* Investigado por desaparición
forzada * Denunciado en la PGR * Los levantados en Tierra
Blanca * El crimen de Gibrán * Rebatiña por un rufián *
Winckler dice que no saldrá * Los berrinches de Regina Vázquez * No
suelta la secretaría general del PRI * Olmeca TV y Notisur no saldan el
aguinaldo * Al tiro, la publicidad para Benita.
Ni por error, los millones robados son lo peor
en Arturo Bermúdez. Al Capitán Tormenta le soplan vientos de huracán por la
desaparición forzada, por las fosas clandestinas, por los levantones, implicada
su policía, por los crímenes que condenó al olvido.
Amparado, un pie en prisión y otro intentando
correr, regateando su libertad, el ex secretario de Seguridad Pública del
duartismo sabe que por otros delitos, delitos mayores, la violencia que dejó
crecer y su implicación en la muerte de inocentes y no tan inocentes, no la
podría librar.
Hay sobre el falso general carpetas de
investigación por desaparición forzada, pesquisas judiciales, indicios que lo
ligan con hechos de sangre. Hay denuncia en la Procuraduría General de la
República. Hay denuncia en la Fiscalía de Veracruz.
Riñen sus abogados con el fiscal Jorge Winckler Ortiz, el tal Fidel Guillermo Ordóñez Solana y su grupo, los de la firma Ordóñez Ordoñez y Téllez Abogados Asociados Sociedad Civil, con más nombre que efectividad para poner a Capitán Tormenta en libertad.
Piden los Ordóñez
Ordóñez y Téllez que Bermúdez Zurita sea puesto en libertad por una suspensión
definitiva, que no amparo aún. Con más saliva que razón jurídica, el albazo de
los Ordóñez Ordóñez y Téllez gana adeptos, incluso entre la prensa antiyunista,
pero el ex secretario de Seguridad pasa otra noche tras las rejas de Pacho
Viejo, el penal al que en sus días de poder envió a miles.
Un juez federal, el
Decimoquinto de Distrito, otorgó una suspensión definitiva contra actos de
incomunicación, tortura o que se le prive ilegalmente de su libertad fuera de
procedimiento. En este caso su encarcelamiento obedece a prisión preventiva por
ocho meses, según decretó la juez de control. Aunque el delito de
enriquecimiento ilícito no es grave, Bermúdez Zurita ingresó al penal por estar
vinculado a otros dos juicios por delitos dolosos, es decir delitos cometidos
con intención.
Dice Fidel Ordóñez,
de la firma Ordóñez Ordóñez y Téllez, que los delitos no son acumulables y que
por eso es ilegal la prisión preventiva.
Cuenta Winckler que
Bermúdez se queda porque se queda, que la prisión preventiva se justifica, que
no está incomunicado ni se le ha torturado. Y así es. Tanto que el
Capitán Tormenta es reo VIP (very important people), con trato especial, sin
pasar a población donde lo esperan Los Zetas y otros huéspedes a los que
remitió, con culpa o sin culpa, siendo el capo del gobierno duartista.
Riñen también los
periodistas con Jorge Winckler por la cerrazón informativa y algunos porque no
dejan de llorar la debacle del duartismo al que pertenecieron, los
textoservidores que todo aplaudían a Javier Duarte.
Unos van por
información y otros difundiendo que Bermúdez ya ganó un amparo —fue suspensión
sin entrar al fondo del amparo— y que el fiscal incurre en desacato al Poder
Judicial de la Federación por no liberar al reo.
Winckler, que venía
tomando los cuestionamientos de la prensa con ligereza, broma, caritas
sonrientes en WhatsApp, reclamo, desaire, creando un grupo en esa red social y
horas después abandonándolo, se torna serio, se ciñe a una guía de acción en
materia de comunicación social y cierra la información.
Pero el golpe lo
da. Bermúdez permanece en prisión.
Afuera la guerra es
mediática y legal. Adentro, el general Bermúdez, el general de cero estrellas
lucha porque Los Zetas no lo vayan a regresar incompleto.
Winckler lo vapulea
en varios frentes: el enriquecimiento ilícito, el abuso de autoridad, los
negocios, las viviendas en Woodlands, Texas, los millones al amparo del poder y
la desaparición forzada.
Tiene ahí, en los
que un día se fueron y no se les volvió a ver, en los cuerpos hallados en fosas
clandestinas, la clave del caso Bermúdez.
Al portal Plumas
Libres le dice el fiscal de Veracruz: hay carpetas de investigación en contra
del ex secretario Arturo Bermúdez Zurita por desaparición forzada. Y hay hilos
que lo vinculan con otros crímenes.
“Yo esperaría
—añade— a que la gente viniera y denunciara. Yo esperaría que la gente viniera
y señalara una situación específica para que se investigara. Obvio que hay
delitos que se tienen que investigar de manera oficiosa y éste es uno de ellos,
pero mientras más datos de prueba nos aporten, será más fácil llegar a una
verdad”.
