El Súchil: ejemplo de bravura
Prospectiva. Por Jaime Ríos Otero.
Ahí está la prueba: cuando la población se organiza, puede perfectamente repeler las agresiones de los delincuentes. Lo acaban de hacer habitantes de una pequeña comunidad serrana limítrofe con Puebla, pero perteneciente al municipio de Maltrata, Veracruz, que se llama El Súchil.
Según los portales que dan la nota, cansados de sufrir abusos por parte de los criminales, que los robaban, asaltaban, secuestraban, los extorsionaban y les hacían cobros de piso, los habitantes de El Súchil se decidieron a deshacerse de sus exactores y verdugos, por lo que se enfrentaron a ellos y, luego de una balacera, los echaron a correr, les quitaron la camioneta y se las quemaron.
Dice el dicho que “ya encarrerado el gato….”, por lo que, los bravos serranos, en previsión de que los maleantes regresaran, también sometieron a los detectives de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI) y hasta a los policías municipales, que llegaron más tarde con la intención de averiguar los hechos.
La confusión de los pobladores fue, dicen, porque los elementos oficiales vestían igual que los otros y traían vehículos parecidos (ojalá que sólo en eso se parezcan); el caso es que los mantenían retenidos y tuvieron que hacer su arribo negociadores del gobierno y efectivos de las fuerzas federales para calmar a la agitada comunidad.
En previos comentarios hemos insistido en que los vecinos deben ser incorporados en las tareas de vigilancia y defensa de sus comunidades. Deben ser dotados con armamento para que puedan repeler las agresiones de quienes no se tocan el corazón para privarlos de la libertad, torturarlos, despojarlos de sus bienes e impunemente matarlos.
Va a ser muy difícil que la inseguridad se acabe, si los directamente afectados no son dotados con elementos de defensa, materiales y legales, que les permitan rechazar las agresiones. Como bien decía algún exhorto del grupo de defensa civil de Tantoyuca y Platón Sánchez, es preferible defenderse e ir a dar a la cárcel por ello, que esperar como reses en el matadero a que lleguen los delincuentes y los priven de todo.
El Súchil es un ejemplo de lo que puede hacer un conglomerado que se cansa de recibir abusos, y es un modelo que deben seguir otras poblaciones que están siendo diezmadas en sus familias y en sus bienes.
Temas misceláneos
*** A las 2 de la tarde empezó ayer en El Higo la presentación de las 24 parrandas de la tradición de Los Viejos, que se efectúa cada año en el Teatro del Pueblo, según el paisano Longino León. O sea que aquello debió ser una fiestonona.
Bien por el rescate de una de las más bellas tradiciones de la República.
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