De visita en esta ciudad, donde presentará la novela Algunas Nubes –como parte de los festejos por el segundo aniversario de la librería La Venturosa–, el escritor calificó como “una traición a la patria” el Pacto por México, y manifestó su tristeza porque “esas gentes que vienen de izquierda hayan ido mansamente a agachar la cabeza y a firmarlo”.
Subrayó que después de la aprobación de la reforma educativa “vienen de frente” la reforma fiscal y la energética, cuya función fundamental, dijo, “es regalarle a las transnacionales el petróleo mexicano en sociedad con una bola de pillos que se están frotando las manos y relamiéndose la boca por agarrar el gran botín”.
En conferencia de prensa, el historiador y biógrafo de personajes como Ernesto “Che” Guevara y Pancho Villa sostuvo que el usar la figura de Lázaro Cárdenas para promover la reforma energética “es una mentada de madre”.
Ironizó:
“De hecho ya hubo dos temblores, porque en su tumba Cárdenas esta revolviéndose por el insulto de asociarlo a esta reforma gangsteril”.
Respecto de la reforma hacendaria, aseguró que lo único que busca es que la clase media y popular pague a través del IVA, entonces, añadió, “hay que pararlos, y es misión de todo mexicano consciente pararlos en seco”.
Sobre los cuestionamientos al magisterio de Oaxaca, que desde hace tres semanas paró labores en protesta por la reforma educativa y dejó sin clases a un millón 300 mil estudiantes, lanzó:
“Díganle
a (Enrique) Peña Nieto que dialogue, y a las autoridades que no simulen
dialogar. La Secretaría de Gobernación es incapaz de decirle a los maestros:
esta es una solución. Están tratando de imponer. Entonces, si hay responsables
de que los niños no tengan clases, están en los Pinos y no en la Sección 22”.
Luego preguntó:
“¿Qué queremos para los niños: un país destrozado, la continuidad de la Secretaría de Educación Pública de no apostar a la modernización de las escuelas o mejorar las infraestructuras? Resulta fácil responsabilizar con el dedo”.
El problema, apuntó, es la cerrazón absoluta del gobierno en el intento de imponer las reformas, y muestra de ello es que cuando lanzan la laboral –dijo– “se encuentran con que dos millones de trabajadores les dicen no y les valió madres. ¿Y qué tenemos?: outsourcing, empleos temporales, contratos por seis días, no hay aguinaldo, no hay antigüedad, no hay vacaciones. Lo que hay son contratos de prueba, no hay responsabilidad de los patrones”.
Y si los trabajadores se movilizan, subrayó, “satanicémoslos, y para ello tenemos la tele, la radio, la prensa que está al servicio de una buena parte del Estado”.
Al referirse a la manifestación del próximo domingo 8 en el Zócalo de la ciudad de México –convocada por el excandidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador– para protestar contra la privatización del petróleo, señaló:
“Nos juntaremos y espero seamos un millón de personas, porque los dos movimientos van contra lo mismo, que son las contrarreformas”. Invitó a todos a sumarse para luchar juntos contra las privatizaciones de la educación, Pemex, CFE y próximamente los servicios de salud.
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