Por Armando Ortiz
Pues a
como lo anunciaron, todos esperábamos la gran revelación: la voz costeña de
Andrés Manuel López Obrador poniéndose de acuerdo con el de la voz aguda,
Javier Duarte, para brindarle todo el apoyo a Cuitláhuac García y hacerlo
gobernador de Veracruz. Queríamos oír a AMLO poniendo sus condiciones y a
Javier o a algún emisario de Javier aceptando esas condiciones. Queríamos
escuchar el “de acuerdo”, o “estamos juntos en esto”, o el “te doy mi palabra”.
Pero no hubo nada de eso.
En el
audio que presentaron los líderes del PAN y del PRD sólo se escucha la voz de
“alguien” comunicándose con a quien se reconoce como Gabriel Deantes, hablando
del fenómeno de Morena en Veracruz. De ahí parte Gabriel Deantes, mapache
electoral de altos vuelos, para hacerse una chaqueta mental, insinuando que
deberían de buscar alianza con Morena y así dejar solos a los traidores del
PRD.
Es
cierto que si la intención sale de Gabriel Deantes es posible que éste haya
buscado un acercamiento con el tabasqueño. Pero afirmar que hubo un
acercamiento, y afirmar que AMLO pactó con Duarte ya es hacer un cuento de
ficción. De modo que Pepe Mancha y Rogelio Franco, ya excitados por el contexto
electoral se hacen la misma chaqueta mental y suponen que tal arreglo se dio.
Por
supuesto no se puede decir que no hubo tal pacto secreto, pero si lo hubo pues
por ser secreto difícilmente van a encontrarse las pruebas. Si las tiene, la
coalición PAN-PRD debería presentar esas pruebas. No deberían tratar de vender
una historia sin sustento porque esas historias, como las del periodismo mal
hecho, se derrumban con un simple soplido de verdad. Ahora bien, suponer que
ese apoyo se da porque la cuñada de López Obrador está en la Oficialía Mayor de
la SEV es especular; suponer que el crecimiento de Morena en Veracruz se debe
al apoyo que el gobierno de Duarte le brinda es especular y al mismo tiempo
menospreciar a un partido que ha sabido recoger el malestar de millones de
mexicanos por un gobierno fallido como el de Peña Nieto, y el de miles de
veracruzanos hartos de un gobierno como el de Javier Duarte. Morena no necesita
del apoyo del gobierno de Veracruz porque ese apoyo llega de manera intrínseca
ante un gobierno fatal como el de Javier Duarte.
Es tal
la confianza que tienen en ese malestar que ha generado el gobierno de Javier
Duarte, que los candidatos de Morena se han olvidado de campañas electorales y
sólo se sientan a esperar a que se llegue el 5 de junio para que el partido de
López Obrador, solito y sin ningún esfuerzo, recoja los votos de ese hartazgo.
Por ejemplo, ¿acaso sabe usted quién es el candidato de Morena para el distrito
de Xalapa urbano, o conoce la trayectoria de la candidata que contiende en el
distrito de Xalapa rural?
Como no
se les ve en campaña uno pensaría que sólo esperan a que las manzanas se caigan
del árbol para ver cuántas pescan.
Pero
conociendo a Andrés Manuel López Obrador es difícil pensar en un pacto con el
gobierno de Veracruz. En caso de que ese pacto se hubiera dado, descubrirlo
sería descartarlo de la pelea por la Presidencia. Si AMLO pactara con Javier
Duarte, eso sería como ponerse la soga al cuello, porque si ese pacto se hizo,
Duarte tendría la prueba para sacarlo de la jugada y con ello le obtendría una
moneda de oro para negociar con el próximo candidato del PRI a la Presidencia,
y así pedir más impunidad.
Armando
Ortiz
aortiz52@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario