible, pues, que veamos a El Bronco como candidato de los empresarios a la Presidencia de México en el 2018. Dependerá del contexto de entonces y de si el nuevo gobernador cumple con su misión de repartir el botín a sus patrocinadores. Negocio, pues. Nada nuevo.
Paren con el mito de que Jaime Rodríguez es el candidato independiente que se dice que es. Mentira. Y es peligroso además, pues acumula una mentalidad profundamente reaccionaria, anti popular y fanática del libre mercado. De tal manera que en Nuevo León se enterarán por la mala que gane quien gane, le problema no es el gobernador en turno, sino las manos que tras bambalinas tejen el poder. El sistema pues. ¿O a poco creen que un candidato independiente que hubiera salido de las fábricas de Monterrey hubiera contado con las mismas chances de ganar?
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