A los
compañeros que nos visitan de alguna parte del país o del mundo
Somos
los herederos de la masacre del 68, del fraude electoral del 88, del llamado
cambio a la modernidad del nuevo siglo, del inicio del levantamiento, defensa y
respeto a los pueblos indígenas en el 94, de la masacre de indígenas en Acteal,
de la guerra sucia en el 2006 y de la manipulación y control de los
medios de comunicación para la imposición de un presidente, asesino y represor
de Atenco.
La
realidad nos demuestra que los llamados procesos electorales y la democracia
son algo fallido, así como los partidos políticos y sus dirigentes.
La
historia nos refleja un retroceso de violencia y represión, cada vez más
sangriento, que Acteal, Aguas Blancas, Atenco, Oaxaca, la Guardería ABC, las
muertas de Juárez, los y las jóvenes y periodistas desaparecidos y asesinados
cotidianamente en Veracruz y ahora el caso Ayotzinapa, no son Islas, que no son
casos aislados, ni locales, ni estatales o nacionales, sino mundiales.
El 26
de septiembre del 2014, ocurre uno de los hechos más violentos en los últimos
años. Estudiantes de la Normal Rural “Isidro Burgos” de la comunidad de
Ayotzinapa en Guerrero, fueron atacados por policías municipales, federales y
militares, dejando un saldo de 43 detenidos, mismos que fueron entregados a
fuerzas criminales que operan en ese Estado.
A
casi cuatro meses de estos acontecimientos, su paradero sigue siendo una
interrogante y mientras sus familiares continúan una incansable búsqueda para
otros es algo que debe superarse.
El
gobierno muestra su ineficiencia e ineficacia en todos sus niveles y en todos
sus sectores haciendo una política excluyente y hegemónica.
El
sistema capitalista neoliberal nos esclaviza y deshumaniza cada vez más
imponiendo reformas llamadas “estructurales, que violentan los derechos
humanos, ambientales, laborales y reprimen la libertad de expresión.
Se
imponen mega proyectos que sólo enriquece a grandes empresas, que ofrece mano
de obra barata y condiciones deplorables para el trabajo. Proyectos que
explotan y saquean la tierra, contaminando y terminando con bosques, ríos,
lagos, mantos acuíferos, flora y fauna. Así como con pueblos y lugares que
representan herencias ancestrales para sus culturas.
Nosotros
somos el colectivo por la libre, quienes en el marco de la desaparición de los
cuatro meses normalistas de Ayotzinapa, organizamos este festival no solo a
manera de protesta sino de propuesta, como medio de comunicación y difusión
inmediato y veraz de la realidad que nuestro país vive.
Para leer en línea: http://fnls.mayfirst.org/spip.php?article1573
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