El pasado 1 de julio, en entrevista con SinEmbargo,
Rubén platicó sobre el estado que guardan la prensa y de la libertad de
expresión en Veracruz; el modus operandi del gobierno de Duarte de Ochoa para
mantener sometidos a los medios de comunicación y la vida que deben llevar los
reporteros y fotógrafos que no quieren recibir dinero a cambio de su silencio.
La anarquía es tal, dijo, que todos la están pasando mal menos la
corrupción, en un Veracruz que la muerte escogió para vivir en brazos de un
gobierno admirador del ex dictador español Francisco Franco.
En el cuarto año de Gobierno de Javier Duarte de Ochoa, la
administración priista carga con la siguiente lápida: 12 asesinatos de
reporteros (la mayoría de estos casos están sin resolver), tres reporteros
desaparecidos en la entidad, una decena de exiliados por amenazas veladas de
grupos delincuenciales y varios reporteros intimidados, golpeados u hostigados
de forma anónima por ejercer el oficio.
En diversas entrevistas, Jorge Morales Vázquez, integrante de la
Comisión Estatal para la Atención y Protección de Periodistas (CEAPP) ha
asegurado que las garantías para el gremio cada vez se ven más vulneradas y el
libre ejercicio de la profesión se vuelve más frágil, peor aún, apunta, el
grado de corrupción y de no investigación de los Ministerios Públicos y de los
cuerpos policíacos es cada vez más evidente.
De acuerdo con la organización Artículo 19, en 2014 Veracruz se
ubicó, con 41 casos, entre las cinco entidades federativas con el mayor número
de agresiones a periodistas. En el cuarto año de Gobierno de Javier Duarte de
Ochoa, 12 reporteros han sido asesinados (la mayoría de estos casos están
irresueltos), tres reporteros están desaparecidos en la entidad, una decena
exiliados por amenazas veladas de grupos delincuenciales y varios reporteros
intimidados, golpeados u hostigados de forma anónima por ejercer el oficio.
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