residencia valuada en aproximadamente 86 millones de pesos.se ubica en Sierra Gorda número 150
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La Mansión de Peña Nieto está ubicada
en el exclusivo campo de golf “ La Gran Reserva, Ixtapan Country Club” en el
municipio de Ixtapan de la Sal, el exclusivo club está ubicado a 139.8 km de
distancia de la ciudad de México, entre los servicios que destacan de “La Gran
Reserva” esta el Helipuerto, el club hípico, los campos de golf, el exclusivo
Hotel Boutique-Spa, además de los lagos artificiales. De acuerdo a “La Gran
Reserva” los socios son de clase alta empresarial y política del distrito
federal y Toluca. Hay un total de 180 residencias y varios proyectos para
nuevas unidades tanto de estilo de condominio, como de las llamas “Townhouses”
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En México hay más de 36 millones de
personas sin vivienda digna, es decir, la tercera parte de la población del
país no tiene ninguna posibilidad de acceder a una casa.
La cifra es oficial, seguramente el
número de millones de mexicanos sin vivienda será mayor, pero según un informe
de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público además existen más de 2 millones
250 mil personas que viven en hacinamiento.
En lugar de reducir el número de
personas sin acceso a la vivienda, los últimos gobiernos lo han incrementado.
De hecho, la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) señaló hace unos meses que,
en México cada año se registran 500 mil familias más en esta situación.
Este panorama de
los mexicanos de a pie, contrasta con el tren de vida del Ejecutivo,
particularmente con sus viviendas. The Wall Street Journal nos
ha informado que Enrique Peña Nieto compró una propiedad en un club de golf de
Ixtapan de la Sal unas semanas después de tomar el cargo como gobernador del
Estado de México.
A Peña Nieto no le basta con la casa
blanca ni con sus otras propiedades. Según su declaración patrimonial dada a
conocer el año pasado es propietario de cuatro casas, un departamento, dos
terrenos y dos terrenos rústicos. Según el documento, las últimas tres
propiedades que adquirió le fueron donadas por su madre en 2011. Su patrimonio
declarado es de alrededor de 45 millones de pesos.
Algo difícil de creer después de
exhibirse dos de sus casas. Esta última, con 850 metros cuadrados de
construcción y pagada de contado por 5 millones 6 11 mil 195 pesos, fue vendida
por el desarrollador Roberto San Román Widerkehr, con una empresa de
construcción que llegó a ganar más de 100 millones de dólares casualmente
en contratos para obras públicas durante la administración de Peña Nieto como
gobernador del 2005 al 2011 en el Estado de México. Más aún: la empresa de San
Román ha ganado al menos 11 contratos federales desde que Peña Nieto llegó a
Los Pinos.
Si lo anterior no es conflicto de
intereses o tráfico de influencias, entonces ¿qué es?. Esta información
difundida constituye un presunto delito. Peña Nieto sale al paso diciendo que
todo fue legal. Pero realmente, lo importante aquí es saber si el Ejecutivo
actúo de acuerdo a los principios morales de honestidad.
Lo que nos queda claro es que a Peña
Nieto y su gabinete les gustan las casas grandes de procedencia sospechosa y
construidas por empresarios luego beneficiados con jugosos contratos. El último
ejemplo es el del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien compró una casa
al contratista Juan Armando Hinojosa Cantú del Grupo Higa, por 7 millones y
medio de pesos, en una zona residencial de Malinalco, Estado de México y con
ventajas de pago, nada menos que 18 años de financiamiento, pero que
“milagrosamente” pagó unos meses después de ocupar su cargo de secretario de
Estado.
En realidad, a todos los ciudadanos
nos gustaría tener casas grandes, así como la de los funcionarios peñistas, de
800 o mil metros cuadrados de construcción. Pero la realidad del país es otra.
La mayoría de los trabajadores que
adquieren una vivienda de interés social saben que accederán a una casa de
apenas 40 metros cuadrados de construcción. Eso sí, con dos recámaras, cocina,
baño, sala y comedor. Una casa que se puede recorrer en ocho pasos a lo largo y
cinco a lo ancho.
Estas mini casitas “dignas” están
siendo construidas bajo los lineamentos del Infonavit y tienen un valor de 238
mil pesos, lo cual significa que cada metro cuadrado cuesta 5 mil 950 pesos.
Antes las casas del Infonavit eran de
55 y 60 metros cuadrados, pero en los recientes gobiernos del PAN y PRI el
gobierno federal ha preferido no otorgar un buen patrimonio a las familias.
Tampoco los desarrolladores y voraces empresarios de la construcción están
interesados en la decencia a la hora de hacer cajitas de cerillos para
venderlas en un claro contubernio con el gobierno, como “viviendas dignas”.
El cinismo de una clase política cada
vez más alejada del pueblo permite que ese alejamiento sea abismal. Políticos
de todos los partidos y funcionarios gozan de viviendas ostentosas, mansiones
millonarias en base al tráfico de influencias y al robo de caudales públicos.
Mientras Peña Nieto goza de sus
amplísimos metros cuadrados no solo en Los Pinos, sino en sus varias viviendas
personales, nos anunciaba hace unos días la Política Nacional de Vivienda 2015
con una inversión de 370 mil millones de pesos en la construcción de 500 mil
viviendas: “Para una familia, una casa y un departamento es mucho más que una
construcción. Es un espacio de tranquilidad, desarrollo y armonía”, dijo.
Por supuesto, pero seguramente él
descansará mejor en sus amplias habitaciones y estancias, que un trabajador
cuya casa se recorre con apenas ocho pasos.
En cualquier democracia real, los
ciudadanos son beneficiados por políticas públicas que incluyen una vivienda
verdaderamente digna, mientras los funcionarios del gobierno y los políticos
habitan casas en las mismas condiciones que la mayoría.
En México por el contrario, la
ostentación y exhibición de la riqueza de nuestra clase gobernante y política
es un insulto a las condiciones de vivienda que la mayoría de los ciudadanos
padece.
¿Qué espera el Procurador General de
la República, Jesús Murillo Karam, para designar un fiscal independiente y
autónomo que investigue la procedencia del patrimonio del Presidente Enrique
Peña Nieto, sus secretarios de Estado y el personal de la Presidencia de la
República?
Tal vez, el procurador también se
encuentra en el grupo de políticos y funcionarios que compraron sus casas
“legalmente”.
Twitter: @SanjuanaMtz
Facebook: Sanjuana
Martinez
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