Nadie duda que Elba Esther Gordillo Morales debe permanecer tras las rejas, pero no estaría mal que la encerraran en una celda amplia, y no para darle lujos, sino para que tengan cabida algunos otros líderes sindicales que andan por la misma situación.
Para no ir tan lejos, en el caso de Veracruz hay que recordar que hace unos meses maestros afiliados a la Sección 56 del SNTE acusaron a su dirigente Manuel Arellano de andar haciendo mal uso de las cuotas sindicales y le pidieron explicaciones, pero el protegido de Ernesto Callejas se hizo el occiso para no responder sobre las finanzas de ese gremio.
Igualmente otro que ya debería preocuparse, y no sólo por su salud, es el diputado Ernesto Callejas, quien cuando dejó la dirigencia de la Sección 56 del SNTE se denunció que había un faltante de 25 millones de pesos, que hasta la fecha se desconoce su destino.
Y para no variarle, también en la Sección 32 se cuecen habas, y aunque en el membrete aparece Juan Nicolás Callejas Roldán como secretario general, la realidad es que quien sigue mandando ydetermina qué hacer con las cuotas sindicales es su papi Juan Nicolás Callejas Arroyo.
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