Hace más de un mes, en el artículo que le dediqué al futbolista
italiano Agostino di
Bartolomei, inserté un documental sobre su vida. El narrador de ese
documental me sonaba muchísimo, y mucho más aún cuando, en los créditos, leí su
nombre: Alex Zanardi. Encadené
recuerdos y nuevas informaciones y me di cuenta de que tenía que contar su
historia. Y aquí os la traigo.
Alessandro
Zanardi nació el 23 de octubre de 1966 en Bolonia, Italia. Desde muy joven muestra un apasionado interés por el
mundo del motor, pese a que la muerte de su hermana Cristina en
un accidente de tráfico en 1979 casi convirtió el tema en un tabú en su
familia. Zanardi no cesó en su empeño y se convirtió en piloto de karts
precisamente aquel año. En 1988 debutó en la Fórmula 3 italiana, donde los
éxitos lo llevaron en 1991 a la Fórmula 3000. Tan buen piloto era, que ese
mismo año tuvo sus primeras experiencias en la Fórmula 1. La escudería Jordan
le hizo debutar y disputó tres carreras.
En
1992 compitió para Minardi y al año siguiente firmó por Lotus. En el GP de
Brasil de 1993 logró su primer y único punto en su carrera. Un accidente en
Bélgica le hizo interrumpir su temporada. Tras la temporada de 1994, decidió dejar la Fórmula 1.
Tras
unos años en Estados Unidos en la Champ Car, donde logró varios éxitos, Sir
Frank Williams lo reclutó de nuevo para la Fórmula 1 y compitió en la temporada
de 1999, con Ralf Schumacher de compañero. Tuvo
que abandonar en diez de las dieciséis carreras de aquel año,
siendo su mejor resultado un séptimo puesto en el GP de su país, Italia, en el
circuito de Monza.
Tras
un 2000 en blanco, en 2001 regresó a la Champ Car. El 15 de septiembre de ese
año, se disputaba una prueba en Europa, en el circuito alemán de Lausitz.
Zanardi lideraba la carrera, pero tras una parada en boxes, aceleró bruscamente
y perdió el control del vehículo. El coche del canadiense Alex Tagliani no lo
pudo sortear y se produjo un violento choque. Tanto, que el coche del italiano
quedó partido en dos a la altura de las ruedas delanteras. Alex Zanardi perdió ambas piernas en
el accidente. Y pudo ser peor, ya que llegó a perder un 75% de sangre,
pero pudo ser salvado por los médicos. Empezaba, no obstante, una nueva vida
para el boloñés.
Empezó rehabilitación
con unas piernas artificiales, pero Zanardi no se encontraba cómodo con ellas.
Así pues, decidió diseñar unas para él mismo. ¿Cuál era su objetivo? No había
otro: volver a conducir. Y lo logró. En 2003, dos años después de su accidente,
regresó a Lausitz, con un coche cuyos freno y acelerador se manejaban con la
mano. La organización le permitió conducir trece vueltas, las que quedaban
cuando dos años antes tuvo el accidente. No sólo las completó,sino que su tiempo en la última vuelta le
hubiera permitido ser quinto en la carrera que se disputó ese fin de semana.
Este exitoso retorno le animó para volver a competir y en 2004 participó en el
Campeonato Europeo de Turismos, que en 2005 se convirtio en Campeonato Mundial.
El 24 de agosto de ese año, Zanardi volvía a ganar una carrera. En 2006,
además, pudo probar de nuevo la sensación de pilotar un Fórmula 1 adaptado.
Siguió compitiendo en turismos hasta 2009. Y es que dos años antes, en 2007,
había conocido una nueva pasión: el ciclismo de mano.
El
ciclismo de mano, como su propio nombre indica, no es sino un deporte que se
practica en bicicletas cuyos pedales se mueven con los brazos, no con las
piernas. Es el equivalente al ciclismo en el deporte paralímpico. Zanardi
disputó en 2007 la maratón de Nueva York de esta modalidad, sólo cuatro semanas
después de empezar a entrenar. Acabó cuarto. Animado por el éxito, en 2009 se
apuntó al Mundial y se marcó un objetivo: los Juegos Paralímpicos de Londres
2012. Tras ganar en 2011 la maratón de Nueva York, Zanardi se presentó en
Londres como favorito y no decepcionó. Ganó
el oro en la prueba en ruta y el oro en la prueba contrarreloj. Once
años después de un suceso que hubiera acabado con cualquier gana de hacer
deporte en una persona normal, Alessandro Zanardi inscribía su nombre en la
historia.
Alex Zanardi no ha
dejado de competir en automovilismo. El año pasado sin ir más lejos,
compitió en la Blancpain Sprint Series. Además, como ya vimos, es el
presentador del programa Sfide, en la RAI. Cualquiera que sea el
reto de Zanardi, lo superará con creces. Por último, os animo a que visitéis su página
web y su
perfil en Twitter.
Os
dejo con un emocionante vídeo, breve, sobre Zanardi, narrado por él mismo. De
él, destaco dos frases: “Incluso la peor de tus derrotas puede convertirse en
tu mayor victoria” y “¿Qué hubiera sido de mí si mi accidente no hubiera
ocurrido? Quién sabe. Podría ser un hombre con piernas, pero no tan feliz como
lo soy ahora”.
Buen inicio de semana.
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