15 de agosto de 2015

“OREJAS” DE DUARTE SE INFILTRAN EN MARCHAS Y REUNIONES, A LA CAZA DE MANIFESTANTES: ONGS



Foto: Cuartoscuro.
Ciudad de México, 13 de agosto (SinEmbargo).- Estudiantes, docentes, activistas y ciudadanos han sido detenidos arbitrariamente en Veracruz. De acuerdo con fuentes consultadas por SinEmbargo las “orejas” del Gobernador Javier Duarte de Ochoa que se infiltran en marchas o mítines son quienes literalmente van cazando a los manifestantes.
Se trata de policías vestidos de civiles, cuya labor es reprimir las movilizaciones y dar “calentadas” a protestantes para luego, en el mejor de los casos, entregarlos a elementos de la Fuerza Civil, quienes los arrestan sin cargos y los pasean o los encierran en galeras sin que hayan cometido delito alguno.
El 20 de noviembre de 2012 a Julián Ramírez Olivares y otros integrantes del Movimiento Estudiantil de la Universidad Veracruzana fueron detenidos por los “orejas” y llevados al estacionamiento del Hotel México de Xalapa, Veracruz.
“Nos tenían en el estacionamiento. Uno de ellos dio la orden de subirnos al cuarto y rompernos la madre. En ese momento nuestra operadora de seguridad, Nadia Vera, era la única que quedaba libre. Ese fue el momento donde nos conocimos todos. Ella le llamó a Rubén Espinosa. No lo conocíamos pero sabíamos que era chido, era gente entrona que no permitía las injusticias. Él ingresó al estacionamiento y fotografíó a estas personas de la cara y se quedaron paralizados. Él les gritó que por qué nos llevaban, que quiénes eran y en ese momento nos soltaron”, contó Ramírez, quien es parte de la Defensoría y Estrategias Integrales para los Derechos Humanos y Territoriales (D.E.S.I.D.E).

Julián relató que tras salir del estacionamiento del Hotel México, donde les estaban pegando, un grupo de policías de la Fuerza Civil los estaba esperando y los detuvieron.
Foto: Cuartoscuro.
-¿A dónde los llevaron? –se le preguntó al joven.
–Primero nos golpearon y nos robaron los celulares. Todo eso lo documentó Rubén. A Nadia también le pegó una mujer policía y le quitaron su celular, pero a ella no la procesaron, sólo le dieron unas vueltas. A nosotros, que éramos como 18, nos llevaron a las galeras del Cuartel de Policías San José.
–¿Qué les hicieron ahí?
Nos golpearon, nos robaron dinero, celulares, carteras. A una chica la obligaron a desnudarse para un examen médico legista frente a policías. De hecho levantamos una queja ante la Comisión de Derechos Humanos de Veracruz.
–¿En qué momentos los soltaron?
–Luego de 12 horas.
–¿Pero de qué los acusaban?
–Formalmente de nada. Ni siquiera declaramos ni nos dijeron nada. Sólo nos tenían ahí. A algunos les comentaron que era por disturbios, pero nunca fue nada formal. Ni hubo documentos de por medio. Cuando vieron la movilización para que nos liberaran nos soltaron.
Foto: Cuartoscuro.
Un activista del movimiento #YoSoy132 comentó que luego del asesinato de la periodista de Proceso Regina Martínez, los reclamos contra la “imposición” del Presidente Enrique Peña Nieto, la oposición a las reformas estructurales, el caso Iguala y otras causas mucha gente tomó las calles, principalmente en Xalapa, pero con ello también llegó una oleada de represión.
A partir de entonces el Gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, ha tratado de sabotear cualquier intento de manifestación a punta de violencia, con ayuda de la fuerza pública, dijo.
“Usan a provocadores. Ellos se encargan de hacer disturbios pero los granaderos son quienes los protegen”, comentó el joven.
En 2014 investigadores y académicos de la Universidad Veracruzana denunciaron que en la entidad se sufría “un estado de alta represión” y de violencia, que afectaba no sólo a jóvenes sino a toda la población. En aquel entonces exigieron al Gobernador frenan el acoso, la persecución, las agresiones y la desaparición forzada.
“Veracruz no es la excepción, y esperamos que no sea la regla. La impunidad en torno a los múltiples casos de represión y asesinatos a periodistas y luchadores sociales bajo el gobierno de Duarte, marca la pauta de un contexto en el cual alzar la voz, manifestarse y exigir justicia, representa, para muchos, hoy en día, un riesgo. Es así que manifestamos nuestra preocupación por el acoso y hostigamiento sistemático que están recibiendo en este momento en Veracruz, los activistas, defensores de derechos humanos y periodistas compañeros de Rubén y Nadia, los cuales se han pronunciado por el esclarecimiento de los hechos, tanto de los recientes asesinatos como de la agresión contra los estudiantes cometida el 5 de junio, lo cual apunta al contexto brutal de represión sistemática que asedia todo quehacer crítico en el Estado de Veracruz”, dice un comunicado de la Defensoría y Estrategias Integrales para los Derechos Humanos y Territoriales.
Foto: Cuartoscuro.
Julián Ramírez Olivares narró que en Veracruz existen presos políticos en espera de una sentencia. “Normalmente los acusan de robo o de algún delito sexual, sobre todo para desprestigiar. Aquí se estigmatiza a los luchadores sociales”, refirió.
“Es difícil saber quién es un preso político. Podría ser cualquiera, porque los delitos que se les imputan son para desprestigiarlos y difícilmente los medios retoman los casos”, explicó el joven.
Ramírez Olivares comentó que en muchos casos, los críticos del gobierno son asesinados. Recordó el caso del ambientalista Noé Salomón Vázquez Ortíz de 30 años de edad, quien fue atacado a pedradas, torturado y degollado en 2013 en Veracruz, por oponerse a la presa El Naranjal.
Desde que llegó al gobierno veracruzano, a Duarte se le ha señalado por encarcelar a personas sin pruebas. En 2011 detuvo a tres tuiteros y los acusó de terrorismo tras generar rumores de un enfrentamiento armado, luego de la presión generada por medios los liberó.
En marzo de este año, luego de siete meses tras las rejas fue liberada la periodista deNotiver María Josefina Gamboa Torales, acusada de ser responsable del atropellamiento y muerte de José Luis Burela López, ocurrido el 12 de julio de 2014, en Boca del Río.
A ella se imputó ir a exceso de velocidad, conducir en estado de ebriedad y omisión de auxilio. Luego que las autoridades no presentaron pruebas de dos agravantes: temeridad y ebriedad, fue puesta en libertad bajo fianza.
Ella acusó que su arresto se debió a un “capricho” del Gobernador.
Colectivo Voz Alterna

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