Orizaba, Ver.- La marginación de los ancianos, provoca que se reduzca su esperanza de vida. Sumano a las enfermedades propias de la edad, situaciones de estrés, violencia e incluso rechazo ocasionan que su estado de salud se afecte aún más.
De acuerdo a cifras del departamento de medicina interna del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en esta ciudad, se calcula que por lo menos ocho de cada 10 adultos mayores de 60 años en adelante, presentan patologías o enfermedades infecciosas, crónico degenerativas y Cerebro Vasculares (ECV) además de caídas y fracturas, “pero lo más grave es que enfrentan el abandono familiar”, explicó la titular de este departamento, Cecilia Cadena Vásquez.
Señaló que además de los padecimientos físicos, “producto del proceso natural de envejecimiento”, las personas de la tercera edad, “en su mayoría”, enfrentan al abandono, aislamiento social y familiar.
Lo que origina cuadros depresivos que de acuerdo a las estadísticas nacionales indican que en México actualmente son 9 millones y medio de personas mayores de 60 años de edad y para el 2050 serán 22 millones, “esto implica un reto para la sociedad y las instituciones de salud para ofrecer atención y tratamientos”, indicó.
“Se prevé que continúe incrementándose la esperanza de vida, ya que antes la gente apenas llegaba a los 70 años, actualmente la expectativa tiene el promedio de 76.6 años y para el 2050 será de 80 años, lo que se atribuye a las mejores condiciones de vida y los adelantos en cuanto a la atención médica, prevención y tratamiento adecuados”, consideró.
Una de las apuestas para incrementar la esperanza de vida, “no sólo a la medicina curativa, sino que se implementan estrategias de carácter además de preventivo, de tipo curativo y de rehabilitación, pues no se trata de vivir más, si no de vivir en óptimas condiciones de salud”, explica.
Pero en este escenario, señala, “cuando somos jóvenes debemos de prepararnos para poder enfrentar una vejez digna, en la que no tengamos problemas graves de salud, debemos de entrar en rutinas de ejercicio, alimentarse de manera saludable, hay que evitar el alcohol, tabaco y drogas y limitando el estrés, nuestra tercera etapa de la vida será saludable”, recomendó.
Sin embargo admite que aunque todos estos esquemas de cuidado se completen, “sino se tiene el apoyo y el cariño de los familiares, es muy difícil poder tener una vejez tranquila. Hay condiciones familiares que son las que estresan a los ancianos y ello complica su salud”, afirmó.
Hay ancianos que prefieren estar fuera de casa, “pero se debe especialmente a que no reciben trato digno, no hay explicaciones a la forma en la que son atendidos, en fin, se les margina y el algunos casos hasta se les discrimina”, sentenció.
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