mayo
30, 2016
El adeudo de más de 2 mil millones de pesos
que el Gobierno de Javier Duarte tiene con la Universidad Veracruzana afecta
también a unos 350 estudiantes indígenas agrupados en la Universidad
Veracruzana Intercultural (UVI) que cuenta con cuatro sedes, dos a medio
construir. De acuerdo con los testimonios de directivos de las distintas zonas,
en Totonacapan, los alumnos estudian en edificios sin ventanas, ni
electricidad. Mientras que, para las cuatro regiones, los apoyos que se
gestionan para los estudiantes, como becas y desayunos, están en riesgo por la
falta de recursos. El pasado viernes, durante la megamarcha en defensa de la
UV, un grupo de personas también habló por los
estudiantes indígenas que la casa de estudios arropa.
Por Miguel Ángel León Carmona
Xalapa,
Veracruz, y Ciudad de México, 30 de mayo (SinEmbargo/Blog Expediente).- David
Islas Bravo es una de los diez mil personas que se sumaron a la marcha “Todos
Somos UV”. Un hombre que, además de dar cátedra es activista y se ha sumado a
la lucha de los 350 estudiantes indígenas de la Universidad Veracruzana
Intercultural (UVI), uno de los tantos proyectos que se ponen en riesgo ante la
deuda millonaria del Gobierno del Estado con la Universidad Veracruzana.
La
causa que defiende el profesor es un modelo de enseñanza, nominado al premio
Interamericano de Innovación Educativa en Educación Superior 2016, mismo que
para el mandatario veracruzano, Javier Duarte de Ochoa, resulta indiferente
pues nunca ha visitado alguna de las cuatro sedes de la UVI; dos de ellas a
medio construir por falta de presupuesto desde que el ex Gobernador Fidel
Herrera Beltrán, acompañado por las panistas Josefina Vázquez Mota y Xóchitl
Gálvez, pusieron la primera piedra en la región Huasteca, en agosto de 2008.
Al
hombre se le mira efusivo, participando en la protesta desde dos escenarios
diferentes: el primero, en la plaza Lerdo, Xalapa; donde aplaude el discurso de
Shantal Meseguer, directora de la UVI. El segundo lo hace desde la realidad
virtual, monitoreando la participación de sus alumnos en la Sierra de
Zongolica, la Huasteca, el Totonacapan y las Selvas del Sur.
Universitarios que desde las zonas más vulnerables del estado exigen el pago
inmediato de los 2 mil 300 millones de pesos que el Gobierno Estatal debe a la
Universidad Veracruzana. ¡Tenoxtin te UV! (¡Todos Somos UV!) corean, al unísono
en Náhuatl, los estudiantes provenientes de la sierra de Zongolica.
David
Islas, que porta una camiseta blanca y escudo de la Flor de Lis, hace una pausa
en el monitoreo de páginas en Facebook y comparte el extracto de una plática
con una egresada de las Grandes Montañas, “me dijo que a pesar de ser mujer,
indígena, y pobre, en la UVI consiguió la oportunidad de ser feliz”.
“TENOSTIN TE UV”, DESDE LA REGIÓN DE LAS MONTAÑAS
Fueron
las primeras voces que se levantaron en todo el estado: las de la Sierra de
Zongolica. Los estudiantes se anticiparon a las protestas y desde el 26 de mayo
publicaron un video en Facebook donde sus pronunciamientos se tradujeron del
náhuatl al español y viceversa.
“¿Qué
pasará con los proyectos para nuestras comunidades? ¿Seguiremos teniendo baños
sin agua? ¿Salones sin luz eléctrica? ¿Nos quedaremos sin experiencias
educativas por falta de recursos? ¿Sin maestros por falta de salarios?,
cuestionaron los estudiantes en la grabación. Las mimas preguntas que durante
la marcha del pasado viernes gritaron con plumones de aceite sobre pancartas
fluorescentes.
Ya para
el 27 de mayo, los estudiantes náhuas de la sierra, se instalaron en Orizaba,
Veracruz, protestaron en el territorio gobernado por Juan Manuel Díez Francos,
Alcalde que ha sido criticado por impedir a los indígenas laborar sobre la vía
pública, además de violentarlos, usando la fuerza municipal.
