por Lilia Baizabal
(…) Todas las dictaduras, de derechas y de izquierdas, practican la censura y usan el chantaje, la intimidación o el soborno para controlar el flujo de información. Se puede medir la salud democrática de un país evaluando la diversidad de opiniones, la libertad de expresión y el espíritu crítico de sus diversos medios de comunicación: Mario Vargas Llosa
En lo que va del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto han asesinado a diez periodistas, seis desaparecidos y 22 ataques contra medios de comunicación. Ha sido el peor arranque en cuanto a los ataques a la libertad de expresión y a la profesión periodística de una gestión federal. En el país suman casi 150 comunicadores asesinados desde el año 2000 a la fecha.
¿Qué se puede festejar hoy 7 de junio?. Nada.
De acuerdo con el Comité de Protección de Periodistas (CPJ), por sus siglas en inglés, México también ocupa el primer lugar en el mundo como el país donde más periodistas han desaparecido.
En ninguna otra parte del mundo han desaparecido tantos comunicadores como en el país, incluso más que en naciones donde hay guerra.
Con 10 periodistas asesinados en 4 años, el estado de Veracruz ocupa el primer lugar nacional y mundial en crímenes de comunicadores.
Los defensores de la libertad de expresión señalan que: “Las agresiones van a seguir ocurriendo si el gobierno, las instituciones y las fuerzas del Estado no asumen y no interiorizan el respeto al derecho a la libertad de expresión”…
En el marco de la crisis económica que enfrenta el país, la brutal corrupción que permea en todos los niveles de gobierno y el empoderamiento del narcotráfico como una actividad lucrativa, donde políticos, empresarios y demás obtienen enormes ganancias, las agresiones contra los comunicadores son la constantes pues a través de la siembra del miedo se ha buscado el silencio.
Las agresiones contra los comunicadores, asesinatos, desapariciones, levantones, amenazas y demás, se dan porque el trabajo de los periodistas pone en riesgo la complicidad entre los funcionarios públicos y delincuentes que como nunca antes, se han aliado en detrimento de la sociedad.
Los crímenes contra periodistas significan el silencio de voces que reportan, documentan,narran, señalan, denuncian, critican, revelan y desnudan los abusos de los poderes, ya sean políticos, religiosos, empresariales, comerciales, criminales, entre muchos otros.
La criminal censura es posible en México y en los estados, gracias a la falta de investigaciones y aplicación de la ley en contra de quienes son contratados para cegar la vida de los periodistas. Ministerios y juzgados infiltrados por el crimen.
Ningún hecho de sangre contra un comunicador ha sido aislado. Todo es perfectamente calculado y planeado de manera minuciosa. Luego, los cínicos funcionarios le dejan al tiempo y a sus complicidades la dilación de la procuración y administración de la justicia.
Nunca como hasta ahora, los comunicadores y líderes sociales, pero también la sociedad, habían estado expuestos a hienas salvajes, ambiciosas y sanguinarias como en estos tiempos. Ninguna sangre parece llenar sus voraces instintos.
Se aprobó incluso la ley Para Defensores y periodistas, se propusieron mecanismos que supuestamente brindan seguridad a los reporteros por sus actividades, no obstante, nada funciona. Y no funciona, porque simple y sencillamente al poder político, no le interesa aplicar la ley.
En Veracruz por ejemplo, 10 periodistas han sido ejecutados, porque los criminales organizados y sus aliados los funcionarios públicos díganse policías, municipales- estatales, alcaldes, diputados locales, federales, senadores y gobernadores, así como funcionarios públicos se han cruzado de brazos ante la injusticia.
Han pretendido lograr con la sangre de los periodistas, el silencio total respecto a lo que sucede en el estado. El mensaje ha sido lograr a toda costa la censura, ya sea de los dueños de los medios o de los mismos comunicadores que a diario, exponen sus vidas en las calles, en busca de la noticia.
En torno a una mesa hoy, muy seguramente, los carniceros levantarán la copa y ofrecerán el“apapacho”, para hipócritamente, festejar a los periodistas en su día con carros de lujo, computadoras, viajes y demás. Para eso si hay dinero. El pueblo, puede esperar.
¿Qué se puede festejar este día 7 de Junio en Veracruz?. Cómo pueden algún comunicador sentirse feliz cuando 10 familias aún viven con el inmenso dolor por el brutal y horrendocrimen con el que fueron cegadas las vidas de reporteros y fotógrafos que sólo cumplían con el deber de informar.
