El Sol de Córdoba
31 de julio de 2011
Juan José Enríquez
La Patrona, Amatlán, Veracruz.- "A mi la Iglesia no me callará, porque antes callaban a la gente, pero yo no me callo, porque lo estoy haciendo desde mi conciencia y desde ésta nadie puede intervenirla, además ya son otros tiempos que en la Inquisición, cuando no había derechos humanos, hoy sí y capaz que los acuso", respondió así el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra a los curas que han condenado este movimiento que calificaron de revoltoso.
Asimismo, sostuvo que no le teme al infierno ni a la excomunión, porque cree que es un amor de padre que no hace caso de eso, lo que dijo que le asusta es que no sea obispo, pero tampoco lo ha deseado ser.
"Lo que quiero es estar con mi pueblo, abajo. Yo sí amo a la Iglesia por eso nunca me he ido de ella, pero lucho por lo que Cristo quiere que sea", expresó el sacerdote, y agregó que "hoy no es como hace 500 años, que asustaban a la gente con irse al infierno".
Entrevistado a su arribo al municipio de Amatlán de los Reyes, dejó en claro que si la Iglesia católica le manifiesta que dejara de ser cura no le importaría, lo que sí es ser bautizado y misionero, "soy consagrado como ustedes, si me dicen, ya no eres cura... no hay problema, pero jamás me va decir cállate, porque en otros años callaban a la gente, pero yo no me callo".
¿A dónde va a llegar todo ésto?, se le preguntó y respondió:
"Hasta donde el Señor me lleve porque soy misionero, pero lo voy a llevar hasta que mis hermanos lo permitan, hasta que el Gobierno lo permita, yo no tengo miedo por mi vida, porque mi vida no importa tanto como ellos, soy pastor".
Asimismo, dijo que el movimiento que él encabeza junto con Javier Sicilia da a entender que la sociedad civil se está juntando, pero sobre todo que se ha convocando a la reformación del país sin violencia, "donde se ponga a Dios en su lugar, ahora reina el dios del dinero".
Al preguntarle qué es lo que le diría a Felipe Calderón si lo tuviera enfrente, expresó: "ya se lo dije, que cuide a los mexicanos... pero no me hizo caso".
De la misma manera dijo que este movimiento no lo financia nadie, y todo se mueve gracias a la voluntad de Dios, "no tenemos dinero, yo he ido a otras partes del mundo y todo me han pagado, mi familia me da 15 mil pesos mensuales para mi y yo los doy para el albergue, pero además, créanmelo, no falta, cuando no es una u otra persona, hay ángeles como Manet, la esposa del gobernador de Oaxaca, que nos ha mandado comida, la gente de mercados nos da comida, cuando tenemos que salir, por ejemplo, la gasolina, la paga la licenciada por instrucciones de la esposa del gobernador de Oaxaca, la camioneta me la acaba de dar el Gobierno estatal de Oaxaca".
Dijo que el Gobierno de Veracruz los apoyó con 75 mil pesos para comida, pero eso no significa compromiso porque ni ese dinero ni otro puede comprar las conciencias, "esa es otra cosa, ayer recibimos el dinero, pero hoy mismo los acusamos ante el relator de Derechos Humanos de la OEA".
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