Cita Winckler otros
temas, herencia de su antecesor, Luis Ángel Bravo Contreras, alias “Culín”:
investigaciones abiertas por la desaparición, quizá muerte, de los cinco
jóvenes de Playa Vicente, levantados por policías estatales en Tierra Blanca, y
el crimen del cantante Gibrán David Martiz
No abunda Winckler.
Sostiene que si hay denuncia de los familiares, se fortalece la acusación. “Si
hubiera más datos de prueba que les permitiera iniciar vinculaciones nuevas
contra el exservidor y otras personas, sería mejor”.
Nunca un caso había
cimbrado al gobierno de Veracruz como el de Arturo Bermúdez, acusado y
defendido, insólita y demencial la visión de los que pugnan por su libertad,
los que sabiendo qué tan siniestro es, lo quieren ver burlando la ley.
Winckler confronta
la embestida de los medios, un sector de la prensa que le exige información,
que lo insta a aportar la versión oficial, a entrar en detalle, revelar de lo
que no puede o no quiere hablar.
Otra parte del
gremio periodístico presiona y está al acecho. Son los duartistas que cobraban
en la nómina de Seguridad Pública o comían de la mano de Bermúdez Zurita.
Unos más, hoy
antiwinckleristas, son los que pactaron con “Culín” Bravo por información. Así
lo golpearan para no despertar sospecha, era el ex fiscal su principal
abastecedor de datos, de historias, de golpes periodísticos.
Eran los días en
que “Culín” filtraba lo que la ley le prohibía. Pero lo hacía porque su prensa
le exigía historias para sacudir a la opinión pública, así fueran los crímenes
del duartismo.
Bermúdez tenía en
el sur a un “preferido”; “Culín” a tres periodistas, dos de renombre, la otra
no. Encuentros en corto y a puerta cerrada.
Winckler Ortiz
refiere que Bermúdez está vinculado a proceso por abuso de autoridad y tráfico
de influencias. Pagó una fianza de un millón de pesos y se presentaba
periódicamente al juzgado para seguir su proceso en libertad.
Todo cambió el
viernes 3. Ese día en Pacho Viejo, el penal ubicado a 13 kilómetros de Xalapa,
le fue ejecutada una orden de aprehensión. Y ahí quedó.
Tarde, el miércoles
8, fue filtrada desde la Fiscalía una nota informativa que esclarece por qué
Bermúdez debe ser mantenido en prisión, por qué no se le concedió su libertad:
“Se le acusa por
enriquecimiento ilícito el cual no es un delito grave previsto en el artículo
19 Constitucional. Sin embargo, al estar sujeto a vinculación en otro proceso
por delitos dolosos se justifica la prisión preventiva necesaria.
“No le han
concedido ningún amparo. Se le ha concedido una suspensión para evitar que se
le incomunique, que lo torturen y que lo priven ilegalmente de su libertad
FUERA DE PROCEDIMIENTO. Sin embargo, la privación de la libertad que viene
sufriendo es consecuencia de una medida cautelar consistente en la prisión
preventiva, deriva de un proceso penal en el cual se ordenó su detención por
autoridad competente. Por lo tanto la suspensión no tiene el efecto de dejarlo
en libertad.
“Sus abogados
(Ordóñez y compinches) renunciaron a la ampliación del término constitucional
que les permitía aportar pruebas en favor de su cliente, lo que derivó en que
de manera inmediata se le dictará un auto de vinculación a proceso e imponer
una prisión preventiva de ocho meses.
“Lo más importante,
a pesar de lo que declaren algunos colegas abogados y muchos medios de
comunicación, la violación de derechos humanos por exhibir la fotografía de
Bermúdez fichado, sólo podría ocasionar la libertad de Bermúdez en caso de que
tengan un impacto directo en el proceso, y que los elementos que justifiquen su
aprehensión, vinculación y medida cautelar se vengan abajo precisamente por
dichas violaciones.
“De lo contrario,
aunque alegue haber sufrido tortura, incomunicación o vulneración a sus derechos
fundamentales, si existen datos de prueba suficientes para justificar su
vinculación y la imposición de la medida a pesar de haber violaciones a sus
derechos humanos, seguirá recluido”.
Insólito, el texto
filtrado fue publicado incluso con la instrucción a la prensa wincklerista:
“Favor de
compartir, no permitamos que la desinformación siga dominando la vida pública
de Veracruz”.
Bermúdez Zurita fue
denunciado ante la PGR en octubre de 2016. Lo acusan los padres de los jóvenes
levantados en Tierra Blanca, por la implicación de la policía estatal en el
levantón, por el encubrimiento a Marcos Conde, el superpolicía de Bermúdez,
delegado de la SSP en esa región, porque mantener ahí a policías que habían
reprobado los exámenes de control y confianza, que eran proclives al delito o a
vincularse con los delincuentes, devino en un tragedia.
Su policía está implicada en el
crimen del cantante Gibrán David Martiz Díaz, ocurrido el 11 de enero de 2014.
