EN TODO EL PAÍS, AL IGUAL QUE EN VERACRUZ, LAS
FUERZAS DE SEGURIDAD Y VÁLGASE LA EXPRESIÓN: ¡¡¡NO LE DAN SEGURIDAD A LOS
CIUDADANOS!!!… He aquí la nota:
Arturo Bermúdez, Secretario de Seguridad Pública. Foto: Blog Expediente, especial para SinEmbargo |
Xalapa, 19 de enero
(SinEmbargo/BlogExpediente).– Pasaba de medianoche. Elementos de la Secretaría
de la Defensa Nacional (SEDENA) patrullaban el fraccionamiento Las Ánimas, en
la capital del estado, lugar donde viven los poderosos del poder público y
empresarial. Notaron que una patrulla de la extinta Policía Intermunicipal, con
luces y torreta apagadas, los seguía a prudente distancia.
Así estuvieron
varios minutos y después los soldados vieron que mientras la patrulla se
escabullía entre la oscuridad y las arboledas de ese exclusivo fraccionamiento,
la custodia era retomada por “un vehículo Jetta color gris con dos personas a
bordo”.
Cuando los
militares confirmaron que eran “halconeados” por la patrulla y los civiles del
coche pararon a los policías para preguntar por qué “se mantenían a la retaguardia,
obteniendo por respuesta que ellos podían desplazarse a donde quisieran, que
eso les valía madres”.
“De igual forma
se le marcó el alto al vehículo Jetta, el cual ignoró la indicación y huyó
intentando arroyar a la tropa”. Cuando los militares inquirieron a la policía
sobre los sospechosos y su intento por dañar a los soldados respondieron que
“no habían visto nada”.
Tras esas
palabras, oficiales y soldados se confrontaron a empujones y verbalmente. Los
policías pidieron refuerzos y en cuestión de minutos arribaron más de 20
patrullas, “cuyos ocupantes trataron de intimidar a los elementos castrenses;
sin embargo, el comandante militar logró controlar a su personal, ignorando las
provocaciones”.
Lo anterior
está narrado en un reporte informativo elaborado por la SEDENA la noche del 30
de enero de 2010, evidenciando cómo la policía veracruzana opera, trabaja y
vigila para la delincuencia organizada.
El parte
informativo fue obtenido por blog.expediente.com en el marco de la Ley de
Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos. En
documento oficial, marcado con el folio 0007001170010, se narran numerosos
desencuentros entre militares y policías en los primeros días del arranque del
gobierno de Javier Duarte de Ochoa, que sólo serían el preámbulo del desastre
que se le vino sobre hombros a Duarte con una corporación infiltrada.
***
En enero de
2013, presuntos elementos de la policía estatal, dependiente de Arturo
Bermúdez, Secretario de Seguridad Pública, sustrajeron con violencia al joven
Gibrán Martiz de un domicilio en Xalapa, y días después, en medio de una
balacera y hechos confusos, apareció sin vida, ajusticiado, en un paraje del
municipio de Huatusco, a más de 150 kilómetros del punto de su secuestro. Siete
elementos de la SSP resultaron procesados por esa muerte, pero solo pasaron 11
meses a la cárcel.
El 8 de enero,
13 elementos de la Policía Municipal acreditable de Medellín de Bravo quedaron
bajo arraigo en el marco de las investigaciones para dar con el paradero del
periodista Moisés Sánchez Cerezo, sustraído con violencia de su vivienda el 2
de enero de 2015.
Aún cuando la
Procuraduría no ha aportado más detalles sobre el caso, la línea de
investigación más fuerte señala que los municipales recibieron la orden de
llevarse a Moisés Sánchez para darle un “susto” por órdenes del alcalde panista
Omar Cruz, quien traía clavado al periodista bloguero por vendettas políticas.
En la primera
quincena del 2015, siete elementos de la municipal de Orizaba fueron detenidos
por su presunta participación, el 18 de octubre de 2014, en la desaparición
forzada de Zito Zanatta Vidaurri, hermano del legislador local, del vecino
estado de Puebla, Rosalino Zanatta Vidaurri.
MAL PARADOS
A nivel
nacional, Veracruz es uno de los estados con mayor número de policías, poco más
de 21 mil, según datos de la SSP (se suman fuerzas del estado, Fuerza Civil,
Acreditables, municipales y auxiliares).
En uno de sus
últimos reportes, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad
Pública ubicó a Veracruz como la entidad con mayor número de policías estatales
que no habían aprobado las pruebas de confianza aplicadas por la Federación.
En el caso de
las fuerza estatales, los datos de ese estudio indican que el 44.3% (4 mil 273
oficiales) estaban reprobados, y en los municipales, el 43% (1, 545) no pudo
con el polígrafo, antidoping y estudios al entorno patrimonial.
