Rebekah Marine, de 27 años, tiene implantada en su brazo derecho una mano biónica. Pese a ello, nunca renunció a su vocación de modelo y siempre lució orgullosa su prótesis en Instagram. Hoy, por fin, podrá ver cumplido su sueño al debutar en la Semana de la Moda de Nueva York. “Ha sido todo un viaje para mí. Al principio fue difícil mostrarme ante todo el mundo, pero he aprendido a aceptarme y ahora soy la más feliz del mundo”, aseguró Marine. - D.N.
Leonardo da Vinci supo ver la perfección en la simetría del cuerpo humano. Su Hombre del Vitruvio es exactamente eso: un estudio de las proporciones naturales del hombre. Y, sin embargo, simetría no es necesariamente sinónimo de belleza. La prueba viviente se llama Rebekah Marine.
Nació hace veintiocho años. Con un brazo de menos. Pero eso no le impidió hacer una carrera como modelo internacional de alto nivel, al punto que, a partir del 13 de septiembre, caminará las pasarelas del New York Fashion Week.
Pero eso no es todo: por primera vez desfilará usando su i-Limb Quantum, una prótesis de altísima tecnología, un verdadero brazo biónico capaz hacer gestos y hasta de agarrar objetos.
link: https://www.youtube.com/watch?v=m2IcVhat4o8&feature=youtu.be
Cómo funciona
Parece salido de una película de ciencia ficción de la década del 80. Pero no: el i-Limb es una realidad tecnológica, una mano artificial capaz de mover los dedos y hacer todo tipo de gestos. Inclusive, a diferencia de prótesis anteriores, puede regular la presión para manipular objetos.
EL BRAZO ARTIFICIAL PUEDE MOVER LOS DEDOS Y AGARRAR OBJETOS
El brazo biónico puede recibir señales que le indican cómo moverse desde cuatro fuentes diferentes: las mismas terminales nerviosas del usuario (requiere entrenamiento, pero se vuelve muy natural), controles giroscópicos de movimiento –la misma tecnología que hace que, por ejemplo, un teléfono celular altere lo que sucede en la pantalla según la posición en la que se encuentra–, sensores de proximidad que se instalan en objetos de uso frecuente y hasta una app para móviles.
Modelo en acción
Además de modelar, Rebekah trabaja para una ONG que se dedica a recaudar fondos para conseguir prótesis para personas de bajos recursos y da charlas motivacionales contando su historia de vida y su carrera.
"No soy distinta del resto de las personas en la industria de la moda", dice desde su página web oficial; "sí, mi cuerpo es diferente, pero una discapacidad no determina tu destino; por el contrario, ofrece una oportunidad de abrirle los ojos a los ignorantes del mundo en el que vivimos".
Su apuesta, llevar al mundo una nueva forma de belleza. Una que no pasa por la simetría perfecta, sino por –dice– "celebrar lo que es único".
Además de modelar, Rebekah trabaja para una ONG que se dedica a recaudar fondos para conseguir prótesis para personas de bajos recursos y da charlas motivacionales contando su historia de vida y su carrera.
"No soy distinta del resto de las personas en la industria de la moda", dice desde su página web oficial; "sí, mi cuerpo es diferente, pero una discapacidad no determina tu destino; por el contrario, ofrece una oportunidad de abrirle los ojos a los ignorantes del mundo en el que vivimos".
Su apuesta, llevar al mundo una nueva forma de belleza. Una que no pasa por la simetría perfecta, sino por –dice– "celebrar lo que es único".
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