Fue sustraído de su departamento en Xalapa, llevado a la casa de Bermúdez
Zurita, a la Academia de Policía El Lencero y luego apareció encajuelado en un
auto tras un enfrentamiento entre supuestos criminales, un vil montaje sin
detenidos, heridos o muertos de la parte malosa.
“Seguramente a mi hijo lo torturaron,
lo golpearon y probablemente lo mataron en la propia Academia de Policía, pero
antes lo llevaron o reportaron su detención con el titular de Seguridad
Pública, de otra forma cómo te explicas los vaivenes de su teléfono, que nunca
me regresaron”, reveló el padre de Gibrán, Efraín Martiz Aguirre, a la revista
Proceso.
Todo lo supo el fiscal del duartismo,
Luis Ángel Bravo Contreras, y prefirió encubrir. El cuerpo de Gibrán presentaba
quemaduras en la espalda por toques eléctricos, hematomas en piernas y glúteos
por tablazos, la mandíbula fracturada por los golpes y el tiro de gracia.
Todo lo supo el secretario de
Gobernación federal, Miguel Ángel Osorio Chong. Todo lo supo el entonces
presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Raúl Plascencia Villanueva,
que se negó a pronunciarse. Nada hicieron. Lo encubrieron.
Y así otras muertes y otras
desapariciones, los cuerpos hallados en fosas clandestinas por la acción de los
colectivos, por el reporte anónimo, a contrapelo porque “Culín” hacía todo por
impedir que se abrieran las fosas.
Sobran elementos
para enderezarle a Bermúdez la desaparición forzada.
De esa no se
escapa.
–
Archivo muerto
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Berrinchuda la
güereja. Se resiste a irse Regina Vázquez Saut, a dejar la secretaría general
del PRI en Veracruz, cuando sus jefes y mandamases en el tricolor pregonan que
ahí también los vientos del cambio soplan. Sostiene la hija del cacique de
Acayucan —un día alguien tuvo la puntada de llamarle Caudillo del Sur—, el
extinto Cirilo Vázquez Lagunes, que se irá cuando ella quiera, apoyada por el
bancada parlamentaria del PRI en el Congreso de Veracruz que desafía a todos,
que le importa una pura y dos con sal lo que determine la Comisión Nacional de
Justicia Partidaria, a la que se le confiere la resolución. Llegó Renato
Alarcón Guevara a la presidencia del PRI y era obligado el cambio en la
secretaría general. Pero la güereja dijo no. Regina patalea. Regina se resiste.
Regina no mide la fuerza del PRI. Bastaría destapar algunos pecados de su
pasado público, su desastrosa administración en la alcaldía de Acayucan donde
llegó a acumular un año sin presentar estados financieros, y luego hizo de
manera extemporánea, o los incontables reclamos de proveedores de materiales
que su padre, Cirilo Vázquez, se negó a pagar. “Tú no eras ladrón, pero tus
hijas te hicieron”, le dijo una proveedora al temido cacique que por lo que se
ve era más leyenda que verdad… Dueño rico, Olmeca TV pobre. Dos meses después,
aún adeuda la televisora de los ex alcaldes Marcelo Montiel Montiel y Marco
César Theurel Cotero aguinaldos a sus trabajadores. Más hoy, más mañana, les
postergan el pago y no lo saldan, agravando su ya de por sí precaria situación
financiera y el riesgo inminente de enfrentar una cascada de demandas
laborales. Ocurre lo mismo en Notisur, el periódico del consorcio, que da la
muestra del caos provocado por su oficialismo, por su condición servil al ex
gobernador Javier Duarte, a los ayuntamientos del sur de Veracruz, quebrados
por el saqueo a las arcas y el ahogamiento financiero gestado por el gordobés y
su banda de ladrones. Se acabó el dinero público y comenzaron las penurias.
Impagables los aguinaldos del personal si se agrega un problema mucho mayor que
hizo viajar a los alfiles de Marcelo y Theurel, Marco Antonio Anaya Huerta y
Miguel Ángel Luna, a la ciudad de México, a las oficinas del SAT, luego que un
poderoso personaje del círculo del secretario Meade les abrió el portón. Grupo
Multimedios es un volcán… Ya casi el paquete publicitario para Benita González.
Este miércoles, en Xalapa, se afinaban detalles, tantos spots, tantas
gacetillas, tantos audios. EXA, su nueva casa, se perfila a ser la punta de
lanza de dos proyectos políticos que se supone son como agua y aceite: el
yunismo y la fidelidad. Única en ese terreno, Benita González Morales lo mismo
le succiona al gobierno azul que al trabuco verde de Fidel Herrera Beltrán. Tan
austero el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares que vio morir de inanición a
Política, Punto y Aparte, El Golfo Info, Radiover, Marcha, y en cambio su
gobierno, el gobierno de Veracruz, le entra con todo a lo que será la caja de
resonancia de un tal Javier Herrera Borunda, el hijo de Fidel. ¿Quién dijo que
Yunes no quiere a su demonio de cabecera?…
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Foto: Animal Político
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