El repudio social por la detención de la escritora generó el llamado “Maríngate”, un escándalo mediático y político nacional que exhibió al “Góber Precioso” por haber ordenado a sus instituciones de seguridad dar de “coscorrones a esa vieja cabrona”, como lo aseveró el mismo Mario Marín en su conversación con Kamel Nacif
Puebla
Por Roberto Desachy Severino
Si de algo estamos cansados los mexicanos es de la corrupción y de los policías abusivos y torturadores, por ello, es un verdadero desatino que el edil priísta de Cancún, Quintana Roo, Paulo Carrillo de Cáceres, haya nombrado como director de la Policía de uno de los municipios más turísticos del país a Jaime Alberto Ongay Ortiz, uno de los torturadores de la escritora y luchadora por los derechos humanos Lydia Cacho, en complicidad con el “Góber Precioso”, Mario Marín Torres en el 2005.
Jaime Ongay es gente del gobernador Roberto Borge Angulo, que lo tenía en su gabinete como subsecretario de Ejecución de Penas y Medidas Penitenciarias, pero ahora se lo impuso al presidente municipal de Cancún, Paulo Carrillo de Cáceres, quien mansamente aceptó la medida, a pesar de que el “policía“ estuvo involucrado en la detención ilegal de Lydia Cacho a mediados de diciembre del 2005.
Jaime Ongay fue cómplice de los “Judas” enviados desde Puebla por el “Góber Precioso”, Mario Marín Torres, para detener a Lydia Cacho, quien había denunciado que uno de los empresarios marinistas, Kamel Nacif, estaba protegiendo a un pederasta, Jean Succar Kury, quien después confesó que abusaba de niños y estuvo preso por este delito.
El repudio social por la detención de la escritora generó el llamado “Maríngate”, un escándalo mediático y político nacional que exhibió al “Góber Precioso” por haber ordenado a sus instituciones de seguridad dar de “coscorrones a esa vieja cabrona”, como lo aseveró el mismo Mario Marín en su conversación con Kamel Nacif: https://www.youtube.com/watch?v=ipSdFC_qI7I.
Así que – gracias a la determinación de Roberto Borge y Carrillo de Cáceres – de hoy en adelante el titular de la policía de uno de los municipios que más turismo nacional e internacional recibe cada año, Cancún, será este oscuro, cuestionadísimo personaje. De mal en peor.
Un éxito las playas en el zócalo de la capital
Entre 6 mil y 7 mil personas van cada día a las “playas” que el ayuntamiento de Puebla colocó en el zócalo de la capital, lo que ratifica que este programa del alcalde Tony Gali Fayad ha sido todo un éxito, a pesar de las descalificaciones que actores políticos les envían en redes sociales y en espacios informativos ligados al PRI.
El objetivo de las “playas” en el zócalo de Puebla no es solamente que la gente se divierta, disfrute del sol y conviva con la familia, sino que lea alguno de los centenares de libros que el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMACP) puso a su disposición o que, como se ve en las imágenes, practique un juego de mesa.
Desde luego que este programa del ayuntamiento encabezado por el alcalde Tony Gali NO daña el patrimonio histórico ni cultural de la Angelópolis, como tampoco se afectó en diciembre, cuando se colocó la “Villa Navideña”, que gustó mucho a los poblanos, porque con estos proyectos se le da vida al centro de la ciudad.
Cuando Marcelo Ebrard instauró en el DF estas “playas”, como hoy sucede en Puebla, también recibieron críticas y algunas descalificaciones, aunque la realidad es que la gente las disfruta mucho, porque implica hacer algo diferente en el día y disfrutar la zona más bella de la capital; es decir, el Centro Histórico.
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