Suponiendo que
Gumaro Pérez Aguilando, periodista en receso y hasta su muerte, empleado de la
dirección de comunicación social del ayuntamiento de Acayucan, visitaba con
frecuencia a un delincuente preso –lo que a juicio de la Fiscalía Estatal le
convierte en presunto malhechor-, uno se pregunta: ¿Por qué no se le investigó
en tiempo y forma y se le detuvo?, sobre todo porque las visitas en reclusorios
son registradas y analizadas, y si había algo anormal, porque permitieron que
siguiera. Como fuera, para la Oficina en México del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), Pérez Aguilando era un
periodista y, por lo tanto, condena el homicidio perpetrado el martes en la
ciudad de Acayucan, Veracruz, e hizo un llamado a las autoridades federales y
estatales a realizar una investigación eficaz, sin descartar una línea de
investigación que tome en cuenta la labor profesional del comunicador.
La
propia Procuraduría General de la República (PGR) ya abrió una investigación
por conducto de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la
Libertad de Expresión (Feadle), en tanto ONU-DH emitió un pronunciamiento en el
que enfatizó que con la ejecución de Pérez Aguilando ya suman al menos 12
asesinatos contra periodistas en México durante 2017, cuatro de los cuales
ocurrieron en Veracruz, e indicó que la Comisión Nacional de los Derechos
Humanos ha dicho que se trata de la Entidad con mayor cantidad de reporteros
asesinados en México. Jan Jarab, titular del organismo indicó que “este
asesinato confirma un año terrible para la libertad de expresión en México y,
en particular, ha sido profundamente trágico para el estado de Veracruz”, por
lo que enfatizó que a pesar de que existe un programa diseñado específicamente
para prevenir ataques contra los periodistas en ese estado, en marcha desde
2015, las agresiones y los asesinatos continúan. “Es fundamental replantear las
acciones de la Alerta de Veracruz y garantizar que se adopten e implementen las
medidas de prevención adecuadas. Insistió en que es imperativo frenar la
impunidad que caracteriza los homicidios de periodistas en México”.
Y en medio
de la polémica desatada por la Fiscalía del Estado, la Comisión Permanente del
Congreso de la Unión guardó un minuto de silencio en su honor, y demandó a las
autoridades federales atraer el caso, porque el gobierno de aquella entidad ha
resultado incapaz de controlar la violencia contra los comunicadores. Virgilio
Caballero, de MoReNa se ha convertido en campo de tiro, donde los blancos son
periodistas y defensores de derechos humanos. Esto es inaceptable. Gobiernos
van y vienen, pero no cambia nada, por lo que exigió que la Procuraduría
General de la República (PGR) atraiga la investigación mediante la Fiscalía
Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión.
También, la senadora panista Adriana Dávila se sumó a la demanda de Morena,
aduciendo que el tema debe ser revisado por los responsables de brindar
seguridad pública, es decir, las autoridades que deben atender los delitos en
materia de delincuencia organizada.
Es fundamental la colaboración entre los
gobiernos federal y estatal, pero es obligación del gobierno federal también
atender estos casos. Lamentó que hasta el momento ninguno de los recientes
homicidios de periodistas ha sido resuelto, pese a tener una fiscalía
especializada en la materia en la Procuraduría General de la República, que por
cierto tiene encargado de despacho. Así, el presidente de la mesa directiva,
Jorge Carlos Ramírez Marín, decretó el minuto de silencio en honor de Gumaro
Pérez Aguilando, promovido por los legisladores a los que se les concedió el
uso de la palabra. Al concluir la breve sesión, de una hora, diputados y
senadores fueron citados para el jueves 4 de enero.
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