• Reynaldo: Con dinero, quieres comprar credibilidad…
Por: Claudia Guerrero Martínez .
Un evento desangelado. Puñado de asistentes con interés de saber qué les regalarían. Estaban desesperados, pues los citaron a las 5:00 PM para el mitin y habían pasado dos horas, con evidente retraso. Un negocio de autos acondicionado con sillas alquiladas para poner cómodamente a los asistentes. Muchas de ellas estuvieron vacías todo el evento. En eso, llega el candidato y con él, nueve vehículos con gente acarreada y la encomienda de gritar porras y vivas al aspirante a la curul en el Congreso Federal. Ante el escenario sombrío y solitario, por la falta de interés de los vecinos de la colonia Venustiano Carranza en la capital del estado, el candidato pidió a la organizadora llamar por el micrófono, a todas las personas que pasaban por ahí, para entrar a una tómbola donde se sortearían "grandes premios"… La mayoría, eran bolsas de tela rojas con el nombre del famoso invitado y una estufa barata…
Y la desesperación creció, por parte del candidato corpulento. Los acarreados iniciaron la entrega de playeras y gorras rojas. Las ofrecían a los automovilistas quienes pasaban por el lugar y algunos decían "No gracias"… Quizá, por ser promoción electoral del hombre más cuestionado y criticado como político en Veracruz. Su nombre: Reynaldo Gaudencio Escobar Pérez , quien en su lógica no comprende que con dinero y regalos, no podrá comprar el interés y credibilidad de los electores.
El exsecretario de Gobierno y exprocurador de Justicia del Estado va en decadencia. La falta de credibilidad entre la ciudadanía es su carta de presentación. El descrédito lo carga en su espalda como pesado lastre. Y peor, su imagen no despierta el interés de los votantes. Es triste ver cómo sólo los motivan los regalos o rifas efectuadas en todos los lugares que visita. Lo ven como el "Rey Midas" y al final, se decepcionan por discursos huecos, sin coherencia y al término, llevarse la bolsa y playera de tela, además de los globos aplaudidores…
Y como dice el refrán: "El que cosecha, recoge" y Reynaldo Escobar lo sabe. A su paso como político estatal, manejó la traición con esmero, la violencia interna, el espionaje y la intriga de forma desmedida. Ha cultivado una larga lista de enemigos y muchos de ellos, están en la administración duartista. El respeto como político está por los suelos y ahora, desea comprar credibilidad y admiración. Lo malo, es que ningún dinero es suficiente para conseguir limpiar su descrédito.
Después de haber hecho esta reflexión, sería sano que Reynaldo se vea en un espejo y conocer qué ve en él. Estamos seguros, al político nacido en Naolinco, no le gustará lo que observa. Y en su interior, es mucho peor el panorama. Su codicia política lo ha llevado a perder la dignidad y el prestigio personal. Quizá, sus demonios sobre señalamientos en hechos violentos no los dejarán dormir durante toda su vida. Es penoso ver cómo el hijo de un modesto zapatero se haya corrompido de tal manera…
Por lo pronto, siento decirles a ustedes, inteligentes lectores, que yo no votaré por Reynaldo Escobar Pérez . Me niego a hacerlo por mis principios. Por ética profesional. Varios señalamientos violentos lo involucran. Lo malo, es que las investigaciones ministeriales lo exoneran de forma cínica y sospechosa. No comprendemos, qué sabe Reynaldo Escobar del empleado de los veracruzanos Javier Duarte de Ochoa, para seguir protegiéndolo…
Y un alto funcionario del gabinete duartista confió, a la que aquí escribe, que Reynaldo estaba detrás del ataque pandilleril de los 400 Pueblos perpetrado en contra de Periódico Veraz. Lo malo, la existencia de una averiguación previa guardada en una congeladora y las autoridades de la Procuraduría del Estado sigue "tapando" a delincuentes porros y líderes sin escrúpulos. No hay actuación ministerial. Continúa la impunidad en este hecho.
No resta expresa a todos los electores xalapeños que reflexionen su voto. No sientan compromiso alguno por aceptar el cemento, las láminas, las gorras, estufas, playeras, ni pantallas de televisión. Los regalos son sólo eso y no por ello, se deben agradecer estos artículos a la hora de emitir nuestro sufragio…Valoren su decisión. Por el bien de Xalapa…
Notita importante: El pasado jueves, a las 7:00 PM, una Suburban color arena se detiene a las puertas de una conocida tienda departamental en Plaza Américas, en la capital del estado, con el nombre de una ciudad inglesa. En eso, se observa cómo un guarura se baja intempestivamente de la camioneta de lujo. Portando chaleco beige, con el slogan "Adelante" en la espalda no deja de poner su mano en la cintura, como si quizá, el arma de cargo se fuese a caer por la rápida acción. Lo malo es que nunca quitó esa mano de la cintura y así, apresuradamente abrió la puerta del vehículo en cuestión. En eso, se baja una mujer, desarreglada, con blusa arrugada y pantalones de mezclilla deslavados. Unas sandalias para descansar y una enorme bolsa completaban el atuendo. Y pensé, quizá sea una empleada de algún funcionario estatal. Lo más llamativo es que la presunta, portaba en su mano un costoso teléfono. La que aquí escribe, investigadora por naturaleza, quiso saber quién era esa mujer, pues no es coincidencia que una empleada porte tal celular de lujo… El guardaespaldas me vio cerca e hizo una mueca, como aviso de "prohibido, no acercarse más". La dama caminó unos metros y se detuvo. Estaba escribiendo un mensaje, vía celular. Pasé a un lado de ella y reconocimos de inmediato a la persona. Era Gina Domínguez Colio , Coordinadora de Comunicación Social y vocera oficial del Gobierno del Estado, quien tal parece no estaba laborando en horas de oficina, por su atuendo… Es extraño ver a la funcionaria así, pues la imagen se debe cuidar en cualquier momento y lugar, pero quizá, ante tantos problemas nacionales en la administración de Javier Duarte, la funcionaria estatal olvida hasta de su arreglo personal…
Dudas y comentarios: claudiaguerreromtz@gmail.com Twitter: @cguerreromtz
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