Moisés Sánchez y activista, desaparecido por el Estado... |
A un lado de la nota una foto de Luis Ángel Bravo, más preocupado por mostrar que los injertos de pelo han funcionado que por explicar a una familia y a una sociedad completa que existe la posibilidad que uno más no regrese a casa.
En otra parte del texto retoman las primeras declaraciones de Duarte, horas después de darse a conocer que Sánchez había sido levantado por un grupo armado….. “No es periodista, es un conductor de taxi y un activista vecinal”. No tiene con qué criminalizarlo de momento, por tanto solo queda minimizar el hecho y acomodarlo en donde menos afecte la imagen de su gobierno. Un periodista más desaparecido es una bomba para su administración, un ciudadano más agredido es sólo parte del reporte diario de sucesos de la entidad.
Cualquier explicación que la Procuraduría de respecto al caso de Moisés, sale sobrando. Nadie les cree nada y todos desde ya podemos vaticinar el resultado de “arduas investigaciones”…… Tenía problemas con alguien, con quien sea, o se rodeaba de gente indeseable, no atendió la recomendación del estado para garantizar la seguridad personal –comprarse un perro-, su desaparición no tiene que ver con el oficio…..etcetera. Conclusión el responsable de lo ocurrido es él, no Duarte. Tan tan.
A Duarte a estas alturas le vale madres todo, a la sociedad ya no le sorprende nada y al gremio, en su mayoría silenciado con limosnas, esta nueva escena de terror le sirve para reafirmar su cobardía, casi puedo escucharlos…. “Ahí tienen otro que se hizo el valiente, solo ellos se ponen con Sansón a las patadas, como si la gente se los fuera agradecer”…. Dios mío, cuanta miseria moral.
Me horroriza pensar en la suerte que esté corriendo Moisés, conozco bien la soledad del infortunio, el dolor de los tuyos, la amargura del olvido y la deslealtad, por lo que solo queda seguir intentando que la gente escuche, reaccione, luche por rescatar a quienes les han dado voz.
Taxista, “activista vecinal” (que término más estúpido) o periodista, Moisés merece volver a casa, como merecemos todos vivir sin miedo y con dignidad.
Concluyo con la frase que tantas veces publiqué en redes y a la cual me aferro cada día de encierro…. “El que quiera ser águila que vuele, el que quiera ser gusano que se arrastre, pero que no grite cuando lo pisen”.
Hasta mañana.
FUENTE: NOTIVER
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