22 de diciembre de 2017

LODO SOBRE LOS MUERTOS


TEXTO IRREVERENTE


Por Andrés Timoteo

El fiscal general del estado, Jorge Winckler debe excusarse de conocer, indagar y hacer declaraciones públicas en el caso del periodista Gumaro Pérez y de los otros 23 comunicadores asesinados en los últimos siete años, los cuales siguen pendientes de resolver. El funcionario tiene que hacerse a un lado porque ha manifestado públicamente una animadversión hacía los comunicadores lo que parcializa las pesquisas.

Hay un resquemor personal del fiscal con la prensa al grado de que en alguna ocasión expresó que sí llega a sus manos algún expediente judicial contra algún comunicador,  lo usaría para  “partirle la  madre” al implicado, así por el solo hecho de ejercer el periodismo. Al oaxaqueño Winckler no le agrada la prensa y eso es peligroso desde cualquier lado que se le vea. El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y el congreso local tienen la obligación de exhortar al fiscal que no se involucre en las investigaciones de los crímenes de periodistas por puede retorcerlas y utilizarlas para el desquite personal.

En los hechos ya lo está haciendo. La ‘mala leche’ con la que conduce la investigación por el homicidio de Gumaro Pérez lo demuestra. Primero le retiró la condición de periodista –como en su momento Javier Duarte lo hizo con Moisés Sánchez Cerezo- y luego difunde que estaba involucrado con la delincuencia organizada. Criminaliza al reportero ahora que no puede defenderse. Enloda a los muertos como  en su momento lo hicieron sus antecesores Luis Ángel Bravo Contreras, Amadeo Flores Espinosa y Reynaldo Escobar Pérez. El oaxaqueño Winckler no es mejor ni más decente que ellos.

Sin decoro, el fiscal  expide un comunicado infame en el que señala “probabilidades” –nada cierto, pues- de que el reportero Pérez haya estado  coludido con el crimen organizado, lo ensucia para no hacer su trabajo de perseguir y castigar a sus victimarios. ¿Sí Gumaro era un criminal por qué no lo detuvo y lo procesó antes?, ¿por qué esperar a que lo mataran  para acusarlo?, y sí así fuera, ¿por qué no respetar la secrecía de la investigación para evitar que el muerto sea exhibido?,  ¿por qué imitar a los malvados de la fidelidad en eso de pisotear la honra de los difuntos?

Pero el inefable fiscal no para allí, sino que se solaza arrojando porquería contra el difunto en las redes sociales por medio de sus jilguerillos, a los que  instruyó para que éstos lo llamen “Zeta” y perjuren que no era periodista. Ayer hubo una escaramuza cibernética entre el fotorreportero Miguel Ángel López Solana, exiliado en Estados Unidos y quien es un sobreviviente de los años de plomo, con un reportero – consentido de la fantasmal comisión de periodistas- quien se ha erigido en un comedido ensuciador de Gumaro Pérez.

“No esperes al día que me partan la madre para tirar mierda encima de mi cadáver, si tienes algo que decir o publicar, de una vez para que al menos me pueda reír, es no tener huevos seguir tirando mierda a un muerto, así que vez empezando pues para luego es tarde, esto va para ti y toda la bola de cobardes que aprendieron eso el sexenio pasado. Díganmelo ahora que puedo partirles la madre...no lo digan después como cobardes cuando ya no les puedo ir a callarles el hocico”, le escribió López Solana al jilguero de Winckler, además de llamarlo incongruente y oportunista. Puso como lazo de cochino al boquiflojo.

No es el único personero de la fiscalía infiltrado en las redes sociales que tiene la encomienda de difamar a los difuntos. Son varios los que canturrean la versión infamante en eso espacios. Es urgente, pues, ponerle un alto al señor Winckler, obligarlo a que se haga  a un lado de las pesquisas y detener la campaña de lodo contra los muertos. Debe haber algún fiscal especial encargado de los casos, supervisado por el congreso local o por la comisión de víctimas, para que el oaxaqueño resentido no meta la  mano en los expedientes y los utilice para saciar venganzas personales.

Sí el gobernador Yunes Linares le sigue permitiendo esos excesos al fiscal, sí la diputada y periodista Marijose Gamboa se queda callada ante la infamia –ella misma padeció las campañas de lodo cuando fue embestida por el aparato judicial, sí el resto de los legisladores no hacen nada para detener al fiscal enloquecido  y sí el gremio periodístico permite esta indecencia, serán iguales que los anteriores: cómplices de la ignominia al hacer lo mismo que le criticaron a Duarte y al innombrable. Ya basta de imitar a los perversos que se fueron.

SIN AUTORIDAD MORAL

Y claro, el asesinato de otro periodista en Veracruz es un botín apetitoso en época electoral y no lo desaprovechó el precandidato presidencial del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador para descalificar la gestión del panista Yunes Linares al frente del gobierno veracruzano. Ayer, durante su paso por el puerto de Veracruz, usó el homicidio del comunicador como ejemplo de que el gobierno estatal falló en su promesa de acabar con la inseguridad.

Sí eso lo hubiera dicho López Obrador hace meses podría tener valía, pero luego de que anunció que dará la amnistía a los capos del crimen organizado de llegar a la Presidencia de la República, se le agotó la autoridad moral para opinar sobre este tipo de  tragedias y mucho menos para utilizarlas de ariete contra los que él llama “mafia del poder”. Es cierto, el gobierno de Yunes Linares no ha podido amainar la cresta de la violencia que lo mismo engulle jóvenes que periodistas, pero si gobernara López Obrador, la autoridad perdonaría a los sicarios que asesinaron a Gumaro Pérez.

El tabasqueño en lugar de buscar y castigar judicialmente a los criminales que dieron muerte al reportero y a los que también mataron a muchos otros periodistas veracruzanos, se sentirá con ellos para ofrecerles una amnistía, sin que pisen la cárcel ni sean molestados. Eso es lo que propone López Obrador y respalda Morena, su partido: no combatir a los hampones sino perdonarlos. Vaya y eso que Morena era “la esperanza de México”. Peor aún, los manejadores de  Morena en Veracruz anticipan que sí Cuitláhuac García  gana la gubernatura en el 2018 buscará pactar con los líderes de crimen organizado el tema de la amnistía -como sucedió en los últimos doce años de fidelidad-. ¡Dios guarde la hora!


Envoyé depuis Paris, France.


fuente: notiver

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