Juan Manuel del Castillo González podría ser el dueño de la bodega
donde Javidú guardaba sus chacharas, pero habría pactado con el gobernador para
que no lo toquen por sus fraudes a su paso por Sefiplan
Por Silvia Nuñez
Hernández - 22 Feb 17 en Opinión
Distintas versiones se han desatado con relación a la localización de
una bodega ubicada en el municipio de Córdoba y que fue anunciada con “bombo y
platillo” por parte del gobernador del estado, Miguel Ángel Yunes
Linares, en dicha entidad. El mandatario indicó que derivado de una “denuncia
anónima” –que después corrió la versión que no fue tan anónima- se logró
ubicarla y cual fue su “sorpresa” al encontrar que esta contenía,
obras de artes de diferentes artistas –imitaciones pero al parecer eran
trabajos bastantes caros- relojes, mobiliario, y lo más imperdonable, sillas de
ruedas, material didáctico escolar, andaderas y despensas.
Muchas voces aseguran que el asunto se debe a un “circo” montado por el
gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares para entretener a la población luego de
los nulos resultados en el rubro de la seguridad. No sería tan mal creerlo,
cuando en el estado el hampa por consigna mantiene una inestabilidad obviamente
“ordenada” por alguien interesado de que el minigobierno quede como el peor de
la historia veracruzana.
El hecho ha despertado tal suspicacia que muchos “espectadores” –que
estuvieron en el lugar- se preguntan con extrañeza, el porque los objetos y
diarios de la señora Karime Macías Tubilla, estaban con tal pulcritud, como si
ella misma los hubiera dejado en el lugar un día antes. También despierta
“sospechosismo” que el fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz,
mantenga una absoluto hermetismo con relación al propietario de la bodega que
sirvió de escondite para los objetos más preciados del prófugo de la justicia,
Javier Duarte de Ochoa y su depravada mujer, Karime Macías Tubilla. Se habla de
un “acuerdo” político entre los cómplices duartistas que hoy por el temor
de que el Congreso del Estado pida su desafuero, se encuentran “cantando”
información importante acerca de Duarte. Se dice que aquellos que no
“colaboren”, tendrán un final como el que ahora tiene Arturo Bermúdez
Zurita, ex secretario de Seguridad Pública.
El fiscal Jorge Winckler se niega a
revelar quién es el auténtico dueño de la bodega, en evidente protección al
diputado traidor que pactó para que no lo toquen.
Sin lograr obtener información de parte del hoy titular de la FGE, la
columnista, pues desafortunadamente ella no labora en el medio de comunicación
de la preferencia del mandatario y de él, se dio a la tarea de indagar por
otras fuentes acerca de la identidad del presunto cómplice del ex
gobernador-depredador de Veracruz. La bodega se encuentra ubicada en la avenida
39 y calle 29 en la colonia Paraíso en Córdoba, Veracruz. El lugar, en su
fachada luce un anuncio en su puerta metálica color blanco: “Comercializadora y
Distribuidora ISSZTMO S.A. de C.V.” y ya en su interior, es un lugar
impresionante espacioso en donde cabían perfectamente todo el mobiliario,
juguetes de sus hijos, cuadros, pinturas –su egoteca-, montura, balones de
fútbol, etc.; hasta una banca se puede apreciar en la escena del crimen y los
preciados diarios de la señora Karime, en donde exponía todas sus fechorías y
la de su manipulable marido.
Radio Bemba cordobesa cuenta, que el lugar es propiedad de un servidor
público. Al principio se argumentaba que era de Marco Antonio Aguilar Yunes,
diputado local por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), luego de un
tal Jesús Moreno, incondicional de Juan Manuel del Castillo González, -también
legislador local priísta- y del primer diputado antes mencionado.
Pero al final una fuente conocedora de temas políticos y de la
inmundicia en la que ésta se mueve, indicó que la bodega es propiedad del
congresista, Del Castillo González y que éste –aunque lo niegue mil
veces, expresó el denunciante- hizo un “acuerdo” político con Miguel Ángel
Yunes Linares para que no lo metiera a la cárcel por la complicidad y
sobre todo, la depredación que este realizó con el mandato del hoy prófugo de
la justicia. La prisión era su futuro espacio de descanso, por lo que prefirió
traicionar la mano que lo brindó poder y dinero a manos llenas, para
autoprotegerse. El tiempo desestimará o avalará está versión. Por lo tanto,
quienes estamos de espectadores, tendremos que observar con detenimiento si el
ejecutivo estatal procede o no en contra de estos.
Curiosamente la versión se vino a reforzarse por la negativa del fiscal
General del Estado, Jorge Winckler Ortiz, quien vía mensajería se negó
rotundamente a proporcionar cualquier tipo de información sobre el propietario
de dicha bodega. Lo curioso de las versiones extraoficiales, son las que cuentan
que estos dos diputados priístas en dicha bodega, antes y en el transcurso de
la administración duartista, ingresaban alarmantes cantidades de artefactos del
sector salud, cobertores, despensas, láminas y demás apoyos, que eran
utilizados para comprar voluntades. “Esas andaderas, esas sillas
ruedas y despensas que estaban en el lugar, era normal que existieran ahí
dentro (…) Para eso tienen el lugar (…) El adicional fueron las cosas de Duarte
y de Karime (…) Se ve que cuando salieron de “pelada” estos, dejaron el
“paquete” a estos dos zoquetes”.
Otro contacto indicó que en la bodega habían muchas chácharas pero
también hasta relojes de la marca Richard Mille con un valor de hasta dos
millones de pesos. Que existían cosas que no “salieron en la foto” y que se
abocaron a las “chacharitas” de la Karime y a sus dichosos libros. También
expresó que en Córdoba se corría la versión de que las cajas con los
“Diarios” de la mujer de Duarte, habían sido llevados por “Gigio” –como le
dicen al ex secretario de Finanzas y Planeación en la administración del
prófugo de la justicia-, sujeto que tiene 22 millones de razones –pesos-
para venderle su alma al “Diablo” para no ser encarcelado por la defraudación y
los fraudes que cometió en el estado de Veracruz.
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