La fuga de Joaquín Guzmán Loera, ya puede ser utilizada como
la justificación más real para que el presidente
de la República presente
su dimisión ante su total ineptitud por sacar adelante
a todo un país que cada día está más pobre,
desempleado, y sin ninguna esperanza.
A Enrique Peña Nieto, se le entregó un país grave,
pero él le ha practicado la eutanasia; ni
siquiera nos permitió morir dignamente. Millones de mexicanos estamos muertos
en vida: unos, porque el crimen les secuestró y asesinó a sus familiares;
otros, porque no tienen para comer.
Insistimos, el escape del “Chapo” Guzmán
ya es la última gota que esperábamos que derramara el vaso para exigir de una
vez por todas, la renuncia de un político que ya no sabe por dónde meterse todo el dinero que le roba a los
mexicanos, y que ha permitido literalmente, que Angélica
Rivera también
hurte decenas de millones de dólares.
Por si fuera poco, Peña Nieto está tan enfermo de salud, que
ya no puede seguir más; su poca inteligencia, ha sido consumida por el
cáncer que padece, y que no lo quiere informar a la
ciudadanía, porque según él “no
estamos preparados para recibir estás noticias”, como
si no hubiéramos vivido todas las desgracias posibles.
México entero grita: “que renuncie Peña Nieto”.
El país despertó este domingo 12 de julio, sabiendo de la fuga
del “Chapo” Guzmán.
Esperemos que no pasen muchos domingos, para que amanezcamos con la renuncia de Enrique Peña
Nieto.
Por Luis Enrique Rocha. @luis_journalist
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