Javier Duarte pasa a la historia política de Veracruz, entre otras cosas, como el gobernante que concibió a la educación como una gran bolsa de recursos financieros, los cuales podría disponer y usar para otros fines, sin ninguna consecuencia. Fue incapaz de entender el papel de la educación como un área de inversión en futuro. Ahí están como referencias su Plan de Gobierno en la materia y el Programa de Educación, un total desastre en cuestiones de forma y fondo.
Según la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Duarte desvió 8 mil millones de pesos, recursos que debieron invertirse en tres rubros y los cuales no se hicieron, entre ellos para la Educación Básica y Normal. El “desvío” supone que los recursos no fueron usados en la educación de los niños veracruzanos pero que si en otras áreas consideradas más importantes por el Gobierno de Javier Duarte, pero no fue así. No pudieron comprobar el uso lícito de esos recursos y fueron obligados a reintegrarlos a la federación. Pero a continuación un dato que refleja la clase de Gobierno que tiene Veracruz y por el cual según datos periodísticos, ya fue denunciado penalmente ante la Procuraduría General de la República
“Según la Auditoría Superior, el gobierno de Veracruz, una vez que la dependencia realizaba las observaciones sobre los recursos utilizados sin la justificación correspondiente, reingresaban los recursos señalados por el órgano fiscalizador, a otra cuenta y mostraban dicho comprobante como parte del supuesto reingreso. La ASF daba por solventada la observación y los funcionarios retiraban los recursos para utilizarlos en un sitio distinto al que estaban destinados, sin que hasta ahora se sepa realmente en qué fueron aplicados.”
La corrupción en el Gobierno de Javier Duarte y la Secretaría de Educación de Veracruz está comprobada y demostrada. Siendo afectados miles de niñas y niños veracruzanos y cientos de maestros en servicio y jubilados a los cuales se les adeudan millones de pesos por diversos conceptos.
Con la llegada de Xóchitl Osorio Martínez a la Secretaría de Educación de Veracruz este circulo de corrupción se fortalece y se blinda, ya que como Subsecretaria de Educación Básica no hubo ninguna declaración pública para deslindarse o defender los recursos públicos destinados a las niñas y niños veracruzanos. Esta actitud, seguramente se mantendrá en su calidad de Secretaria de Educación y no habrán denuncias que busquen recuperar los recursos que funcionarios robaron del presupuesto público y de las aportaciones de los maestros veracruzanos.
Como Colectivo magisterial en lucha por lograr una evaluación formativa de los maestros en servicio y de todo el Sistema educativo, entendemos el llamado que le hace el gobernador a la nueva funcionaria de “conducirse con lealtad”. Lealtad significa que antes de los intereses y derechos de las niñas y los niños, esta la protección a la red de funcionarios que han sostenido a este sistema.
Compañeras y compañeros movilizados, cambian los nombres pero es el mismo sistema, los mismos intereses, el mismo equipo que seguirá tomando decisiones.
Si a una evaluación formativa e integra del sistema educativo, No a la evaluación punitiva y parcial.
Fotografía: marcha
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