4 de septiembre de 2013

UN SUEÑO MAGISTERIAL


Raymundo León/ Desde la esquina
Por años, los dirigentes magisteriales de Veracruz han hablado, han soñado, con la posibilidad de hacer un frente común: una federación de sindicatos libres, sin dependencia del SNTE, que los lleve a tener la negociación del contrato colectivo de trabajo. Han planteado la posibilidad de unirse en una lucha común para que la autoridad educativa no los pisotee, no los ningunee, para que los traten con dignidad, para mejorar las condiciones de trabajo de sus representados. Juntos, 16 sindicatos independientes superarían en número a la Sección 56 del SNTE, hasta ahora titular del contrato colectivo de trabajo.
Ahora tienen esa posibilidad, pero la están dejando ir.  
Pese a 15 días de protestas, senadores aprobaron Ley del Servicio Profesional Docente que afecta a maestros
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Este lunes y martes, a pesar de amenazas gubernamentales, miles de trabajadores de la educación en Veracruz salieron a las calles a manifestarse y pararon actividades por la Reforma Educativa y sus leyes secundarias. En Veracruz, los trabajadores de la educación se sienten engañados por los diputados federales y senadores veracruzanos. Los mismos legisladores que en febrero y mayo, en Casa Veracruz y ante el gobernador, les prometieron no aprobar leyes que les afectaran. Por ello no están dispuestos a aceptar más promesas.
El sueño de integrar una federación de sindicatos libres surgirá, al parecer, no por los dirigentes sindicales, sino por las bases magisteriales que han aguantado todo, desde la ignonimia por ser maestro hasta el pisoteo de los derechos laborales.
En las diferentes escuelas en donde este martes hubo paro laboral el sentir de los maestros era uno solo: la decepción por sus dirigentes.
Muchos de los mentores en protesta afirmaron que el paro lo realizaron por convicción propia y no porque sus dirigentes se los hayan encomendado. “Los dirigentes –dijeron–, nos han engañado durante todo este tiempo, es hora de que las bases luchen por sus propios intereses. Es hora de que se sepa bien quiénes son los maestros de Veracruz y cuáles son sus necesidades reales”, dijeron. Fueron más allá: indicaron que el viaje hecho por cinco dirigentes sindicales a la ciudad de México con la finalidad de entrevistarse con senadores integrantes de la Comisión de Educación fue tardío.
La solución, insistieron, está en que los verdaderos trabajadores se movilicen, en quienes están todos los días en un aula, en quienes conocen los problemas de los niños y jóvenes, en quienes todos los días están en contacto con los padres de familia. Revelaron que este miércoles participarán en una marcha a la que se sumarán cientos de maestros más de todo el estado, sin siglas sindicales y sin que a la cabeza de ellos vaya un solo dirigente magisterial. Exhortaron a los padres de familia a apoyar su postura y a comprender el por qué de su protesta.
El sueño de formar una federación de sindicatos no está, tal vez, en las manos de los dirigentes magisteriales, sino en las bases ninguneadas, vulneradas, pisoteadas, a las que todos los veracruzanos deben, por lo menos, el saber leer y escribir.

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