Los trabajadores más pobres de México cobran 30,5 veces menos que los
más ricos. La brecha salarial es la mayor registrada del total de países
miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Según los datos del estudio El aumento de la
desigualdad, publicado este jueves, México se sitúa por primera
vez, desde 2007, por delante de Chile en inequidad, aunque a poca distancia: el
10% de la población más pobre del país sudamericano cobra 26,5 veces menos que
el 10% con más dinero. El tercer lugar en la tabla lo ocupa Estados Unidos, con
una diferencia de 16,5. La brecha salarial media en el conjunto de la OCDE es
de 9,6 veces entre ricos y pobres.
Para el economista y académico de El Colegio de México, Gerardo Esquivel,
las estadísticas son “la confirmación de una tendencia histórica, no diferente
a la situación de años anteriores”. A la hora de buscar las causas, el experto
se refiere a dos dimensiones: la política fiscal y los programas sociales. En
el primero, destaca la “inefectividad” del modelo. “Cuando se aplican impuestos
y transferencias en la mayor parte de los países de la OCDE disminuye la
desigualdad, pero en México no. Esto se debe a que los impuestos son menos
progresivos y redistributivos que en otras naciones, de tal manera que en
México el que más gana no es obligatoriamente el que más paga”, explica.
Por otro lado Esquivel considera que el gasto publico en otros países
está mejor enfocado en programas sociales que reducen la desigualdad. “Algunas
de estas ayudas tienen un efecto contrario al de la redistribución. Los
subsidios a la gasolina o algunos de los programas de apoyo de la Secretaría de
Agricultura acaban beneficiando a los productores más grandes,
que son aquellos que tiene mayores ingresos".
Los datos contenidos en el informe de la OCDE se refieren al año 2011,
por lo que no registran los efectos de la reforma fiscal que entró en vigor a
comienzos de este año. Para el economista, sin embargo, el cambio en la ley
apenas se notará en los próximos estudios. “Algunas de las modificaciones van
en la dirección correcta a la hora de hacer los impuestos más progresivos, como
la carga al capital o la eliminación de la tarifa especial en la frontera
norte, que es la parte más rica del país”, explica. “Pero este tipo de medidas,
se va a ver compensada con otras que han tenido el efecto contrario”, como el
gravamen a los alimentos calóricos, un impuesto que tiene por objetivo reducir
los elevados índices de obesidad en el país, uno de los más
altos del mundo. “El precio de los alimentos aumenta, y esto perjudica
fundamentalmente a aquellos hogares que dedican la mayor parte de sus ingresos
a la comida, que es lo que sucede en los de nivel adquisitivo más bajo”.
Esquivel insiste en que en este tipo de estudios la dimensión del
problema se aprecia en la comparativa entre países, no en términos absolutos.
“Todas las estadísticas que hay subestiman dramáticamente el ingreso de los
ricos, es decir, los que más cobran, los grandes empresarios, no aparecen
reflejados en estos índices”. Los informes se realizan mediante encuestas
presenciales en los hogares, por lo que las probabilidades de que un magnate
abra la puerta de su casa y responda al cuestionario, son siempre menores a que
lo haga una familia de ingresos medios.
Según el estudio de la OCDE México se coloca
también como la economía con un nivel de pobreza más alto, el 21,4% frente al
11,5% de media del conjunto de la organización. En el rango de edad de 25 a 65
años la tasa es del 18,6% frente al 10% de promedio de los 34 países. México
encabeza también la tasa de pobreza laboral, es decir, la población que pese a
tener trabajo, no cuenta con los recursos suficientes para satisfacer las
necesidades básicas, con una tasa del 19%. En la OCDE el promedio es del 8,5%.
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