16 de julio de 2010

Sin perro que le ladre

Javier Cuéllar
Abogado
‘‘Las Otras Batallas” es el nombre de la magnífica exposición fotográfica inaugurada hace unos días por El Diario en el Centro Cultural Paso del Norte, misma que refleja el trabajo cotidiano del grupo de fotoperiodistas de esta casa editora y prueba que esta profesión es el arte de relatar, expresar e informar el acontecer de nuestro mundo con imágenes.

De la muestra de 75 fotos, nos arroba la perfección artística y expresiva alcanzada por los expositores que demuestran su enorme sensibilidad al captar momentos especiales que nos dicen más cosas que mil palabras. Felicidades y gracias por la entrega.

En otros temas, ahora resulta que el presidente Calderón hace un llamado a todas las fuerzas vivas y muertas del país para que nos sumemos a su gobierno a fin de recuperar la paz y la tranquilidad de la República existentes justo antes de que él declarara unilateralmente su guerra contra casi todo el narco e involucrara a las fuerzas armadas en esa aventura que ahora está perdiendo.

Cuando se le ocurrió declarar la guerra jamás consultó a esas fuerzas vivas para hacerla no obstante que una acción de tal magnitud es competencia sólo del Congreso de la Unión en los términos del articulo 73 de nuestra Carta Magna que dice “El Congreso tiene facultades: Frac. XII.- Para declarar la guerra en vista de los datos que le presente el Ejecutivo.” Y muchos pueden preguntarse ¿Cuándo el Congreso hizo la declaratoria de guerra contra el narco? ¿No fue esto un estado de hecho que se adjudicó extraconstitucionalmente el propio presidente? ¿Por qué ahora sí quiere convidarnos de su derrota? ¿Se le hizo bolas el engrudo? ¿Nos quiere hacer corresponsales del desastre?

Pienso que si él solito declaró la guerra el solito debe declarar la paz de la manera que sea, rindiéndose, capitulando o, incluso, abdicando. En todo este embrollo provocado por vanidad y abuso de poder, nuestras fuerzas armadas han sacado mala parte porque ahora, que todo se encuentra pa’arriba, son ellas quienes deberán mantener la integridad de la nación. Por eso fue que se retiraron prudentemente al ver la catástrofe en que, por una mal entendida lealtad institucional, los embarcó el primer mandatario.

Que esta experiencia tan sangrienta y devastadora sirva para confirmar en la mente castrense que su lealtad es con la patria y que, ningún hombre encarna esa imagen.

Cuando el Presidente nos invita urgentemente a solidarizarnos con él en su luctuosa y fracasada guerra se dirige insistentemente a la clase política y empresarial con desdén del bajo pueblo y quiere que lo acompañen en su debacle. Y ¿qué sucede? que muchos se niegan a seguirlo y con justo juicio porque nunca escuchó razones de nadie. El PRI respondió en voz de sus principales dirigentes. “El dialogo será después del 4 de julio y deberá ser serio, autocrítico, y que corrija la ruta que se emprendió hace cuatro años” (Revista Proceso # 1757). De hecho no se niegan a conversar, pero advierten que no será bajo el esquema servilista a que aspira nuestro presidente guerrero. De entrada debe darse marcha atrás en la aventura bélica como requisito previo.

El sector empresarial no ha respondido y el Ejército está lamiéndose las heridas en preparación para los tiempos que se avecinan. Ya lo vemos, es muy fácil destruir y muy difícil construir. Muy tarde se ha dado cuenta el presidente Calderón que “La victoria no tiene sustituto” y también que “La derrota no tiene madre, ni padre ni perro que le ladre”. A ninguno de los que ahora llama en su auxilio quiso escuchar, él y sólo él se sintió la tula-virula. Ahora, nadie lo atiende; aún tiene quien lo aplauda pero no quien lo siga.

En esta difícil guerra contra casi todo el narco muchos consideran que las cosas van a ser muy difíciles de componer, incluso con una virtual legalización de la venta y consumo de drogas, porque las estructuras financieras del crimen organizado han crecido tanto y se han diversificado aún más y, aunque el tráfico de drogas deje de ser negocio, continuarán dedicándose a una infinidad de giros legítimos e ilegítimos que dicha guerra les permitió incursionar y conocer como lo son el secuestro, el robo y las extorsiones. Reconstruir México va a estar en chino. Ahora podemos ver la soledad del hombre de los pinos y también la de los familiares de esos 30 mil muertos.
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GRACIAS JULIAN ORTIZ POR ESTE ARTICULO.

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