Javier
Méndez Ovalle, ahora conocido como el asesino
de Tlatelolco, tiene una enigmática personalidad y detrás de su
imagen de “genio” esconde alteraciones severas de conducta que lo llevaron a
asesinar a Sandra Camacho, de 17 años, y a descuartizarla para ocultar su
delito.
YA FUE DETENIDO
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