Pedro Echeverría V.
1. ¿Qué culpa tienen los profesores oaxaqueños, los michoacanos, guerrerenses, del DF, chiapanecos y de otros estados similares que en sus venas corra sangre limpia, caliente, de valentía y en su cabeza se concentre la honestidad y dignidad? ¿Por qué hay que preocuparse por pararle la diarrea que les sale abajo y por todas partes a los enemigos de los maestros que se han pasado días exigiendo que sean reprimidos y desalojados de sus plantones de protesta en la ciudad de México? Los maestros de Oaxaca han realizado abiertamente sus consultas y los resultados son: continuar la batalla en la ciudad de México hasta lograr la derogación de la llamada reforma educativa privatizadora y, al mismo tiempo, continuar las movilizaciones en todo el país.
2. Esa es más o menos la llamada democracia popular y directa: analizar y discutir a profundidad las ideas, los puntos de vista, confrontarlos de manera abierta y tomar decisiones que pueden ser revocables en cualquier momento. Exactamente lo contrario de lo que es la llamada “democracia representativa” del PRI, PAN, PRD, de todas las cosas oficiales-electorales: Se da la consigna por lo que hay que votar, se amenaza a quien no la acate y se designa a un personaje que debe obedecer al núcleo dominante. Quizá la democracia es esa farsa “representativa” que ha dominado desde hace uno o dos siglos y lo que llamamos “democracia directa” debería ser “prácticas autogestivas” donde los ciudadanos conscientes deciden libremente sin líderes autoproclamados.
3. Así que esos “pobres niños” de esos estados no tendrán clase porque sus maestros están en la lucha por sus derechos; pero lo más grave –y de eso no hablan los gobernantes, empresarios y medios de información- es que desde que nacieron esos niños viven en la miseria porque sus padres son los explotados y marginados de México. ¿Se necesita reiterar que el 70 por ciento de la población mexicana vive en la pobreza y la miseria y que igual porcentaje de niños sufre esa calamidad en todo el país? En los hechos las batallas de los maestros de la Coordinadora (CNTE) han servido para combatir la palabrería hueca de la clase dominante que culpa a los maestros de los problemas de miseria y explotación que como clases gobernantes y empresarial están obligadas a resolver.
4. ¿Qué los niños de Oaxaca, Guerrero, Chiapas son los más atrasados de México? ¿Se olvidan los señoritos burgueses que dominan que son también los estados que durante más décadas han sido los más abandonados en caminos, carreteras, inversiones por los distintos gobiernos del país y por los empresarios? Sin embargo esas mismas condiciones de vida les ha permitido el desarrollo de una alta conciencia social de protesta y lucha que los pone por encima de muchos otros estados. ¿De qué atraso y cultura hablan los señoritos burgueses al estilo Loret de Mola, X González y L. Dóriga? La única filosofía o cultura con validez es la que está en rebelión inventando, creando, buscando caminos nuevos y distintos; el otro pensamiento, si así se le pueda llamar, es de disciplina y sumisión.
5. En México los medios de información (TV y radio, comentaristas y columnistas) –la inmensa mayoría mercenarios- han hecho “circo, maroma y teatro”, para desprestigiar a los maestros y debilitar sus protestas. Con excepción de la revista Proceso, del periódico La Jornada, de la conductora Carmen Aristegui, más uno que otra publicación pequeña, el 98 por ciento de los medios electrónicos e impresos en el país están al servicio directo del gobierno y funestos empresarios. Existe un compromiso de clase social dominante entre ellos que ha mantenido a los trabajadores de la nación mexicana entre los más jodidos del mundo. Durante casi un siglo esos medios sólo se han dedicado a repetir los cables de las agencias internacionales controladas por EEUU e Inglaterra.
6. ¿Qué la educación está terriblemente mal, en el piso, en México? Nosotros no lo inventamos esa nota, lo dicen las agencias internacionales. Pero los maestros no tenemos ningún ápice de culpa. ¿Por qué? Porque nosotros hemos sido siempre empleados mal pagados y dirigidos por una burocracia que plantea objetivos, planes, programas, calendarios, designa a funcionarios, controla escuelas, determina el número de niños, ordena evaluación y controla las estadísticas. Lo que hemos hecho los maestros es obedecer órdenes de acuerdo a la ideología de la clase dominante. Pero hoy que hemos comenzado a rebelarnos en serio nos quieren destruir. No lo permitiremos; seguiremos luchando en la calle hasta que deroguen las leyes autoritarias que nos quieren imponer. (29/IX/13)
pedroe@cablered.net.mx
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