28 de noviembre de 2017

MEADE Y EL PRIAN

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La candidatura de José Antonio Meade revela la afinidad básica entre el modelo económico impulsado por el PRI y por el PAN. Si eso quedó de manifiesto porque ambos partidos apoyaron las reformas de Peña Nieto, con este candidato todo queda aún más claro.
Meade fue secretario de Hacienda con Felipe Calderón y también con Peña Nieto. Y tiene el perfil de los secretarios de Hacienda desde tiempos de Fox: egresados del ITAM con posgrados en Estados Unidos. Mientras se pase del PRI al PAN y de regreso al PRI, eso no va a cambiar. La economía seguirá un mismo rumbo.
Peña Nieto y Luis Videgaray, su cerebro, tuvieron esto muy claro al elegir a Meade. Se trata de mantener el modelo económico, amenazado ya de por sí por las bravatas de Trump y el posible fin del TLCAN.
Además, Meade tiene muy buena relación con Felipe Calderón y con Margarita Zavala, que están enfrentados con la dirigencia del PAN, encabezada por Ricardo Anaya.
Uno no se imagina a Margarita haciendo campaña contra Meade. Son amigos. ¿Cómo podría atacarlo? Sería como atacar a su marido, que lo puso a él en Hacienda cuando fue presidente.
Es probable que si Margarita Zavala logra reunir las firmas para ser candidata independiente decline en favor de Meade, acarreándole todo el apoyo de muchísimos panistas de tendencia calderonista y opuestos a la gestión de Anaya y a su alianza con el PRD.
Margarita Zavala podría negociar una secretaría en el gobierno de Meade. Y entonces tendremos un régimen netamente prianista.
Lo que quedaría muy claro es que detrás de ambos partidos está lla misma política económica y que detrás de la lucha partidista lo que se pone en juego es la permanencia o no de esa política económica. Su principal adversario es la izquierda de López Obrador, que tiene tendencias proteccionistas.
Estuvimos en el PRI durante 70 años. Pasamos al PAN. Pero el principal enemigo de Fox y después de Calderón no fue un tricolor, fue AMLO. Regresó el PRI con Peña. Y ahora tendremos a un tecnócrata que no milita en ningún partido pero ha participado en gobiernos azules y tricolores. Y su gran mérito sería detener otra vez al tabasqueño. Tiene buenas expectativas.
Meade, itamita posgraduado en EE. UU., como Carstens, Videgaray y Cordero, es el que da más tranquilidad a los mercados, a los empresarios, a los poderes financieros. Ningún calderonista le podría poner peros. Y los priistas aprenderán muy pronto a quererlo.


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