Alcaldes de los municipios afectados
por el derrame de químicos de la mina del Grupo México en Sonora, además de sus
familias y políticos del PRI y del PAN, se beneficiaron con el dinero destinado
a los afectados por la contaminación del Río Sonora que fue desviado para
comprar su silencio, de acuerdo con documentos de
Semarnat.
Shaila Rosagel
(SinEmbargo).– La compañía minera Grupo México repartió los recursos del
Fideicomiso Río Sonora a discreción y a los políticos de los municipios
afectados por el derrame, para callarlos y dividir a la población, todo con la
anuencia de las autoridades federales, denunciaron miembros del Sindicato
Minero Sección 65 de Cananea y del Frente Unidos Todos contra Grupo México.
“Desde anoche leí la información sobre
el reparto de los recursos del Fideicomiso, y lo que puedo decir es se
comprueba lo que hemos dicho, que parte de los recursos se dedicó a políticos y
a personas relacionadas como autoridad, para que no le movieran mucho al
asunto”, dijo Antonio Navarrete Aguirre, miembro del Sindicato Minero Sección
65 de Cananea.
Este medio publicó ayer que los siete
alcaldes de los municipios afectados por el derrame de 40 mil metros cúbicos de
ácido sulfúrico de la mina Buenavista del Cobre de
Grupo México en el Río Sonora, y sus familiares cercanos cobraron cheques
jugosos por resarcimientos de acuerdo con la lista de beneficiarios del
Fideicomiso Río Sonora.
También obtuvieron cuantiosas sumas
varios políticos del Partido Acción
Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI) de
renombre y peso en Sonora, de acuerdo con la información entregada por la
Unidad de Transparencia de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales(Semarnat) a SinEmbargo.
La información da cuenta de 536
millones 382 mil 249 pesos con 49 centavos –de los 2 mil millones de pesos del
Fideicomiso– que fueron entregados al 16 de junio de este año, excluyendo los
datos de las personas que recibieron resarcimientos por concepto de salud, por
considerarlos información clasificada.
Navarrete Aguirre indicó que el tema
del reparto de los recursos ha originado golpes y pleitos entre la población
que no recibió resarcimiento y los que sí le sacaron “jugo” al Fideicomiso,
como los alcaldes, sus familias y políticos del PRI y del PAN, como documentó
SinEmbargo.
“Es realmente una irresponsabilidad
de las autoridades federales, que usó unos recursos que no eran de ellos, se
creó una división en el río y queremos cuentas claras en torno a los recursos
del Fideicomiso y los resultados en salud”, dijo.
El investigador Leopoldo Santos,
miembro del Frente Unido, indicó que la información divulgada por SinEmbargo,
sólo comprueba lo que se veía y se denunciaba en los pueblos.
“En Ures sobre todo, ya se decía que
los políticos estaban agarrando el dinero, que se les ve en los carros que
cargan y en las casas. Es una lástima que hagan esto, porque hay gente que en
verdad está enferma y está afectada por el derrame, que no ha recibido ayuda”,
dijo.
Los investigadores han pagado de su
bolsillo pruebas de laboratorio en el agua y en seis personas que están
enfermas.
Ambos activistas exigen claridad
tanto en el manejo del Fideicomiso, como en las pruebas de metales pesados en
el agua y en las personas que se quejan de estar enfermas.
El domingo pasado activistas del
Frente Unidos dieron a conocer que el agua que se empezó a desfogar de la presa
Rodolfo Félix Valdés “El Molinito” a la Abelardo L. Rodríguez en Hermosillo
desde el 10 de junio, contiene arsénico y aluminio por arriba de la norma, de
acuerdo con unos estudios de laboratorio que varios activistas costearon de sus
bolsillos en laboratorios privados.
De acuerdo con el Laboratorio
Analítica del Norte, el agua superficial del afluente que va de “El Molinito” a
la presa de Hermosillo contiene entre siete y 12 ug/L (microgramos por litro)
de arsénico, por encima de las normas internaciones como la de Estados Unidos (NAS) que ubica como
niveles normales tres mg/L, y de Canadá que considera en el límite cinco ug/L,
informó Reina Castro Longoria, profesora e investigadora de la Universidad de
Sonora (Unison) y doctora en Ecología.
El arsénico también se encontró en
los pozos aledaños a la presa El Molinito, en el ejido El Molino de Camou en un
rango entre ocho y 14 ug/L.
“Estos resultados son elevadísimos,
es en el agua que dijeron que estaba limpia. Las autoridades mexicanas dicen
que estaba limpia porque los niveles de arsénico de la norma mexicana es de 25
microgramos por litro”, dijo Castro Longoria.
En cuanto al aluminio la norma
mexicana indica dentro de la aceptable 200 ug/L, mientras que laOrganización Mundial de la Salud (OMS)
dice que son 20 ug/ L y la EPA entre 50 y 200 ug/L.
Sin embargo las aguas cercanas a la
presa Abelardo L. Rodríguez, a unos dos kilómetros de distancia, en el ejido La
Victoria, el aluminio salió con niveles entre 221 y 670 microgramos por litro.
En el agua no se encontró cobre, pero
sí fierro en dos de los seis pozos analizados.
“Con estos datos vamos a elaborar un
informe y lo vamos a adherir a una demanda por daño ambiental y ecológico
contra Grupo México”, dijo la investigadora.
Los investigadores pagaron estudios
de metales pesados en seis personas al Laboratorio Bio Químico San José, los
cuales detectaron arsénico, aluminio, fierro y cobre en la sangre.
Las seis personas que se realizaron
los estudios tienen edad entre 15 y 66 años. Cuatro mujeres y dos hombres.
Los análisis costaron 3 mil pesos
cada uno y arrojaron que al arsénico dieron positivo seis de seis; cobre seis
de seis; fierro cuatro de seis y aluminio uno de seis. El método fue por medio
de Absorción Atómica por Aspiración directa en Flama.
La Agency For Toxic Substances &
Disease Registry, ATDSR indica que el límite normal de una persona sana debe
estar en 1 µg/L y en este caso los pacientes de “El Molinito” tienen en su
sangre de 2.2 a 19.3 µg/L, dijo Castro Longoria.
La académica indicó que entre las
personas más afectadas está Nadia Gómez Moraga, de 32 años, con 19.3
microgramos por litro en la sangre. Fue la más alta.
Nadia fue entrevistada por SinEmbargo
en junio en un recorrido que este medio realizó por la zona afectada.
Entre los altos niveles de arsénico
también está María de Jesús Ramírez, con 18 ug/L, también entrevista en junio.
Además de Gloria Alcaraz Arce, con 18.7 ug/L de arsénico en la Sangre.
“Lo que está pasando en Sonora es una
situación crítica y preocupante. Las autoridades se echan la bolita unas a
otras y Grupo México al final dirá que ya cumplió y los responsables son las
autoridades. Se van a querer lavar las manos y olvidar la situación grave que
provocaron. Queremos que el gobierno federal haga exámenes de metales pesados a
todas las personas afectadas y que nos enseñe los resultados, que nos diga qué
laboratorio y los parámetros, que se involucren organizaciones internacionales,
porque quieren tapar todo”, dijo Navarrete.
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