El periodista Noé Zavaleta publica en su primer libro una serie de
crónicas sobre el desastre que deja el gobernador de Veracruz en todos los
ámbitos, político, social y financiero.
CORTESÍA/LIBERAL Con 15 años de
experiencia, Noé Zavaleta ha transitado por diversos medios de comunicación
escritos y digitales, redactando noticias y tomando fotos. Es egresado de la
Universidad Veracruzana y becario de la Fundación Nuevo Periodismo para
Iberoamérica, fundada por Gabriel Garcia Márquez.
Ignacio Carvajal
Salió a la venta este fin de
semana “El Infierno de Javier Duarte, crónicas de un gobierno fatídico”,
escrito por el periodista xalapeño Noé Zavaleta Vázquez, director del diario
hermano de esta casa editorial, Crónica de Xalapa, y colaborador de LIBERAL DEL
SUR.
El libro fue editado por Publicaciones Proceso, semanario de cual Zavaleta es corresponsal desde hace cuatro años para el estado de Veracruz, y en el se recopilan diversas historias sobre violencia, impunidad, y la corrupción del gobierno próximo a terminar de Javier Duarte de Ochoa, y algunos matices sobre el Fidelismo.
UN LIBRO PARA LA HISTORIA
El texto está prologado por la reportera independiente, especialista en temas sociales, Marcela Turatti, quien también fue parte del Proceso y ha publicado al menos tres libros sobre los estragos de la violencia en México.
Expresa Marcela Turatti que conoció a Noé Zavaleta después del asesinato de la reportera Regina Martínez, “las referencias sobre el caso, siempre me llevaron en internet a las notas firmadas por Noé Zavaleta y fue que me puse en contacto con él, ese mismo día ya estaba firmando en el portal de noticias y al poco tiempo, ya era el corresponsal”, relata.
Afirma que este libro es un documento para la historia y que no se olvide la memoria de uno de los peores gobiernos de Veracruz, “que era un paraíso terrenal”, y por el mal gobierno de Duarte de Ochoa ahora está en uno de los peores escenarios.
Marcela Turatti explica en su participación, que el periodismo de Noé Zavaleta tiene un estilo muy definido, por contar con un estilo irónico para referirse a los hombres en el poder, además, que constantemente está buscando el dato, la historia, el hecho que documente los pasos de los poderosos y los abusos cometidos contra los grupos más vulnerables en Veracruz.
PERIODISMO DE PRIMER NIVEL
En este trabajo que llevó más de un año de investigación y análisis, Zavaleta menciona los puntos claves que han arrastrado a Veracruz a una situación de “quiebre”, sacudido por los homicidios, el robo a lo descarado en las finanzas públicas y el comportamiento cínico de Duarte de Ochoa.
Zavaleta cuenta en varios capítulos algunos de los momentos más álgidos de la escala de violencia que hoy tienen a Veracruz en el tercer lugar en secuestros, en la lista de estados con más homicidios dolosos y en una cancha donde tres cárteles se disputan a sangre y fuego el control de su territorio.
También repasa historias de reporteros asesinados, exiliados y las víctimas de desaparición forzada, así como elabora igual un perfil detallado sobre la forma en que Duarte de Ochoa ejerce el poder, retratando de pies a cabeza.
Entrevistado sobre este su primer “hijo”, Zavaleta expresó su satisfacción por años de trabajo plasmado ahora en un texto que más que hablar de las víctimas y revictimizarlas, se busca arrojar nueva luz sobre estos casos para darles la dignidad que Duarte de Ochoa y sus colaboradores de la Fiscalía y de la SSP, le han quedado a deber. Además, se dijo agradecido con el director de Proceso, Rafael Rodríguez Castañeda, quien fue el que creyó más en este proyecto y lo alentó y apoyó para que se consumara.
Este trabajo ya está a la venta en cualquier puesto de revistas en donde se oferte regularmente el semanario Proceso, y se espera que pronto figure en librerías de todo Veracruz y del Distrito Federal.
Dedicatoria especial
El Infierno de Javier Duarte está
dedicado a Rubén Espinosa, amigo de Noé Zavaleta, y colaborador de Proceso,
quien fuera ultimado en 2015 con otras personas en un condominio en el Distrito
Federal; el fotógrafo era compañero de Zavaleta en Veracruz y juntos
recorrieron el estado en diversas ocasiones buscando la noticia para Proceso.
La portada del documento está ilustrada por una de las fotos que más ha enojado al gobernador veracruzano, tomada por Rubén, en donde se mira caminando, con mirada turbia, una gorra de policía y el prominente estómago.
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