Jorge Gómez Naredo (jgnaredo)
La verdad es que no entiendo. No comprendo.
Vivimos en un país que, al líder social y político más importante de los últimos años, se le denigra, se le agrede, se le considera un “peligro”.
Un líder que luchó, en 2006, en contra de un fraude electoral y de una campaña llena de vicios e improperios, de falsedades, de guerra sucia, de poca democracia.
Un líder que en la ciudad de México, cuando fue jefe de gobierno, marcó la pauta en todo lo relativo a programas sociales.
Un líder que, en 2012, continuamente criticó esa forma tan cínica de hacer “campañas electorales” vía el “billete”, es decir, la compra de votos.
Un líder que se atrevió a criticar al duopolio televisivo, en contra de “sus puntos” en las encuestas y de la posibilidad de ataques iracundos de quienes se sienten dueños del país.
Sí, un líder que ha repetido hasta el hartazgo que el problema de México es de corrupción, y especialmente de falta de justicia, cosa que mucho políticos no dicen porque eso de pensar en que los pobres no deben ser pobres y los ricos deben tener menos, no es electoralmente redituable.
Entiendo a los que lo criticaron desde las esferas del poder: siempre ha significado una amenaza para sus beneficios particulares, para sus cacicazgos, para el poder que les da el dinero y un cargo público.
Lo que no entiendo es el odio de buena parte de la sociedad mexicana.
¿Qué les ha hecho López Obrador? ¿Luchar por un país más justo? ¿Pretender mejorar la calidad de vida de millones de mexicanos?
La verdad no entiendo eso, no entiendo ese odio.
Lo que sí entiendo, y lo entiendo bien clarito, es el porqué este país está tan jodido, por qué somos tan agachones, tan influenciables, tan poco críticos, tan dejados, tan destinados a vivir siempre bajo un régimen de apariencias y de pobreza persistente: un país donde unos pocos son dueño de todo, o casi todo, y los pocos, de nada, o casi nada.
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