Nuevamente, Raymundo Riva Palacio aborda las “Traiciones en
Veracruz” en su leído espacio: “Estrictamente Personal” que se publica en El
Financiero, y al respecto se cuestiona: “¿Quién ganará la elección para
gobernador en Veracruz?”, y responde: “Si hoy fuera la votación, de acuerdo con
una encuesta en las manos de los dirigentes del PRI, la victoria sería para el
candidato de la coalición PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes. El candidato priista,
Héctor Yunes, daría una fuerte pelea en las urnas, pero no le alcanzaría para
derrotar a su primo hermano.
El candidato de Morena, Cuitláhuac García,
quedaría lejos de los punteros. Pero no se sabe, sin embargo, qué pasará dentro
de dos domingos cuando sea la votación, porque se siguen peleando los
candidatos en las cañerías, aunque los traidores dentro del PRI siguen sumando
esfuerzos para llevar a Yunes, el azul, al gobierno veracruzano. La
desintegración de la institucionalidad priista no se había visto con tal
claridad desde que los gobernadores del norte y centro del país boicotearon la
campaña presidencial de Roberto Madrazo, en 2006. La reedición de esta lucha,
evoca aquellos años.
En Veracruz se juegan muchas cosas que tienen que ver con
la sucesión presidencial en 2018. El estado es el tercero con mayor peso electoral
-después de México y la Ciudad de México-, y nunca ha sido gobernado por otro
partido que no sea el PRI. Empero, en las elecciones presidenciales de 2012 el
candidato Enrique Peña Nieto fue derrotado por la panista Josefina Vázquez
Mota, y es donde su aprobación como Presidente, así como la de Javier Duarte
como gobernador, se encuentra en el peor nivel entre las 12 entidades donde se
disputan gubernaturas. Una derrota del PRI dejaría a su abanderado presidencial
con sólo una entidad, el Estado de México, de las que cuentan como los campos
de batalla electoral, bajo un gobierno priista.
La paradoja es cómo, en estas
condiciones, hay priistas que están trabajando a favor del candidato del PAN, y
que las traiciones se sepan al más alto nivel del gobierno sin que se corrijan
o haya consecuencias. La persona que está demostrado encabeza la campaña
priista contra su candidato, Héctor Yunes, es la diputada local Marisela Tovar
Lorenzo, que está operando con los petroleros de Poza Rica, en el norte del
estado, para movilizar el voto a favor del panista Yunes. De acuerdo con
personas que conocen de la operación de los priistas traidores, de manera muy
cuidadosa se han infiltrado en organizaciones de su partido y asistido a
reuniones y mítines a favor del candidato para reclutar conversos. Tovar
Lorenzo, quien es de Papantla, forma parte del corredor del norte veracruzano,
donde el panista Yunes quiere revertir los respaldos electorales para su primo
priista.
¿Hasta dónde los petroleros del norte de Veracruz están actuando con
la aprobación de los líderes del sindicato?
En el sur, donde Yunes el panista
tiene menos apoyos, los petroleros están con Morena. Nadie sabe para quién
trabaja en Veracruz. Tovar Lorenzo, de acuerdo con veracruzanos conocedores,
está operando contra el PRI en apoyo de Donaciano Cobos, que está enfrentando
al enemigo de su familia, Basilio Picazo, por una diputación local.
Lo irónico
es que Cobos, que contiende por el Partido Alternativa Veracruzana, apoya
estatalmente al priista Yunes. Los caminos que se cruzan son amplios. Otra
persona que opera a favor del panista Yunes es Enrique Ampudia Melo, nacido en
Hidalgo y con vieja relación con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel
Osorio Chong, y con el exprocurador general, Jesús Murillo Karam. Ampudia Melo
fue subsecretario de Gobierno en la administración de Duarte, y más adelante su
secretario particular.
Extraña vinculación por los antecedentes. Tomó mucho
poder durante los 80’s, cuando en el gobierno de Patricio Chirinos el expriista
Miguel Ángel Yunes, su responsable de seguridad, creó un sistema de
inteligencia política en la entidad, que usaba para espiar a sus adversarios, y
le dio la responsabilidad a Ampudia Melo. Como griego dentro del Caballo de
Troya, se vinculó hace poco a la campaña del priista Yunes, pero de acuerdo con
la prensa local, fue marginado. El corredor del norte veracruzano tiene dos
soportes financieros. Uno es Tantoyuca, el municipio donde el PAN registra el
mayor número de votantes de todo el país, donde el cacique es el tres veces
alcalde y diputado local, Joaquín Guzmán Avilés, cuyo sobrino Jesús, es el
actual presidente municipal.
El otro es Manuel Muñoz Ganem, exdirector
administrativo del ISSSTE cuando el panista Yunes era su cabeza, y quien es
considerado como su principal prestanombres. Muñoz Ganem, junto con su viejo
amigo, es sujeto de una investigación de la PGR por lavado de dinero. Las
articulaciones se complementan con Ricardo García Guzmán, contralor general en
el gobierno de Duarte, cuyo hijo, promovido por el panista Yunes a funcionario
del ISSSTE y diputado local, es actualmente alcalde priista en Pánuco.
Las
traiciones priistas al candidato priista no son sólo coyunturales. Forman parte
de esa degradación del tejido político en Veracruz, acentuado por la debacle
del gobierno de Duarte, y por el interés, en algunas oficinas del gobierno
federal, que perder el estado es menos costoso, pensando en 2018, que dejar que
el líder del partido, Manlio Fabio Beltrones, rescate la gubernatura para el
PRI. No parece casual que el estratega de opinión pública y mercadología de
Miguel Ángel Yunes sea Hugo Scherer, un muy experimentado operador político que
trabaja de manera regular con el secretario de Gobernación”. Hasta ahí el
comentario. Twitter:@rivapa
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