XALAPA, Ver. (apro).- Alrededor de 300 empleados del Sistema de Agua y Saneamiento (SAS), que abastece a los municipios de Veracruz, Boca del Río y Medellín, se atrincheraron en la Plaza Lerdo de esta capital para exigir al gobernador Javier Duarte el pago de aguinaldos, fondo de ahorro, uniformes y prestaciones anuales.
Desde las primeras horas de la mañana y hasta esta tarde, los trabajadores del organismo declarado en quiebra por la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) colocaron mantas de protestas frente al Palacio de Gobierno y exigieron a gritos sus pagos.
Fueron demandas al vacío porque el mandatario estatal se tomó unos días de vacaciones en Europa, según revelaron funcionarios de la administración estatal.
Angélica Navarrete Mendoza, secretaria general del sindicato del SAS “José Azueta”, informó que suman 60 millones de pesos los que el gobierno adeuda a más de mil 300 empleados del organismo hidráulico.
Navarrete exigió que se inicie una investigación por malversación de recursos en contra del extitular del SAS, José Ruiz Carmona, quien dejó al organismo en quiebra y aun así fue nombrado como Subsecretario de Desarrollo Social del Estado.
Ruiz Carmona debutó en la política en el sexenio de Fidel Herrera. Era chofer de los hijos del entonces mandatario estatal; de ahí, pasó a ser encargado de la oficina de Gobierno en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
Navarrete Mendoza expuso que aparte del aguinaldo, el SAS también tiene pendiente el pago de fondo de ahorro, uniformes, entre otras prestaciones sindicales.
“En los últimos tres años ha habido un saqueo en las finanzas del SAS en donde los trabajadores son los menos culpables”, dijo la vocera sindical.
Desde el puerto de Veracruz, el actual titular del SAS, José Tello declaró hace unos días que él tampoco ha cobrado su aguinaldo. “No lo tomen como una actitud de romanticismo, soy el último que recibe un pago, antes, y primero que todos los trabajadores cobren”, expuso.
El funcionario priista expuso que se estaba haciendo todo lo posible para poder cubrir esas prestaciones de los trabajadores, sin embargo, ponderó la actitud de los empleados, para realizar protestas, pero seguir laborando.
“El servicio se ha estado dando, las quejas (fugas de agua, ruptura de drenajes o falta de agua), se reciben y se atienden, tanto en el suministro del agua potable como en reparación de hundimiento y demás”.
Con la quiebra financiera de SAS, surgieron rumores de que el gobierno de Duarte pretende concesionar el organismo a la iniciativa privada. Una de las empresas más interesadas es la brasileña Odebrecht, con quien el gobierno de Duarte tiene un compromiso, luego de que abortara el proyecto para construir una hidroeléctrica en la cuenca del rio La Antigua.
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