Por Jorge Gonzalez Rojas
En estos tiempos difíciles del país, habrá que preguntarse cuál es el rol que juega la izquierda electoral en Veracruz. Porque más que afirmaciones, lo que tiene que hacer esta izquierda de papel y de saliva, es autocuestionarse sobre su posición ante el gobierno federal y estatal y su desempeño rumbo al 2012.
La situación por la que atraviesa el país, no da lugar a la autocomplacencia. Es necesaria y fundamental la crítica, pero sobre todo la autocrítica. Eso no se ve, ni se oye en la supuesta izquierda veracruzana.
La crítica no es calumnia, ni descalificación a ultranza. La crítica aporta elementos para el diagnóstico que genera la investigación, el análisis y la experiencia. Sin embargo, esta práctica no se da en la izquierda local.
La izquierda en Veracruz se guía bajo consignas ciegas, de intereses dudosos, que no tienen que ver con la construcción de estructuras para el arribo del pueblo al poder público, ni la transformación social, política y económica.
La izquierda formal veracruzana que se apunta para participar en el 2012, le apuesta al caudillismo, unos a López Obrador y otros a Marcelo Obrad. No hay programa, no hay plataforma política, hay oportunismo.
Los grupúsculos que se han apoderado de las prerrogativas económicas, las plurinominales y los espacios en los órganos electorales de los partidos políticos de izquierda en Veracruz. En aras de mantener esos privilegios, maniobran para no crear estructuras que los rebasen.
En este sentido Andrés Manuel López Obrador está débil en Veracruz. Los partidos que lo acompañan de saliva rumbo al 2012, no están haciendo nada por construir estructuras competitivas para la lucha electoral rumbo al 1012.
No hay militancia obradorcista en Veracruz.
Los simpatizantes de López Obrador, están siendo empadronados de manera administrativa por el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) de tendencia perredista. No hay educación política, ni adoctrinamiento ideológico, sin estas dos condiciones. Los Protagonistas del Cambio Verdadero se reducen a tigres de papel.
Sin embargo, será difícil la educación estructural de la izquierda en el Estado. El priismo rancio e ignorante que se ha infiltrado en la izquierda veracruzana, ve un peligro para sus intereses particulares, una militancia educada políticamente.
Es deseable la alternancia en el país con López Obrador, pero si lo que pasa en Veracruz es una muestra de lo sucede a nivel nacional, es necesario tomar medidas urgentes. El cambio no puede esperar.
Urge una investigación y un diagnóstico en la izquierda Veracruzana.
Dirigente Estatal del Partido del Trabajo
Jorge González Rojas
jorgegonzalezrojas@hotmail.com
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