Francisco Colorado Cessa y el entonces gobernador de Veracruz... |
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El empresario aseguró que fue forzado a comprar caballos de carreras y que
temía que de no colaborar le hicieran daño a su familia.
El Universal DALLAS, Texas 07/09/2013
Un juez federal en Austin, Texas, sentenció ayer a José Treviño Morales, hermano del líder del grupo criminal Los Zetas, Miguel Ángel Treviño, El Z-40, a 20 años de prisión y a tres de libertad condicional, tras ser declarado culpable de lavado de dinero.
El juez federal Sam Sparks también emitió una sentencia de 20 años de cárcel en contra del empresario mexicano Francisco Colorado Cessa, y de 13 años al entrenador de caballos Fernando Solís García por participar en la misma confabulación.
Las sentencias fueron las primeras de un total de nueve que determinará el juez Sparks este jueves y viernes contra igual número de acusados, declarados culpables —en mayo pasado— de colaborar en la operación de lavado de dinero de Los Zetas.
José Treviño Morales fue encontrado culpable de recibir unos 16 millones de dólares de Los Zetas para invertirlos en la compra de caballos de carrera cuarto de milla y en un rancho en Oklahoma para su crianza.
Las autoridades federales acusaron a Treviño y a su esposa Zulema de coordinar la operación de lavado de dinero desde un rancho en Oklahoma, donde las autoridades confiscaron, en junio del año pasado, más de 400 caballos.
En la audiencia sostenida este jueves, Treviño Morales negó pertenecer a la organización criminal que encabezaba su hermano Miguel Ángel Treviño hasta que fue detenido por autoridades mexicanas en julio pasado.
“Yo no soy un zeta”, dijo José Treviño momentos antes de que se le dictara la sentencia. “Nadie en esta Corte ha sostenido que es un zeta”, le respondió el juez. “Se le acusa de mover dinero de Los Zetas”, le explicó.
Sparks aseguró que las evidencias contra Treviño son abundantes.
El abogado de Treviño comentó que es injusto que su cliente sea “pintado” en la Corte con el mismo pincel que a sus hermanos líderes de la organización criminal, Miguel Ángel y Óscar Omar Treviño Morales.
El abogado describió a su cliente como “hombre humilde, honesto, confiable y cariñoso”, citando cartas de amigos y familiares.
El procurador federal Doug Gardner argumentó, en cambio, que la sentencia contra Treviño está justificada porque él aceptó el dinero teniendo plena conciencia de dónde provenía.
El negocio
Durante la sentencia contra el empresario Colorado Cessa, él aseguró ante el juez que sus negocios no habían sido construidos con base en el negocio de las drogas. En cambio, dijo, sí fue forzado por Los Zetas a que les comprara caballos de carreras, porque temía que de no colaborar con ellos le hicieran daño a su familia.
“¿Qué haría usted si recibe una llamada telefónica diciendo que si no hace este favor, vendrán después por su familia?”, preguntó.
Sin embargo, el juez Sparks afirmó que ésta fue la primera vez que Colorado Cessa presentó tales argumentos ante la Corte.
En tanto, Fernando García, el entrenador profesional de caballos, dijo al ser sentenciado a 13 años y tres meses de prisión, que lamenta lo ocurrido. “Siento lo que ha pasado. Nunca debió haber pasado”, declaró.
Otros entrenadores de caballos que colaboraron en la operación de lavado de dinero, así como la esposa e hija de José Treviño Morales, serán sentenciados por Sparks en las próximas horas.
El caso se desprende de una acusación emitida por un gran jurado federal en Texas —en junio de 2012— contra 14 sospechosos de conspirar para lavar parte de las cuantiosas utilidades que obtienen Los Zetas por el tráfico de drogas.
De los 14 acusados, nueve fueron detenidos en Estados Unidos. El líder de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales, quien también estaba enlistado en la acusación, fue aprehendido el pasado 15 de julio en México y otros cuatro más aún permanecen prófugos.
A lo largo del juicio, los procuradores federales presentaron pruebas de que desde 2008 hasta 2012 se habían blanqueado millones de dólares mediante el uso de dinero de la droga para comprar caballos a través de empresas fantasma, para pagar por sus gastos y sobornar a personal de las pistas de carreras.
En noviembre pasado, el gobierno federal estadounidense vendió en subasta unos 400 caballos decomisados en el rancho en Oklahoma, incluyendo a la potra A Dash Of Sweet Heat, que alcanzó el precio de un millón de dólares.