Ahí, pues, unos cincuenta jovencitos, compartieron su cultura con visitantes
que se acercaron a la plazuela. Si bien, en Xalapa, la marcha fue amenizada por
el mariachi universitario, en Orizaba el grupo Son de las Verdes Montañas
hizo lo suyo e interpretó melodías con panderos de cuero y jaranas.
Fue así
la participación de los estudiantes provenientes de la zona más pobre del
estado, la sierra de Zongolica, durante la movilización en defensa de la UV. En
esa zona, según los números del Consejo Nacional de Evaluación de la Política
de Desarrollo Social (Coneval), se ubican los dos municipios más miserables de
Veracruz; Mixtla de Altamirano y Tehuipango.
Sin
embargo, con el adeudo a la UV, las oportunidades para los estudiantes del
lugar se reducen aún más. Pues considerar una ampliación de matrícula raya en
lo imposible. Es decir, el proyecto, al momento, beneficia a las comunidades
más cercanas a la UVI y deja sin oportunidades de completar la
educación profesional a la mayoría de los jóvenes que habitan en los 13
municipios que integran la Sierra de Zongolica.
A lo
anterior, como lo denuncia el profesor David Islas, el adeudo con la casa de
estudios, pone en riesgo también los apoyos que la UVI gestiona para otorgarlos
a toda su comunidad, como son becas y desayunos.
“La
UVI, hace un esfuerzo por becar al 100 por ciento de los jóvenes que ingresan a
la universidad, gestionamos desayunos para ellos con la Comisión Nacional de
desarrollo en los pueblos indígenas, (CDI). Sin embargo, ante la situación
desalentadora, nos podríamos quedar sin recursos para entregar apoyos
económicos, lo que elevaría a la deserción a un gran número de estudiantes”,
alerta Islas.
El
docente recordó también que hace poco el Gobernador Javier
Duarte tuvo que cancelar su asistencia a la inauguración de una obra
en el municipio de Zongolica debido a las protestas en su contra de los
estudiantes de la UVI, cuyo plantel se encuentra en la zona.
“Los estudiantes se manifestaron al interior de las instalaciones,
lo esperaron con carteles, con las mimas peticiones; que se entregara el pago a
la Universidad. Pues bueno, llegaron patrullas a resguardar el lugar y luego de
la presencia policial, el Gobernador ni siquiera asistió a la inauguración”,
dijo el también activista.
“No hay
pretexto para omitir nuestra existencia, Javier Duarte ha sido invitado a los
informes de la Rectora, pero tampoco asiste. Y si lo hace, es por medio de
algún asistente. Entonces digo, si no va al informe de nuestra
representante, que se realiza en la misma ciudad donde gobierna, menos irá a
las zonas más pobres”, agregó.
“TAN TUMPTYTYYAM TA UV”, EXIGEN EN LA REGIÓN DE LAS SELVAS DEL
SUR
En el
caso de los estudiantes de la UVI, en el sur del estado, salieron a marchar por
las avenidas principales de Coatzacoalcos; acompañados de catedráticos y
directivos. “Veracruz ha sido condenado a la miseria y a las desapariciones
forzadas, mientras que la educación pública está en riesgo ahora y en el
futuro”, ese fue el eje central de los pronunciamientos.
Postura
similar a la que emitió Shantal Meseguer, encargada de dar el discurso de la UV
y la crisis social que ahoga a Veracruz. La directora de la Universidad
Veracruzana Intercultural, lo hizo frente al palacio de gobierno, en la capital
del estado.
“Que no
se abandone a los familiares de los desaparecidos; que se apoye a los
periodistas que luchan por la libertad de expresión; que se apoye a los
maestros y niños que buscan una educación pública digna”.
Se
trató de una manifestación pacífica, sobre la avenida Universidad, en
Coatzacoalcos, en la cual participaron unos mil universitarios, encabezados por
el vicerrector Jorge Andaverde Arredondo. “No robes más y devuelve lo que le
quitaste a la UV,” fue la frase que Luisa, una indígena de la región, tradujo
al huasteco para ser replicada en la página de internet, Uvi Sede Las Selvas.
