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El tiempo ha dado la
razón, tristemente, al sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, luego de que hace
un par de años dijera que Veracruz era el mayor cementerio clandestino de
México, pero advierte que “los cuerpos que se han encontrado hasta el momento
en Colinas de Santa Fe y otras fosas clandestina son nada con lo que todavía se
puede encontrar”. Señala que “he denunciado mucho a Fidel Herrera Beltrán y a
Javier Duarte de Ochoa y los gobiernos cómplices que han estado apoyándolos a
ellos, esto que han encontrado es nada con lo que todavía se espera encontrar”.
El sacerdote, oriundo de Texcoco, revela que “hay una cuevas donde los cuerpos
estuvieron escondiéndose, el obispo Eduardo Patiño, de Córdoba, aunque después
dijera que no y lo negara, pero a mí me lo dijo personalmente en una
conferencia, y esto que le digo está grabado, y lo dijo delante de un
funcionario de migración, estábamos cuatro personas, lo dijo exactamente, no es
una cuestión mía, es una cuestión oficial”. El padre Solalinde ha sufrido persecución
y amenazas, por hablar con la verdad.
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