El Universal DALLAS, Texas 07/09/2013
Un juez federal en Austin, Texas, sentenció ayer a José Treviño Morales, hermano del líder del grupo criminal Los Zetas, Miguel Ángel Treviño, El Z-40, a 20 años de prisión y a tres de libertad condicional, tras ser declarado culpable de lavado de dinero.
El juez federal Sam Sparks también emitió una sentencia de 20 años de cárcel en contra del empresario mexicano Francisco Colorado Cessa, y de 13 años al entrenador de caballos Fernando Solís García por participar en la misma confabulación.
Las sentencias fueron las primeras de un total de nueve que determinará el juez Sparks este jueves y viernes contra igual número de acusados, declarados culpables —en mayo pasado— de colaborar en la operación de lavado de dinero de Los Zetas.
José Treviño Morales fue encontrado culpable de recibir unos 16 millones de dólares de Los Zetas para invertirlos en la compra de caballos de carrera cuarto de milla y en un rancho en Oklahoma para su crianza.
Las autoridades federales acusaron a Treviño y a su esposa Zulema de coordinar la operación de lavado de dinero desde un rancho en Oklahoma, donde las autoridades confiscaron, en junio del año pasado, más de 400 caballos.
En la audiencia sostenida este jueves, Treviño Morales negó pertenecer a la organización criminal que encabezaba su hermano Miguel Ángel Treviño hasta que fue detenido por autoridades mexicanas en julio pasado.
“Yo no soy un zeta”, dijo José Treviño momentos antes de que se le dictara la sentencia. “Nadie en esta Corte ha sostenido que es un zeta”, le respondió el juez. “Se le acusa de mover dinero de Los Zetas”, le explicó.
Sparks aseguró que las evidencias contra Treviño son abundantes.
El abogado de Treviño comentó que es injusto que su cliente sea “pintado” en la Corte con el mismo pincel que a sus hermanos líderes de la organización criminal, Miguel Ángel y Óscar Omar Treviño Morales.
El abogado describió a su cliente como “hombre humilde, honesto, confiable y cariñoso”, citando cartas de amigos y familiares.
El procurador federal Doug Gardner argumentó, en cambio, que la sentencia contra Treviño está justificada porque él aceptó el dinero teniendo plena conciencia de dónde provenía.
El negocio
Durante la sentencia contra el empresario Colorado Cessa, él aseguró ante el juez que sus negocios no habían sido construidos con base en el negocio de las drogas. En cambio, dijo, sí fue forzado por Los Zetas a que les comprara caballos de carreras, porque temía que de no colaborar con ellos le hicieran daño a su familia.
“¿Qué haría usted si recibe una llamada telefónica diciendo que si no hace este favor, vendrán después por su familia?”, preguntó.
Sin embargo, el juez Sparks afirmó que ésta fue la primera vez que Colorado Cessa presentó tales argumentos ante la Corte.
En tanto, Fernando García, el entrenador profesional de caballos, dijo al ser sentenciado a 13 años y tres meses de prisión, que lamenta lo ocurrido. “Siento lo que ha pasado. Nunca debió haber pasado”, declaró.
Otros entrenadores de caballos que colaboraron en la operación de lavado de dinero, así como la esposa e hija de José Treviño Morales, serán sentenciados por Sparks en las próximas horas.
El caso se desprende de una acusación emitida por un gran jurado federal en Texas —en junio de 2012— contra 14 sospechosos de conspirar para lavar parte de las cuantiosas utilidades que obtienen Los Zetas por el tráfico de drogas.
De los 14 acusados, nueve fueron detenidos en Estados Unidos. El líder de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales, quien también estaba enlistado en la acusación, fue aprehendido el pasado 15 de julio en México y otros cuatro más aún permanecen prófugos.
A lo largo del juicio, los procuradores federales presentaron pruebas de que desde 2008 hasta 2012 se habían blanqueado millones de dólares mediante el uso de dinero de la droga para comprar caballos a través de empresas fantasma, para pagar por sus gastos y sobornar a personal de las pistas de carreras.
En noviembre pasado, el gobierno federal estadounidense vendió en subasta unos 400 caballos decomisados en el rancho en Oklahoma, incluyendo a la potra A Dash Of Sweet Heat, que alcanzó el precio de un millón de dólares.
(Notimex)
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