* PES en San Andrés Tuxtla
Por Iván Calderón
No
cabe la menor duda que el veracruzano evidentemente es pachanguero.
De
norte a sur y de este a oeste, los jarochos nos encontramos pletóricos de
festividades, las cuales en estos tiempos de crisis social, política y sobre
todo financiera, reconfortan el ánimo de todos.
Las
verdaderas costumbres en Veracruz se han negado a morir.
Las
fiestas de la Candelaria en Tlacotalpan una de ellas.
Pese
a todo y sobre todo, la tranquilidad y la paz jamás se han ido de esta tierra,
la cual bañada por las aguas del río Papaloapan espera ansiosa año con año para
recibir a sus miles de visitantes.
Históricamente
esta celebración ha resultado todo un éxito.
Pero
últimamente gracias a la trascendental gestión de la Secretaria de Turismo estas
fiestas se van superando una a una.
Tlacotalpan jamás perderá su esencia.
Este
generoso pueblo seguirá siendo un icono provinciano, pero su nombre cómo tal
irá superando las barreras, permaneciendo así como una marca universal.
El
nombre de Tlacotalpan se encuentra en la menta colectiva del globo.
Pero
inteligente desde la oficina de Harry Grappa Guzmán este rincón de Veracruz se
ha reposicionado, superando así las expectativas.
Los
Tlacotalpeños son entrones, y trabajando al ritmo que le imprime la Secretaría
de Turismo estarán haciendo que estas fiestas del 2015 queden una vez más en la
mente colectiva de muchos quienes esperan los primeros días de febrero para
rendirle tributo a su virgen.
Hay
que decirlo, las fiestas del pueblo de Tlacotalpan mantienen una condición
única.
Desde
este solar veracruzano se enseñan a las nuevas generaciones valores como
identidad, igualdad y equidad.
Aquí
en Tlacotalpan no hay clases sociales, ricos y pobres se divierten por igual.
Esperemos pues que estas festividades sigan siendo ejemplo de alegría,
cultura y tradición, y que se le ponga ahora sí freno a los prestadores de
servicios para que esta vez no quieran hacer su agosto en pleno febrero.
Pero
esta es otra historia.
DICEN,
DICEN, DICEN.
Vaya
cuadro que formó el dirigente estatal del Partido Encuentro Social, Gonzalo
Guizar Valladares en la región de los Tuxtlas, ya que confiando plenamente en
los hermanos Espinosa Pérez el oriundo de Coatzacoalcos dejó a este instituto
político prácticamente en la desgracia electoral.
Los
familiares Espinoza han salido peleados hasta con su sombra. Y en honor a la
verdad su cuadro político se encuentra muy desgastando, llegando al grado tener
un pleito casado por una agencia municipal la cual se ha repetido por ordenes
del Tribunal Electoral 4 veces, todo porque el hermano y candidato Manuel
Espinoza es funcionario público y no lo quiere entender.
No
cabe duda que esta familia liderada por Francisco Espinoza líder de la Coordinadora
Agrarista de México y Alejandrina Espinoza líder distrital del PES han perdido
la brújula por la clásica hambre de poder.
Triste y penoso caso.
A sus órdenes.
@IvanKalderon
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