“Se trata de un
contexto en donde los oficiales están vulnerables a la corrupción”, resumió la
organización Insight Crime al comentar en un artículo el panorama de las
corporaciones de ley en México.
AL SERVICIO DEL CRIMEN
Desde el 2009,
según esos partes oficiales, la SEDENA ha venido documentando los casos en
donde han notado complicidad entre maleantes y oficiales, y aunque no tiene
facultades judiciales, los informes allí están, acumulados, y como pruebas
documentales sobre cómo se maneja la policía en la entidad gobernada por el
priista Javier Duarte de Ochoa
En la misma
solicitud se informa que el 7 de noviembre de 2009, (Arturo Bermúdez era alto
funcionario en la SSP mientras el General Sergio López Esquer, era el
secretario) en calles del puerto de Veracruz, personal de la SEDENA intentó
detener a un “halcón”; pero “dos policías intermunicipales utilizaron sus
camionetas para bloquear el paso del convoy castrense, facilitándole la huida”.
El 25 de
diciembre fue detectado otro vehículo con presuntos informantes del crimen
organizado, cuando se les marcó el alto lograron escaparse con la ayuda de la
patrulla.
Los militares
iniciaron una persecución a lo largo de la avenida Salvador Díaz Mirón la cual
culminó “al ser interceptados los policías, quienes solicitaron el apoyo de 30
patrullas y 100 elementos quienes amenazaron con sus armas al personal
militar”. El informe dice que no se llegó a mayores porque “se estableció
comunicación con los jefes de la SSP”.
El 20 de abril
de 2010, ya siendo Duarte Gobernador, los militares y policías veracruzanos se
confrontaron porque los gendarmes “evitaron la revisión y detención de unos
sujetos que se encontraban en actitud sospechosa en un lote baldío en donde
posteriormente localizaron abandonados 52 envoltorios de marihuana”.
El 27 de
octubre de 2010 un convoy militar nota una camioneta circulando en sentido
contrario en la avenida Miguel Ángel de Quevedo, en la colonia Formado Hogar
del puerto Jarocho, y al intentar darle alcance “una patrulla de la policía
intermunicipal Veracruz-Boca del Río aparece con la torreta prendida y se
atraviesa en el paso del convoy” para tapar la huida de la unidad sospechosa.
En esa misma
fecha y lugar los soldados encontraron metros adelante del primer incidente una
patrulla policial parada a media calle, “al solicitar al patrullero que
estacionara bien su patrulla para continuar el personal militar su recorrido,
el policía respondió que se esperaran, arribando en ese momento 20 patrullas de
la misma corporación, descendiendo los elementos policiales, desenfundando y
cargando sus armas, por lo que la tropa también cargó sus armas para repeler
una posible agresión”.
ARMAS PERDIDAS
Otra
irregularidad detectada por la SEDENA en la SSP veracruzana se relaciona con la
pérdida de armamento, así lo asienta en la solicitud 0000700006511, en donde se
indica que el estado cuenta con la Licencia Oficial Colectiva número 67, la
cual está amparada por la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
En las
revisiones se detectó la pérdida de 147 armas de fuego, de esas 123 son cortas
y el resto largas. “Las circunstancias en las cuales se han perdido o robado
las armas, son dentro de actos de servicio y por descuido del personal que las
tiene a su cargo”.
INAMOVIBLE
Es Arturo
Bermúdez, titular de la Secretaría de Seguridad Pública, el hombre dentro del
gabinete de Javier Duarte de Ochoa que ha aguantado todos los escándalos sin
recibir, si quiera, una reprimenda pública por parte del Ejecutivo. El mal
comportamiento de sus oficiales, así como su fracaso evidente para lograr su
sueño de una policía acreditable -cuyos elementos se quejan de bajos salarios,
extenuantes jornadas laborales- no lo tumban de la SSP, a la cual llegó desde
un puesto medio, encargado estatal del Centro de Control, Comando, Comunicación
y Cómputo (C-4) en la administración de Fidel Herrera Beltrán.
Duarte de Ochoa
ha realizado cambios en la mayor parte de su gabinete, sin embargo, la SSP,
desde la llegada de Bermúdez, no la toca con nada, aún cuando es cada vez más
creciente el malestar ciudadano y crece el ánimo por formar barricadas,
guardias vecinales y salir a cuidar con palos, bates y machetes.
A finales de
diciembre de 2014 habitantes de una colonia del puerto de Veracruz dieron
muerte a un mecánico al cual confundieron con secuestrador. El pueblo capturó
al presunto intruso, le juzgó y aplicó sentencia ante la incapacidad de los
elementos del Secretario para dar seguridad.
“Que se compren un perro o candados”, fue la recomendación efectuada en
2014 por Bermúdez a habitantes de Coatzacoalcos ante la creciente ola de robos
y secuestros.
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