Iqbal Masih era un niño
pakistaní que fue esclavizado desde los cuatro años en una fábrica de
alfombras. A los 10 pudo fugarse, y con el apoyo del sindicato de los
trabajadores del ladrillo, logró que el dueño de la fábrica fuera condenado por
la justicia y que los niños que estaban allí fueran liberados. A partir de ese
momento se dedicó a denunciar la situación de esclavitud en la que vivían
muchos chicos de su país. Los empresarios textiles odiaban a Iqbal, que empezó
a recibir amenazas de muerte. El 16 de abril de 1995, mientras se dirigía a su
casa en bicicleta, fue abatido a disparos desde una furgoneta. En su homenaje,
para esta fecha, se conmemora el Día Mundial contra la Explotación Infantil.
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Iqbal Masih, paradigma
de nobleza y dignidad
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