Y otras varias, no tienen aún los cuerpos de sus familiares para poder darles digna sepultura.
¿Cómo puede algún periodista serio, hacerle el caldo gordo a los funcionarios públicos estatales, hoy 7 de Junio, cuando Veracruz es la capital mundial de los asesinatos contra comunicadores.
¿Quién puede fingir amnesia y olvidar la trágica historia que vive el periodismo en el estado de Veracruz?. 10 ejecutados, más de 9 desaparecidos, 25 desplazados y autoexiliados, no son motivo de alegría, jolgorio o aplauso. Por el contrario, hay que guardar un minuto de silencio, en memoria de los colegas que han sido víctimas de esta barbarie y unirnos a la exigencia de justicia para sus familias.
En Veracruz, el poder político ha mandado un mensaje claro, al avalar –porque no hay un solo criminal tras las rejas- los asesinatos de los comunicadores. La opresión, el desprestigio, chantaje, amenaza e intimidación parecen ser por el contrario, los mejores métodos para insistir en el silencio. Como si con este, pudiera cambiarse la realidad que viven los veracruzanos, desempleo, pobreza, analfabetismo, corrupción en la administración pública y por si no fuera suficiente, una brutal inseguridad.
Pero esos asesinatos de comunicadores en Veracruz, parecen no han logrado su cometido. Hoy, todavía algunos medios impresos y cibernéticos, -aunque muy pocos- se atreven a seguir realizando su trabajo con dignidad y compromiso ante sus lectores.
El mundo entero tiene sus ojos puestos en el estado y se ha sacudido la conciencia de muchos otros aunque para los opresores ya no existan límites de ninguna clase pues la extrema ambición les ha roto no solo el saco, sino hasta el alma.
Ante la recomposición del sistema priista que como nunca antes está criminalizando la protesta de la sociedad y avala el crimen de los comunicadores y luchadores sociales, lo único que queda es seguir ejerciendo el derecho a expresarnos con libertad, hasta el último minuto.
Hablar firme, cumplir con la facultad que posee toda persona para manifestar, comunicar, difundir a los demás sus pensamientos, ideas y opiniones, en forma libre, clara y transparente, es lo único que nos queda ante la amenaza de los émulos de Calígula enquistados en el poder.
Llegará el día en que la sociedad reaccione y unidos en torno a los intereses del pueblo, salga a las calles o se sume a la condena nacional, para exigir a los funcionarios públicos y sus cómplices los criminales organizados- los corruptos policías -sean municipales, estatales o federales-, los alcaldes, gobernadores, diputados locales, federales, senadores o funcionarios del más alto nivel, paren la cacería porque matar a un comunicador, es quitarle a la sociedad su derecho a estar informados.
Vaya desde este espacio un abrazo solidario para las familias, madres, padres, hijos, hermanos, de todos los periodistas que han sido asesinados en Veracruz, Noel López Holguín, Regina Martínez, Miguel Ángel López Velasco, Misael López Solana, Yolanda Ordaz, Gabriel Huge, Guillermo Luna, Esteban Rodríguez, Marco Antonio Báez Chino y Gregorio Jiménez de la Cruz, la mayoría levantados, torturados, mutilados, embolsados, ejecutados.
Pero se equivocan los funcionarios públicos de la prosperidad Duartista, que no han hechonada para frenar la cacería contra reporteros. Pensarán que ninguna justicia los alcanzará y que podrán continuar sus carreras dentro de la política felices y disfrutando la inmensa riqueza que han obtenido al permitir también el ataque de la delincuencia contra la sociedad a la que asaltan, roban, secuestran, extorsionan y matan.
De la justicia terrenal probablemente escapen. Pero de la divina nadie. Ya lo dice Gálatas 6:7 “No os engañéis. Dios no puede ser burlado. El hombre cosecha lo que siembra”.
Y los que todos estos años han sembrado sangre, dolor, lágrimas de miles de famílias en el estado, no podrán recibir más que eso. Porque a la ley del Karma, tampoco nadie escapa. Recibes, exactamente lo que das.
Con balas podrán callar a los periodistas. Pero no a la sociedad su derecho a conocer la verdad. Mientras exista una sola voz que diga la verdad, habrá esperanzas de cambio.
Hoy 7 de Junio en Veracruz, el periodismo no tiene nada que festejar. Continúa de luto. Amén.
FUENTE: PLUMAS LIBRES
FUENTE: PLUMAS LIBRES
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