Luis Téllez Kuenzler, miembro independiente del
Comité Técnico del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el
Desarrollo. Foto: Miguel Dimayuga
Como
funcionarios defendieron con fervor reformas neoliberales argumentando que eran
para el bien de México. Pero los principales beneficiarios fueron ellos mismos.
Gente como Luis Téllez Kuenzler, Guillermo Ortiz Martínez, Francisco Gil Díaz y
Carlos Ruiz Sacristán, entre otros muchos, usaron las reformas que promovieron,
su experiencia en el sector público, la información que manejaron y la red de
contactos aneja al poder para insertarse en la iniciativa privada y alimentar
sus fortunas. ¿El sector más afectado por este fenómeno? El petrolero.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Ocuparon secretarías de Estado, crearon
consultorías, entreveraron sus intereses privados con los públicos, adquirieron
proyección mundial a través de centros académicos e ingresaron en organismos
internacionales. Se trata de los impulsores de las reformas estructurales: al
final se quedaron con el botín y fueron los beneficiados de la reforma
energética.
Luis Téllez Kuenzler, Guillermo Ortiz Martínez, Francisco Gil Díaz y
Carlos Ruiz Sacristán comparten un sello que los identifica. Todos ocuparon
posiciones clave durante la administración de Ernesto Zedillo Ponce de León,
pero también son algunos de los grandes contratistas de Petróleos Mexicanos.
Zedillo –quien como nadie accedió a información privilegiada– empujó
privatizaciones como la de Ferrocarriles Nacionales de México… para después ser
miembro de la empresa compradora. Y dejó escuela.
Así, Guillermo Ortiz, impulsor de reformas fiscales y financieras en la
época zedillista y de la autonomía del Banco de México, fue nombrado “senior
advisor” de la firma de capital e inversión privada en infraestructura más
grande del mundo, First Reserve. La firma se especializa en energía y –gracias
a la reforma energética– en abril de 2015 logró el millonario contrato para
construir los gasoductos del proyecto Ramones II.
Otro cercano colaborador de Zedillo fue Carlos Ruiz Sacristán, quien
durante aquel sexenio promovió reformas en el sector energético. Hoy es
director de Sempra Energy o Inova, empresa que se quedó con el contrato de Pemex
para la construcción de la primera parte de Ramones I.
Otro, y quizá el más importante por la nueva posición que logró luego de
aprobada la reforma energética de Enrique Peña Nieto en diciembre de 2013, es
Luis Téllez Kuenzler, quien en septiembre de 2014 y gracias a los votos de PRI
y PVEM en el Senado, logró incrustarse en el Fondo Mexicano del Petróleo para
la Estabilización y el Desarrollo.
Fragmento del reportaje que se publica en la edición 2063, ya en
circulación
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