“GATHO
DI UV HU”, EN LA REGIÓN DE LA HUASTECA
“La
situación es crítica en la Universidad Veracruzana, las clases se realizan,
aparentemente, con normalidad, pero lo que ustedes no saben es que para ir a
las comunidades que nos quedan a dos horas de distancia el vehículo necesita
combustible, ese gasto lo estamos cubriendo los profesores con nuestros escasos
ingresos. No tenemos ni para los artículos de limpieza”.
Esas
fueron las palabras de la coordinadora Jacinta Toribio, dirigidas a un grupo de
20 huastecos, en el municipio de Ixhuatlán de Madero, en el norte de Veracruz.
Por allá, según se leyó en su posicionamiento, los recursos destinados para la
investigación y movilidad de profesores, estudiantes y personal académico, son
raquíticos. Al grado de realizar los consejos universitarios mediante video
conferencias.
Aunado
a lo anterior, David Islas comparte otro de los problemas que surgen a raíz de
la escapes de recursos financieros: “Por acuerdo de la comunidad de la
UVI y ante una intensa dinámica de trabajo, que no se puede detener, se ha
establecido el denominado hospedaje solidario, es decir, ante la limitación de
recursos cuando nos toca ir a consejos o cursos ofertamos nuestras casas para
ahorrarnos los gastos de alojamiento. Cuando, por norma, la institución te debe
de dar viáticos”.
Por su
parte, los alumnos de la región huasteca, agregaron, “nadie de los que estamos
aquí podríamos terminar nuestros estudios en escuelas privadas. Además, aquí
nos enseñan a pensar y crear, no solamente a armar cosas, estamos en una
escuela crítica, por ellos le pedimos al gobierno que devuelva el dinero”.
“AKININ WAKG UV”, REGIÓN DEL TOTONACAPAN
“En la
sede totonacapan hay edificios sin ventanas, ni electricidad. Nos prometieron
el apoyo para la implementación de laboratorios multimedia, se compraron los
equipos y ahorita se están echando a perder, pues requieren salones
climatizados”.
Los anterior
es parte del discurso que comisiones de alumnos y académicos salieron a
compartir con las comunidades de la zona del Totonacapan, por las comunidades
de Coyutla, (El Chote, Papantla), Espinal y Entabladero. Mensajes que se
replicaron en carteles hechos a mano, volantes, perifoneo, redes sociales,
radios comunitarias y rueda de prensa.
Por los
alumnos totonacos, alzó la voz Shantal Meseguer, directora de la UVI en la zona
del Totonacapan,quien aprovechó diez minutos frente a una comunidad de 10 mil universitarios;
investigadores, directivos y sobre todo, los funcionarios estatales que
escucharon la protesta a escasos metros de distancia, a ellos se refirió con lo
siguiente:
“Nos
deben a todos, porque el agravio es mayor que la deuda, han impedido que estudiantes
totonacos tengan una infraestructura digna. Se trata de una deuda social, una
deuda a la justicia. El gobierno de Javier Duarte está en deuda con los pueblos
indígenas. Una clara intención de desmembrar la educación pública y gratuita”.
Finalmente,
el también investigador, David Islas comentó, mientras recogía sus
consignas en hojas de cartulina: “Javier Duarte le está enseñando a marchar, a
la gente que no sabía marchar”.
Así
concluía la tarde del 27 de mayo de 2016, para el maestro David Islas Bravo. En
una caminata que no superó la asistencia ni el bullicio de la anterior Marcha
Monumental. Sin embargo, el movimiento, logró que la frase de la Rectora, Sara
Ladrón de Guevara, se cumpliera: “Debemos ser las voces de quienes no pueden
ser escuchados” y así fue.
El
pasado viernes un puño de personas también habló por los 350 estudiantes con
orígenes indígenas, que la Universidad Veracruzana arropa, pero que el gobierno
duartista, se aferra empeña a destruir sus metas profesionales.
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