Tras señalar que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) perdió credibilidad entre los veracruzanos porque sus dirigentes han estado como empleados de Fidel Herrera y de la actual administración estatal y no de los más necesitados, el delegado nacional perredista Enrique Romero Aquino desmintió al dirigente estatal, Celso David Pulido Santiago: “no es cierto que el CEN de mi partido les adeude a sus 500 trabajadores el servicio médico, si en Veracruz no se les paga es irresponsabilidad de la dirigencia estatal”.
El problema de la dirigencia estatal en Veracruz es que no se sabe si son de izquierda porque parecen empleados del gobierno del estado, por eso “el electorado ha dejado de depositar su confianza al partido, porque no se ve como algo distinto del PRI, pareciera un partido palero y eso indudable con la nueva elección nos puede permitir de rescatar la categoría de partido opositor real en Veracruz”, consideró en entrevista el perredista.
Romero Aquino sostuvo que el PRD debe ser crítico, opositor pero propositivo, porque si se revisa lo que pasó en este periodo “nos va a dar vergüenza que los diputados aprobaron la deuda pública de Fidel, nos va a dar vergüenza que negociaron la impunidad de Celestino Hernández, o que el partido no presentó candidaturas fuertes e importantes, o que la nota fue que asistieron a la salutación de Fidel Herrera o Javier Duarte”.
Es indudable –prosiguió– que la gente lo percibe, ve estas acciones y que somos un partido “desdibujado”, por lo que es urgente que el PRD recupere su presencia y su lugar que tuvo históricamente, porque después de ser la segunda fuerza política hemos pasado a ser la tercera, además que en las ciudades grandes de la entidad no estamos en la competencia.
Por eso si hoy se aprovecha para tener una dirigencia firme, comprometida y que construye buenas candidaturas, “la izquierda siempre será una alternativa para la población.
El Comité Nacional del PRD respeta el contrato colectivo de los trabajadores del PRD nacional, del Sindicato de la Unión, que asciende a 500 trabajadores y que obviamente gozan de las prestaciones marcadas por la ley.
En el caso del Comité Estatal y de los comités municipales no tienen la capacidad para incorporar a los trabajadores al Seguro Social, pero se les da como alternativa pagarle servicios médicos y opera así en el PRI y en PAN, “como partidos estamos obligados a darles servicios médicos a los trabajadores, pero no pagarles es una irresponsabilidad del dirigente”.
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